2. HARIDWART
19:59
Situada a orillas del río Ganges, Haridwar es una de las ciudades más santas de la India. Durante esos días se estaba celebrando el Kumbla Mela, la fiesta religiosa más importante de la India, a la que acuden millones de peregrinos y sadhus, con una explosión de música, colorido y ceremonias religiosas.
Desde Delhi recorrimos 200 km, al noreste, para llegar a la ciudad sagrada de Haridwar, situada en el lugar donde el Ganges deja los Himalayas para empiezar a correr por la llanura.
Entrar en esta ciudad fue como introducirnos en un escenario de Indiana Jones. Para llegar al hotel nos vinieron a buscar con unos rickshaws y, durante el trayecto, veíamos saltar a los monos, encima de nuestras cabezas, a través del tendido eléctrico formado por marañas de cables que alumbran las casas y que se extiende de forma caótica por las calles.
Los monos en la India son sagrados, al considerarse la encarnación del dios Janumán, por lo que se tolera su presencia en pequeños núcleos urbanos, aunque algunos pueden llegar a ser agresivos, como ya veremos más adelante.
Lo mejor fue cuando descubrimos que durante esos días, estaban celebrando el Kumbla Mela, la fiesta religiosa más importante de India
Según la leyenda, Haridwar, fue uno de los cuatro puntos donde cayeron las cuatro gotas de “amrita”, el néctar de la inmortalidad, por el que dioses y demonios combatieron durante doce días y doce noches divinas, equivalentes a doce años humanos.
Por este motivo, cada tres años, esos cuatro puntos o ciudades, se llenan de shadus y millones de peregrinos llegan, desde los lugares más lejanos, para bañarse en las orillas del río sagrado y recibir la bendición de santos y yoguis, creándose un ambiente de profunda espiritualidad.
Multitudes de hombres y mujeres bajan los ghats (escaleras) y se sumergen en las aguas del río Ganges, que esos días multiplica sus propiedades mágicas y curativas, para purificarse.
Las aguas bajan heladas y muy bravas del Himalaya. La corriente es tan fuerte que, en algunas zonas, han colocado cadenas para que la gente se coja y se proteja.
Por la carretera nos había llamado la atención los altarcitos de colores que transportaban los peregrinos, durante kilómetros y kilómetros. En ellos transportan el agua que recogen del Ganges para llevar a sus casas o realizar ofrendas en sus templos cercanos.
Cuando empieza a anochecer y también de madrugada, en el ghat principal (o Har-Ki-Pairi), tiene lugar la “Ceremonia del Fuego” en la que se arrojan al río ofrendas de flores y velas sobre hojas de banano, mientras se recitan oraciones y se canta.
Un espectáculo maravilloso lleno de misticismo y máximo respeto.
En el área, sobresale el altar dedicado a Shiva, una de las tres deidades más veneradas del hinduismo, con la enorme estatua en su honor.
Los sadhus (asceta hindú o un monje que siguen el camino de la penitencia y la austeridad para obtener la iluminación), cuando acaban sus abluciones, cubren sus cuerpos con ceniza y los devotos recorren los campamentos donde se alojan, recibiendo bendiciones y dándoles a cambio sus ofrendas.
Muchos jóvenes pedían hacerse fotos con nosotros.
Roger estaba fascinado. Hacía fotos y más fotos. "A Haridwart volveré algún día"- decía.
Roger estaba fascinado. Hacía fotos y más fotos. "A Haridwart volveré algún día"- decía.
Gente amable y amistosa con la que era fácil entrar en contacto.
Mientras Roger estaba haciendo una foto a un mono, unos niños se acercaron a nosotros.
Justo en el momento en que Roger intentaba hacer una fotografía a la niña, el mono se abalanzó hacia ella. No soportaba que nadie le quitara el protagonismo.
Solamente la sopló pero el susto fue mayúsculo.
Esta foto, fruto de la casualidad, obtuvo el primer premio en el Concurso para Jóvenes Promesas, de la Generalitat de Catalunya, que consistía en un viaje alrededor del mundo. Así Roger, pudo cumplir su deseo y volvió a Haridwart un año después.
Alejamos a la niña y la consolamos con unas golosinas para ella y sus amiguitos.
Odondología a pie de calle.
Llamaba la atención la esvástica dibujada en las puertas y accesos de algunos templos. Sin embargo, el significado es muy diferente al que conocemos nosotros, se trata de un símbolo sagrado para el hinduismo, el budismo, el jainismo y el odinismo y proviene del sánscrito. Para ellos representa la rueda de la vida y es un símbolo de buena fortuna y bienestar.
Fácilmente se entraba en contacto, nos invitaban a pasar a sus casas y nos ofrecían un té.
Menores utilizados como lavaplatos en bares y restaurante callejeros. La explotación infantil en la India es evidente.
Venta de botellas de plástico para recoger el agua del Ganges.
Miles de peregrinos pasan esos días acampados en zonas sin las mínimas condiciones higiénicas.
Sin lugar a dudas, Haridwar fue uno de los lugares más especiales de nuestro recorrido. Un lugar que desprendía la fe y la espiritualidad que rige en todo el país.
DE HARIDWART A RISHIKESH
Nos acercamos a la cercana población de Rishikesh y. por el camino, visitamos el Templo de los Espejos y Cristales, dedicado a varios dioses hindús, con una fachada tallada con bellas figuras y representaciones divinas ricamente vestidas.
RISHIKESH es una pequeña población conocida como la capital del yoga desde que, en 1968, los Beatles se alojaron en el ashram (centro de meditación) de Maharishi Mahesh Yogi, y se hizo famosa.
Cruzamos el puente Akshman Jhula para llegar a la otra orilla donde se encuentra el templo de 13 pisos Shri Trayanbakshwar, con santuarios dedicados a deidades hindúes en cada nivel.
Los monos acampaban a sus anchas.
Por la calles de Rishikesh había una gran cantidad de escuelas y cursos de yoga.
Dimos un paseo pero no fue un lugar que nos entusiasmara por lo que regresamos a Haridwart.
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