7. VIETNAM/CAMBOYA: DELTA DEL MEKONG (2008)
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En el delta del río Mekong nos introducimos por los estrechos canales del islote Thoi Son, conocido como el almacén de frutas de Vietnam, y asistimos al mercado flotante de Cai Rana, lugar de intercambio de alimentos y mercancías.
De Ho Chi Minh partimos a My Tho, ciudad de entrada por excelencia al delta del río Mekong, desde donde se pueden visitar algunas islas importantes formadas por los brazos del río.
En My Tho visitamos la Pagoda budista de Vinh Trang, sede del Budismo unificado de Vietnam, construida en 1849 con una mezcla de arquitectura europea y asiática y un total de 178 columnas.
En la parte trasera de la Pagoda Vinh Trang hay un pequeño jardín con bonsais, un lago con peces y diversas estatuas de Buda de un tamaño considerable.
El día de nuestra llegada estaban clausurando un congreso y había una gran concentración de monjes.
EL DELTA DEL MEKONG
Pero el mayor atractivo turístico de My Tho son sus canales de agua a lo largo del Mekong que conforman 4 islas: la isla Dragón (Con Rong), isla Tortuga (Con Qui), isla Fénix (Con Phung) y la isla Unicornio (Con Lan) y el islote Thoi Son.
El río Mekong nace en la cordillera del Himalaya, en la meseta del Tibet y tiene una longitud estimada de 4.880 km. Recibe en Vietnam el nombre de Cuu Long, que significa “el río de los nueve dragones” porque el río se dividía en nueve brazos antes de desembocar en el mar de la China Meridional. En la actualidad sólo se conservan siete.
Sus aguas discurren bañando aldeas y alimentando a sus habitantes. Es la zona por excelencia de cultivo de arroz, siendo Vietnam el segundo productor del mundo.
Nosotros visitamos el islote Thoi Son, conocido como el almacén de frutas de Vietnam, un paradisíaco lugar con estrechos canales de agua entre una vegetación exuberante.
Subimos a unas pequeñas embarcaciones y navegamos por las aguas de color chocolate.
Llega la otra parte del grupo. Empieza a llover pero dura poco.
Pasamos a la zona agrícola del islote, una zona muy fértil debido a los aluviones que el río Mekong ha ido depositando a lo largo de los tiempos. Se cultivan frutas, verduras, arroz y una gran cantidad de productos agrícolas que constituyen un pilar básico de la economía de la zona.
Sus aguas albergan a unas 1200 especies de peces, algunas de las cuales son criadas para su posterior venta en los mercados de todo el mundo.
Cruzamos por casas tradicionales en las que pudimos observar la vida cotidiana de la gente que puebla el delta.
Una vida muy tranquila interrumpida por nuestra visita.
El papá, mientras lee, balancea al bebé con un cordel atado a la hamaca.
Preparando el te.
En el Delta del Mekong, existen varias fábricas de caramelos de coco que elaboran de una forma muy artesanal. Mezclan la masa en unos calderos gigantes, la extienden en tableros, la cortan a una velocidad vertiginosa y, finalmente, la envuelven en obleas de papel de arroz.
En el recinto hay la posibilidad de hacerse una foto con una enorme boa. Rafael enseguida se atreve.
¡Yo no iba a ser menos!
¿Soy valiente o no? pues... aunque no lo aparente, muy tranquila no estaba.
De vuelva a My To para coger el autocar que nos llevará a Ho Chi Minh, atravesamos calles con exuberantes puestos de frutas desconocidas por nosotros.
Y nos hacemos amigos de esta simpática niña a la que invitamos a un refresco.
El intercambio de alimentos y mercancías de estas tierras se produce a través de mercados flotantes, espectaculares, coloristas. Nosotros desde Hoi An visitamos el mercado flotante de Cai Rana, y aunque lamentablemente llegamos un poco tarde y no lo disfrutamos con todo su esplendor, pudimos observar la gran actividad que se respira en el río y el peculiar modo de vida de todos aquellos que surcan sus aguas.
Muchas embarcaciones son el hogar de sus tripulantes y llevan a bordo todas sus pertenencias.
Todo tipo de frutas y verduras, además de otros muchos artículos, se venden o intercambian entre las distintas barquichuelas.
En los mercados flotantes los mayoristas de la zona atracan sus embarcaciones, cada uno de ellos especializado en alguna fruta o verdura, y para anunciarse ponen la fruta o verdura en cuestión en lo alto de un mástil, de modo que todo el mundo pueda ver que es lo que vende esa barcaza. Los clientes navegan por el mercado en embarcaciones más pequeñas comprando lo que les interesa.
Nos ofrecen piña muy dulce y cortada de forma original.
Finalizada la excursión, un merecido descanso en un bonito restaurante de la ruta.
De menú el pez oreja de elefante que preparan asado con la piel crujiente y sirven en posición vertical, una curioso forma de presentarlo en la mesa.
Y aquí finalizamos nuestra ruta por Vietnam, un magnífico país del que hemos disfrutado conociendo su cultura y sus gentes sencillas y amables, para pasar a nuestro próximo destino:
Camboya y los templos de Angkor.
ENLACES DEL VIAJE:
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