8.DUNKELD, THE HERMITAGE, SCONE PALACE, ST. ANDREWS

8:00



Damos un paseo por Dunkeld, visitamos su catedral y nos introducimos en el fantástico y frondos bosque The Hermitage. Tomamos dirección a Perth y hacemos una parada en el Palacio de Scone, donde se encontraba originalmente la "Piedra del Destino" en la que se coronaba a los reyes escoceses durante la Edad Media. Terminamos en la ciudad  St. Andrew en Fife y entre las ruinas de su fantástica abadía.






DUNKED

De Pitlochry no fuimos hacia Dunkeld, un pequeño pueblo ubicado en el corazón boscoso de Perthshire. Su historia se remonta al siglo IX cuando surgió como un importante centro religioso para la Iglesia celta primitiva, aunque de ese período ningún edificio sobrevive. 

Al llegar dimos un paseo por el pueblo, que no tiene mucho interés, a parte de las Little Houses, las casas de los comerciantes del siglo XVIII,  que están ubicadas en Cathedral Street, alrededor de una bonito monumento con una cruz. 


A continuación vamos caminando a orillas del río Tay, donde se encuentra la catedral, que data de 1318, y que se encuentra parcialmente destruida, desde la Reforma de 1560, y actualmente en proceso de restauración.

Tan sólo el coro está cubierto y cumple la función de iglesia parroquial para el culto dominical regular, el resto de la catedral, en estado muy ruinoso, se conserva como un Monumento Antiguo al cuidado de la Escocia histórica.






La entrada a la catedral es gratuita pero el mayor atractivo está por fuera. Está situada en una ladera cubierta por un manto verde y espléndidos árboles, que llegan hasta la orilla del río. 









Los bancos encarados al agua, son perfectos para descansar rodeados de naturaleza.




The Hermitage

A unos escasos 5 km de Dunkeld, se encuentra el Hermitage, un magnifico bosque, cuyo origen se remonta a los duques de Atholl, que vivían en el castillo de Blair (Pitlochry), pero tenían una residencia de invierno en la zona de Dunkeld y, para potenciar el entorno natural, de 1738 a 1830, plantaron millones de coníferas alrededor de Dunkeld que, unos siglos más tarde, se ha convertido en un bosque de gigantescos árboles.

El inicio del sendero empieza muy cerca del parking. Hay tres rutas circulares:  2,5 Km (1 hora),  6,5 Km (2 horas) y  8 Km (2,30 h). Nosotros tan sólo hicimos la primera y más corta.

El sendero fácil de recorrer, llano y apto para todas las edades, transcurre junto al rio Braan y atraviesa frondosas arboledas. Dicen que es en otoño, cuando las hojas toman las distintas tonalidades ocres, la belleza de este bosque alcanza su máximo esplendor.





Pronto nos encontramos con los altísimos Douglas Firs (abetos de Douglas). Uno de ellos, de 64 metros, es el árbol más alto de Gran Bretaña. 



El paisaje es increíble, los árboles son tan altos que apenas dejar pasar los rayos de sol y, en muchas zonas, los troncos y las rocas están completamente cubiertos de musgo.  






Llegamos al Hermitage Bridge,  un puente de piedra, que data de 1770,  desde donde se puede admirar la cascada de Black Linn Fall.


La cascada también se puede ver desde el balcón de la sala circular Oassian’s Hall of Mirrors, una extraña construcción que levantaron los duques de Atholl.



Durante el trayecto encuentras detalles decorativos con materiales del propio bosque, como una tumbona tallada de un tronco, perfecto para relajarse mirando la copa de los pinos y el sonido del bosque, o miles de monedas de céntimos incrustados en un tronco talado, una costumbre basada en la creencia popular que afirma que así se deshacen las enfermedades y dolencias.





Después de una hora, aproximadamente, regresamos por el mismo camino, que entre las sombras de los majestuosos árboles devuelve de nuevo al aparcamiento y al mundo real. 


SCONE PALACE

Abandonamos Dunkeld en dirección a Perth e hicimos una parada para visitar el Palacio de Scone.

Se trata de un castillo, construido en 1808 de piedra arenisca y estilo gótico georgiano, que ocupa el mismo lugar donde antes se levantaba la Abadía de Scone que contenía la "Piedra del Destino", en la que se coronaba a los reyes escoceses durante la Edad Media.

En 1926 la piedra fue robada por el rey inglés Edward I y llevada a Londres. De hecho es la base del trono real de Westminster Abbey donde muchos reyes ingleses han sido coronados. En 1996 la piedra fue devuelta a Escocia y se exhibe en el castillo de Edimburgo.

Con el desalojo de la piedra, la abadía fue perdiendo importancia, y en el siglo XIX, los condes de Mansfields construyeron, ocupando su base el Palacio de Scone que, en la actualidad, sigue siendo propiedad de los mismos y cuando residen en él se encuentra cerrado al público.

El palacio alberga impresionantes salones, con una magnífica colección de porcelanas, relojes, cerámicas, animales disecados y otras colecciones familiares. Todo muy bien cuidado y conservado.




En los jardines, frente a la capilla del siglo XVII se encuentra un bloque rectangular de arenisca, que es una réplica de la "Piedra del Destino",  en el mismo lugar en el que durante la Edad Media tenían lugar las coronaciones . Los nobles juraban lealtad a su rey con las botas en contacto con su tierra ancestral.



Frente al palacio, una campana pende de un árbol. Se hacía sonar cuando se dictaba una ley en el Parlamento, que tenían lugar en Mote Hill, la colina adyacente .



Debajo del árbol y la campana, hay una espada clavada en la piedra, cuyo significado desconocemos  pero que intentamos  sacar, como si la del Rey Arturo se tratara y tuviera una recompensa pero ni siquiera con ayuda lo conseguimo.


Aunque en el interior del palacio no permiten hacer fotos, conseguí sacar una de la réplica de la silla de coronación con la  piedra debajo, que se muestra en la habitación del duque de Lennox.



Finalizada esta interesante visita nos dirigimos directamente a St. Andrew, situada en la costa Este, a 34,4 millas 34,4 millas. 

El día nos había dado para mucho, gracias a la proximidad de los lugares que visitamos y, aunque sólo disponíamos de una  tarde, no queríamos regresar de Escocia sin visitar las ruinas de tan magnífica abadía.

ST. ANDREW EN FIFE

La ciudad de St. Andrew es una de las más antiguas e históricamente importantes de Escocia. Es famosa por su Catedral, actualmente derruida (que en su tiempo fue la más grande de Escocia) y su castillo, también en ruinas pero,  además, es conocida por poseer una de las universidades más antiguas y prestigiosas del Reino Unido y por la cantidad de campos de golf que tiene.

Aparcamos el coche y fuimos paseando por una de las calles principales del casco antiguo, muy bien conservado, con bellísimos edificios tradiciones.







Las tres calles comerciales paralelas: South, Market y North, tienen tiendas muy tipicas y desembocan en los  restos de la histórica catedral.





Catedral de St Andrews


Al llegar ante los restos de la Catedral de St Andrews quedamos impactados, ante tal monumento uno sólo puede imaginar cuán espectacular fue en su antigua gloria.

Además de ser la iglesia más grande de toda Escocia, fue un centro religioso que atraía a peregrinos de todo el mundo. Saint Andrew fue la capital religiosa de Escocia desde la llegada y conversión al cristianismo hasta la reforma protestante.  Hoy en día sus impresionantes ruinas atraen a millones de visitantes.

Comenzó a construirse en el siglo XII pero no se concluyó hasta 1318, durante el reinado de Roberto I de Escocia. Sin embargo, durante la violenta Reforma religiosa del siglo XVI, la catedral fue saqueada, quedó en ruinas, y la ciudad perdió gran parte de su poder e influencia.

El espacio de la catedral y el cementerio están abiertos al público de forma gratuita, mientras que  subir a St Rule´s Tower (la única torre de la iglesia que sobrevive) y visitar el museo cuesta 5 libras (cierran a las 17:00).







Junto a las ruinas de la catedral, el tamaño del cementerio es sorprendente, con algunas de las tumbas más antiguas de Escocia. 





El museo contiene una buena muestra de epigrafía medieval, y el sarcófago de Saint Andrews, una obra maestra de la escultura picta (nada menos que del siglo VIII).


Andrews Castle

Detrás de la catedral, en los acantilados con vistas al Mar del Norte, se halla el castillo St Andrews Castle con las olas rompiendo en sus murallas. La antigua fortaleza, del siglo XIII, era a la vez un palacio y una prisión y destaca la red de pasadizos subterráneos.

Las sugerentes ruinas frente al mar son solo hoy un recuerdo de lo que fue uno de los más sólidos bastiones. Asediado de forma casi continua durante el siglo XIV, por su interior y subsuelo discurría una red de túneles para comunicar los diferentes espacios del castillo. El enfrentamiento religioso entre católicos y protestantes escondía intereses económicos de control político y por eso la destrucción de la fortaleza se llevó con saña. El azote de viento y tempestades causaron el resto. 

La entrada cuesta 6 euros y esta combinada con la entrada de la catedral.







Universidad de St Andrews 

Al igual que Stirling, St Andrews alberga una de las universidades más antiguas y prestigiosas de Escocia, y en los pubs se concentra un ambiente estudiantil. De esta universidad han salido alumnos muy célebres pero hace pocos años, el foco mediático, se produjo porque aquí fue donde príncipe Guillermo, Duque de Cambridge se matriculó y conoció a su mujer Kate Middleton.

Es también en esta Universidad donde Clara Ponsatí, exconsellera de la Generalitat, ejerce de profesora en la School of Economics and Finance, siendo anteriormente la directora de la Escuela de Economía y Finanzas.





En conjunto,  esta ciudad resultó una visita imprescindible, especialmente los restos históricos de su Catedral nos dejaron maravillados. Nos quedamos con las ganas de alojarnos allí una noche pero era el último día de nuestra ruta por el país, ya sólo nos quedaba Edimburgo por visitar y antes  teníamos que devolver el coche en el aeropuerto.


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