4. GLENCOE – FORT WILLIAM – KYLE OF LOCHALS
21:31
Nos desviamos unas millas de nuestra ruta para visitar el castillo en ruinas de Kilchum, luego continuamos hacia el magnífico valle de Glencoe. Por la tarde desde Fort William nos dirigimos a Glenfinnan para ver el viaducto por donde pasa el Tren Jacobita y, finalmente, continuamos hasta Kyle of Lochals, a la entrada de la isla Iskye.
KILCHUM CASTLE
De Crianlarich nos desviamos por la A85, 20,4 millas, para llegar a Kilchum Castle, un castillo en ruinas del siglo XV, perteneciente a la rama del Clan Campbell, que estaba situado en una pequeña isla del lago Awe pero que, actualmente, está conectado con el continente debido a que se alteró el nivel del agua en 1817.
Durante las rebeliones jacobitas, de 1715 y 1745, fue usado como guarnición del Gobierno. En 1760 el castillo fue dañado por una gran tempestad, que le dejó en ruinas y posteriormente fue abandonado por completo.
Hoy en día el Castillo de Kilchurn es propiedad de una asociación llamada «Escocia histórica» y en los meses de verano se abre al público.
Su posición pintoresca en el lago, rodeado de montes y su estado ruinoso le convierten en uno de los castillos más románticos de Escocia, quizás, también debido a la leyenda de la Dama del Lago Awe, una versión medieval de Penélope esperando a su amado. Al igual, la Dama del Lago tejía de día y destejía de noche prolongando así el momento de su boda con un barón, que insiste en casarse con ella. Finalmente, como Ulises, el marido regresa de las Cruzadas y evita la boda de su esposa.
Camino al castillo vemos, por primera vez, las típicas vacas autóctonas de las Tierras Altas escocesas, conocidas en inglés como «Highland cow», que tienen grandes cuernos y largos pelaje a modo de flequillo. Una raza muy resistente, que ha sido cruzada para soportar las condiciones extremas de estas tierras,
Mientras pastaban tranquilamente, nos acercamos a saludarlas pero tímidamente se retraían al acercarnos.
Su imagen peculiar es tan popular que es fácil creer que las crían para decorar con ellas las Highlands de Escocia.
Del castillo tomamos una carretera secundaria, que atravesaba el valle de Glen Orchy, hasta llegar a Bridge of Orchy, una zona rodeada de lagos, ríos montañas y hermosos paisajes, prácticamente solitaria.
Hicimos varias paradas en River Orchy. La zona transmitía mucha paz.
VALLE de GLEN COE
Saliendo de la carretera secundaria, seguimos por la A82, que lleva hacia el Valle de Glen Coe, una ruta que se adentra en las Highlands y atraviesa lugares espectaculares.
Paramos varias de veces a contemplar el bellísimo paisaje y hacer fotos. A pesar de que el día estaba nublado, desde los miradores de Loch Tulla se podían observar los desolados paramos de Rannoch Moor.
Después de Kingshouse, accedimos al Valle de Glen Elive tomando un sendero que se desviaba hacía el sur. Estaba señalizado con un cartel muy pequeño que apenas se veía, pero la imponente presencia de la icónica montaña The Buachaille puede ser referencia como punto de entrada.
Es un valle precioso, con un paisaje espectacular. La carretera de acceso es muy estrecha y hay dificultad para circular en las dos direcciones pero, cada pocos metros, hay unos entrantes que facilitan el paso de los vehículos en dirección contraria.
Recorrer las doce millas que separan la entrada de Glen Etive del fondo del valle, es un auténtico placer. El paisaje no puede ser más bello y motivador: desde las cascadas y saltos de agua del río Etive a las vistas del Buachaille Etive Mor y el resto de espectaculares montañas.
La carretera termina en Gualachulain, a orillas de Loch Etive, que es donde desemboca el río que recorre el valle. Allí hay parking para dejar el coche y una zona de acampada libre.
Las aguas son saladas, frías y cristalinas y el aire, absolutamente puro, trae la brisa del lago con sabor y olor a mar.
Un sendero bordea el lago con rutas de senderismo y nos hubiera encantado poder disfrutar al menos de algún tramo pero, para eso, necesitábamos medio día más.
Así que tras una breve estancia abandonamos el lugar pero ¡cuánto nos costó dejar Glen Etive!.
Regresamos a A82, la ruta principal, y paramos en un amplio mirador que se abría en la carretera para hacernos unas fotos en la falda de Buachaille Etive Mor y en Three Sisters. Un paisaje grandioso, con rutas que se adentraban y que también nos quedamos con las ganas de explorar.
La ruta continúa por la A82 hasta pasado Ballachullish, justo donde el Loch Leven (de agua dulce) se une con un brazo de agua salada de Loch Linnhe.
Seguimos por la A82 y, al llegar a Fort William, decidimos desviarnos por la A 830 hasta Glenfinnan, para ver el viaducto por donde pasa el tren a vapor Jacobita, famoso por aparecer en alguna de las películas de Harry Potter.
El viaducto, tiene 21 arcos y fue construido en 1898 para permitir el paso de los trenes de Fort William a Mallaig, recorriendo las Tierras Altas de Escocia. Es una atracción que atrae mucho a los niños y fans de Harry Potter, pero también está considerado uno de los mejores viajes en tren del mundo porque transcurre por espectaculares lugares.
Al llegar estacionamos el coche en un parking del centro de visitantes. El último tren había pasado a las 15:15h, así que nos conformamos con ver el viaducto desde el mirador, al que se accedía desde el parking.
Si te interesa ver los horarios del tren, pincha aquí.
Desde el mirador se aprecia el monumento a Glenfinnan, una torre de 18 metros, situada en un bello entorno, a orillas del Loch Shiel. Se trata de un tributo a los hombres de los clanes que lucharon y murieron por la causa jacobita del Principe Charles Edward Stuart.
Para ver el viaducto desde la espectacular curva hay que tomar un camino que sale del aparcamiento gratis y andar unos diez minutos. Nosotros, como se hacía tarde, decidimos emprender el viaje de retorno y parar un poco en el pueblo costero de Fort William, a orillas del lago Loch Linnhe, que al pasar nos había parecido muy bonito, pero el gps nos introdujo por un camino secundario y nos desviamos sin darnos cuenta.
Cerca de Spean Bridge vimos Commando Memorial, un monumento dedicado a los comandos británicos que lucharon durante la Segunda Guerra Mundial. Más que la escultura, lo que nos gustó fue la panorámica que se obtenía del lugar, con el Ben Nevis (la montaña más alta del Reino Unido) y el Aonach Mòr como protagonistas, aunque no era un día muy claro y las cumbres estaban cubiertas de nubes.
Al llegar a Invergarry nos desviamos por la A87 hasta Kyle of Lochals, donde, esa noche, teníamos reservado el alojamiento.
Desde la carretera, una millas antes de llegar, vimos el castillo de Eilean Donan, una de las imágenes más icónicas de Escocia. Aunque era tarde, no pudimos resistirnos sin parar unos segundos, lo visitaríamos al regreso de la isla de Skye.
Cuando llegamos al hotel, pasadas las 21h , ya era tarde y habían cerrado la cocina. Aún así, tuvieron la amabilidad de prepararnos una cena semifría.
El lugar era precioso y tranquilo, a orillas del mar. Después de cenar dimos un paseo y disfrutamos del paisaje y de una bonita puesta de sol.
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