2.THE KELPIES - STIRLING

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STIRLING es una bonita ciudad que, debido a su situación estratégica, fue durante siglos, escenario de batallas y en donde se desarrollaron buena parte de los acontecimientos históricos de Escocia.











THE KELPIES

Nada más aterrizar en Edimburgo, recogimos el coche de alquiler e iniciamos nuestro viaje en dirección a Stirling. 

Tomamos la M9y  después de Falkirk,  a la izquierda de la carretera, vimos dos colosales cabezas de caballo, conocidas como los " The Kelpies,   unas esculturas inspiradas en la mitología escocesa, que se inauguraron en 2014  y encarnan, a partes iguales, la historia y las leyendas de Escocia.

Según la mitología, los "kelpies¨, son unas criaturas malignas que rondan los lagos, ríos y riachuelos de Escocia y para atraer a sus víctimas, a veces, adoptan el cuerpo de un reluciente caballo y al ingenuo que intenta domarlos le arrastran hasta el fondo del lago o río más cercano y le devoran.

Como íbamos bien de tiempo, nos desviamos para verlas de cerca al parque donde están situadas, junto al canal de Forth y Clyde. Un lugar muy tranquilo y agradable para dar un paseo. 



Si desde la carretera sorprenden, de cerca The Kelpies, son impresionantes.



STIRLING

Poco después llegamos a Stirling, e inauguramos nuestro primer día viaje, alojándonos en un castillo, situado en las proximidades. Siempre es una buena experiencia al visitar Escocia, aunque echamos de menos algún" ghost". 





Stirling es una pequeña y bonita ciudad que domina el río Forth y se considera la puerta de entrada que lleva a las Highlands (Tierras Altas). Debido a su situación estratégica, fue, durante siglos, escenario de batallas y de buena parte de los acontecimientos históricos. 

Castillo de Stirling

El casco antiguo medieval de Stirling es impresionante y está coronado por un castillo, en lo alto de una colina, representativo de la historia de Escocia. Las primeras referencias datan del S.XII, siendo testigo de diferentes coronaciones de reyes y reinas. A partir de 1216, se convirtió en residencia real, (en él vivió María Estuardo) y, el siglo XIV, fue escenario de las guerras de la independencia. La última batalla que vivió fue su defensa ante el ataque de los jacobitas en 1746 (William Wallace, Robert Bruce) y la monarquía inglesa. Una parte de su historia fascinante.

Su visita es imprescindible. Destaca el Gran Salón, con el techo de madera que parece una quilla de un barco, y los elegantes salones decorados con muebles de época que nos dan una buena idea de la forma de vida de aquel entonces. Si quieres saber mas: https://masedimburgo.com/2017/06/27/guia-stirling-que-ver/



El castillo está muy bien conservado, cuenta con grandes vistas y un jardín muy bien cuidado.



En una de las estancias del rey se encuentran las “Stirling heads”,  unos rosetones en el techo, de madera pintados, que representan a figuras históricas.


En uno de los tapices vemos un unicornio, una imagen que se encuentra representada por todo el país en pinturas, esculturas, escudos, etc. Es el animal nacional de Escocia, que se asociaba a la pureza y, al mismo tiempo, era considerado salvaje, temible e indomable.


En la muralla hay una gran batería de cañones que se remontan a 1708. Ante la necesidad de sincronizar relojes de alguna manera, sobretodo para los numerosos barcos que se encontraban en el estuario del río Forth esperando partir, en 1852, se decide instalar la «bola del tiempo» (The time ball). Esta costumbre se sigue realizando a las 13h de cada día, disparando uno de los cañones ligeros que allí se encuentran.


La posición dominante del castillo y su situación geográfica, justo en la frontera con las Tierras Altas, convierten a Stirling en uno de los lugares estratégicos más importantes del país. De hecho, es famosa la frase que se ha pronunciado en multitud de guerras : "El que controla Stirling, controla Escocia".


Desde sus murallas se domina toda la llanura, el río (donde hubo la gran batalla) y el monumento a William Wallace, que más tarde visitamos. 


Iglesia de Holy Rude. 

A los pies del castillo, se encuentra la Iglesia de Holy Rude, un templo gótico, que fue el lugar en el que, en 1567, se coronó, con apenas un año, al único hijo de María Estuardo: Jacobo VI –que más tarde sería además Jacobo I de Inglaterra-, lo que convierte a esta iglesia en una de las dos de Reino Unido en las que se han coronado reyes de Inglaterra (honor compartido con la Abadía de Westminster).





Old Tow Cemetery. 
Situado en el entorno a la iglesia de Holy Rude, se encuentra el viejo cementerio de Stirling. En él descansan ilustres personajes locales y es una muy agradable pasear por él mientras se observa de cerca algunas de sus lápidas o esculturas, auténticas obras de arte, muchas de las cuales datan del siglo XIX. 


Entre las tumbas se puede ver el Monumento victoriano en memoria a Margaret y Agnes Wilso, mártires de Wigtown, las hermanas Margaret y Agnes Wilson, que sufrieron por su fe religiosa y sus ideas políticas covenanters en el siglo XVII. El crimen por el que merecieron la muerte fue por negarse a jurar la lealtad al rey inglés, Jacobo VII, reconociéndolo como cabeza de la Iglesia.


Bajando  por la calle principal, se encuentra el bello edificio de Argyll´s Lodging, que nos quedamos con las ganas de visitar  porque estaba cerrado y dicen que es un  perfecto ejemplo del tipo de vida de  la nobleza, en aquellos tiempos. Tampoco pudimos visitar, por hallarse en reformas, Cowane´s Hospital, un antiguo asilo para pobres que dicen tiene una arquitectura fascinante.


Muy cerca se encuentra también Old Town Jail, la antigua prisión. Fue construida en 1847 para aliviar el abarrotamiento de la antigua prisión y era calificada en la época como la peor de todo Reino Unido. El nuevo edificio continuó usándose como cárcel militar hasta 1935.



Monumento de Williams Wallace

Ubicado  a las afueras de la ciudad, el Monumento de Williams Wallace parece surgir de entre las copas de los árboles de las colinas cercanas. Esta atalaya es un monumento –levantado en la época victoriana- en recuerdo a William Wallace, el líder escocés que lucho por la independencia de su país a finales del siglo XIII. Precisamente en los campos de Stirling consiguió una de las victorias más importantes de las Guerras de Independencia de Escocia al derrotar al ejército inglés.


Una vez pagada la entrada, se accede al monumento en un microbús gratuito o bien andando. La torre se compone de tres plantas, por las que se accede mediante una escalera de caracol bastante estrecha. En la primera planta se encuentra la sala de armas, una galería donde cuentan los acontecimientos más importantes de la famosa batalla del Puente de Stirling. En la segunda planta se haya el salón de los héroes, dedicado especialmente a la vida de William Wallace y donde destaca su enorme espalda.






Desde la tercera planta de la Torre de Wallace se puede disfrutar de una espectacular vista del lugar en el que ocurrió la batalla, inmortalizada en el cine en la película Braveheart por Mel Gibson. Como anécdota, en 1996 se instaló una polémica estatua de William Wallace en el aparcamiento del monumento con la cara de Mel Gibson pero como raro era el día en que no aparecía vandalizada, le pusieron paneles protectores y, finalmente, la quitaron de en medio.





Nos acercamos al famoso puente de Stirling, una maravilla de piedra que sustituye al que William Wallace uso para derrotar a los ingleses el 11 de sept. de 1297.



Una de las noches que estuvimos, nos alojamos en el campus de la Universidad de Stirling, que cuenta con unas magníficas instalaciones y está situado medio de un magnífico paisaje, a pocos metros del monumento Wallace.  Fue una bonita experiencia que recomendamos. Se puede reservar directamente.  

Cerca de Starling realizamos dos interesantes excursiones: Las ruinas de la abadía de Cambuskenneth y el Castillo de Doune.

La abadía de Cambuskenneth, en su momento, fue uno de los monasterios más importantes de toda Escocia del que apenas queda nada salvo su bonito campanario. Fue fundado por los Agustinos, por orden del rey escocés David I en el siglo XII y estaba compuesta por un extenso complejo de edificios, incluida una gran iglesia. La época de mayor actividad fueron los siglos XIII y XIV y estuvo muy vinculada al castillo de Starling.

Se encuentra en un agradable lugar tranquilo, solitario, suele estar abierto y es gratis.  Cuando llegamos no había nadie y pudimos acceder a él con facilidad.




Detrás de la torre se encuentran las magníficas tumbas donde están enterrados el rey James III y su esposa la reina Margarita de Dinamarca.


Castillo de Doune

Finalmente, nos acercamos al Castillo de Doune situado en las proximidades de Stirling, una fortaleza de las mejores conservadas de Escocia y que ha sido escenario de numerosas películas y series de televisión como Outlaw King, Los Caballeros de la Mesa Cuadrada, Juego de Tronos (donde fue Invernalia) y Outlander (donde hizo las veces del castillo Leoch).

Los orígenes del castillo de Doune datan probablemente del siglo XIII, quedando muy dañado durante las Guerras de Independencia. En el 1400 fue reconstruido, convirtiéndose en un refugio de caza ideal y en un lugar de  retiro para los miembros de la familia real y sus allegados.

De nuevo, durante los siglos XVII y XVIII, estuvo en el epicentro de las actividades militares tanto de la Guerra de los Tres Reinos como de los levantamientos jacobitas, quedando en un estado de abandono y ruina, hasta que en 1880 se iniciaron los trabajos de restauración y, en el siglo XX, pasó a manos del Estado, que lo entregó a Historic Scotland para su cuidado y mantenimiento.

Su visita merece mucho la pena. Se pueden recorrer las estancias del interior de la fortificación y, aunque carecen de mobiliario, resultan muy interesantes.


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