8. GRECIA: ATENAS (2ª PARTE)
22:01
Seguimos recorriendo Atenas. En la Plaza Sintagma, vemos el cambio de guardia. En el barrio de Monasteraki visitamos las dos ágoras (la romana y la antigua), nos acercamos al mercado central y más tarde al fantástico Museo Arqueológico. Nos despedimos desde el Monte Licabeto con una magnífica vista de la ciudad.
PLAZA SINTAGMA. CAMBIO DE GUARDIA
Después de un excelente desayuno, en el hotel, nos acercamos a la Plaza Sintagma, también conocida como Plaza de la Constitución, por haber sido el lugar en el que el pueblo alzó su voz el 3 de septiembre de 1843 para ordenar al Rey Otón, que aceptara la redacción de una constitución.
Es un gran espacio abierto, rodeado de modernos edificios que albergan las representaciones diplomáticas o comerciales de otros países, grandes hoteles y el centro de la vida económica y social de la capital.
En la cima de una escalinata, se halla el palacio del Parlamento, construido como residencia del rey Othón de Baviera, entre los años 1836 y 1842, en estilo neoclásico, con un pórtico dórico en la planta baja. La familia Real se trasladó en 1935 a un nuevo palacio y, actualmente, éste es la sede de la Cámara de los Diputados, el Consejo de Estado y el Ministerio de la Presidencia.
A diario, en cada hora impar, participan cinco evzones que realizan una especie de baile ceremonial muy vistoso, en el que los soldados levantan repetidas veces una de sus piernas hasta formar un ángulo de 90 grados, en todo un alarde de fuerza y equilibrio. Los dos guardias que custodian la tumba del soldado desconocido, son sustituidos por dos nuevos evzones, dirigidos todos ellos por un quinto. Al término del cambio, aparece en escena un nuevo soldado encargado de arreglarles la ropa, el gorro y secarles el sudor y que no luce el tradicional traje de los evzones.
El cambio de guardia más espectacular se realiza los domingos, a las 11:00 de la mañana pero nosotros no coincidimos con ese día.
Justo detrás del Parlamento, en la calle Irodou Attikou, los guardias permiten fotografiarse con ellos. Curioso como aguantan sin moverse, como si fueran estatuas, las dos horas hasta el cambio de guardia.
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MONASTIRAKI
Por la peatonal calle Ermou, que está llenas de tiendas de moda y centros comerciales, llegamos a las calles más típicas de Odós Pandróssou y Odós Iféstou.
Plaza Monastiraki
En esta zona, el paisaje urbano está embellecido por pequeñas iglesias bizantinas y palacetes de estilo clásico, levantados por la rica burguesía del siglo XIX, testimonios de la antigüedad clásica.
Es un barrio muy animado que alberga puestos callejeros, que venden desde joyas hasta trastos, conservando un ambiente popular y pintoresco.
Las tiendas están llenas de mercancía y cada una tiene una especialidad. Se puede encontrar de todo.
LAS DOS ÁGORAS
Hubo en Atenas dos ágoras vecinas, pero distintas. Una es Ágora de Atenas ( propiamente dicha, que se remonta al siglo VI a.C. La otra, establecida bajo dominación romana (Ágora Romana), se encuentra cerca de la plaza Monastiraki. Todas estas visitas están incluidas con la entrada combinada de la Acrópolis.
ÁGORA ROMANA
Fue construida bajo el emperador romano Augusto entre los años 19 a.C. y 11 a.C. y agrandada por Adriano. Tenía dos entradas y estaba rodeada de stoas, que albergaban comercios y un mercado.
Entre los restos más importantes que se pueden ver está la biblioteca del emperador Adriano, la Torre de los Vientos y la Puerta de Atenea Arquegetis
LA BIBLIOTECA DE ADRIANO. ÁGORA ROMANA
Próxima a la Plaza Monastiráki se encuentra la Biblioteca de Adriano. Aunque los restos que se conservan son muy escasos, aprovechando la entrada combinada de la Acrópolis, hicimos una breve visita.
Es conocida como la “biblioteca de las cien columnas” y fue construida en el 132 de nuestra hera, por el emperador Adriano, a la que cedió su gran colección de libros. Creía que así se ganaría el respeto de los atenienses. Ocupaba un extenso recinto, de 122 por 80 metros, que se encontraba rodeado por una galería compuesta por 100 columnas.
La biblioteca quedó destrozada y perdida en el olvido hasta 1885, cuando comenzaron las excavaciones, tras las cuáles, se encontraros algunos bloques de piedra caliza e impresionantes columnas corintias de más de ocho metros de altura, además de los restos de los cimientos de una pequeña iglesia construida en el siglo V y una estatua de la diosa Nike.
TORRE DE LOS VIENTOS
Entre las ruinas del ágora romana y próxima a la biblioteca se encuentra la Torre de los Vientos. Se trata de un reloj público, construido en mármol en el siglo II a.C., por el astrónomo y arquitecto Andronikos Kyrrestes.
La torre tiene ocho lados, como la rosa de los vientos. Los frisos externos representan cada uno de los vientos. Los lados norte y este contienen una abertura que deja entrar la luz al interior de la torre.
PUERTA DE ATENEA ARQUEGETIS
Era la entrada occidental al Ágora romana. Fue construida en el año 11 .C., mediante donaciones de Julio César y Augusto. Se trata de un monumento dedicado por los atenienses a su patrona, la diosa Atenea Arquegetis. La puerta monumental tiene cuatro columnas dóricas sobre un zócalo de mármol, que soportan un amplio frontón.
Está considerada como el segundo resto más destacado, tras la Torre de los Vientos.
ÁGORA DE ATENAS (Abierto de 8.30h a 15h)
Nos alejamos un poco de la Plaza Monastiraki para visitar el Ágora de Atenas, también conocida como Ágora antigua, el corazón político de la Atenas del 600 a.C. y el lugar más importante de la ciudad después de la Acrópolis.
Se trata de un amplio recinto al aire libre, al pie de la colina de la Acrópolis, muy agradable y tranquilo para dar un paseo, al tiempo que se admira lo poco que queda del lugar,.
Era el centro de la actividad política, administrativa, comercial y social de la antigua Atenas, su foco religioso y cultural, y el lugar de impartición de justicia. Un espacio abierto, flanqueado por una acumulación de edificios públicos, de los tan sólo quedan en pie el Templo de Hefesteón y la Stoa de Átalo.
En este lugar nació la democracia y por aquí pasearon filósofos conocidos por todos como Sócrates o Platón. Aquí se votaban las leyes, se celebraban juicios, se vendían los productos artesanos.
En el centro del Ágora se encontraba El Odeón de Agripa (150 d.C. ), una sala para conciertos y conferencias. Tenía planta rectangular, de dos pisos, unas gradas con aforo de hasta 1000 espectadores. La decoración de una de la fachada se apoyaba en pilastras, a las que se adosaron estatuas de gigantes y tritones (figuras mitad dios, mitad pez); y torsos derivados de las esculturas de los frontones del Partenón.
Es el templo mejor conservado de Atenas y llaman especialmente la atención los elementos esculpidos que conserva.
Templo de Hefesteón
En la escultura de uno de sus frisos relata las fatigas de Heracles y las luchas con los Centauros.
Por el camino que desciende la colina, se llega a la Stoa de Átalo, que fue reconstruida por arqueólogos americanos, hacia el 1953, sobre los cimientos originales y materiales antiguos. Las "stoas" eran edificios de planta rectangular con columnas donde se iba a conversar y a comprar al mercado. Un lugar perfecto para refugiarse del sol y del frío. Esta Stoa es la única que se conserva en Atenas. El edificio, que consta de dos plantas, fue reconvertido en museo a mediados del s.XX.para albergar restos de las excavaciones del ágora: esculturas de diferentes dioses, vasijas, armas, joyas, ...
Stoa de Átalo
Próximo al Ágora se encuentra el cementerio más grande de la antigua Atenas. Data del 478 a.C y se descubrió en el 1862 tras unas excavaciones.
No entramos, estábamos cansados y a penas lo vimos desde fuera, a pesar de que la entrada estaba incluida con la de la Acrópolis.
MERCADO CENTRAL DE ATENAS
En nuestros viajes, siempre que podemos, aprovechamos para visitar los mercados, que es donde más se concentra la vida popular. Nos encanta ver los puestos de pescados, mariscos, carnes, verduras, frutas y descubrir los productos autóctonos.
El mercado central de Atenas, esta situado entre la Plaza de Omonia y la Plaza de Monastiraki. En un edifico cubierto están a un lado la carne y en el otro el pescado, con sus vendedores ofreciendo la mercancía a gritos; Cruzando la calle, los puestos de fruta, verduras, hortalizas, olivas, especies,
Qué buenas las olivas turcas!
Compramos aceitunas, frutos secos y frutas. Todo muy rico y barato.
Pequeña y antigua iglesia ortodoxa, al lado del mercado central.
Sábados y domingos: de 9:00 a 16:00 horas) . Patission Street 44, al norte de la Plaza Omonia.
No podíamos dejar de visitar Museo Arqueologico Nacional, construido entre 1866 y 1889 para albergar la mayor parte de los objetos arqueológicos, procedentes desde la prehistoria hasta la antigüedad, que fueron hallados en Grecia. La combinación de objetos únicos como oros micénicos esculturas, cerámica, joyas y otras muchas antigüedades halladas en excavaciones, como la auténtica máscara de Agamenón. le coloca entre los mejores museos del mundo.
La visita es muy aconsejable.
A la derecha, la máscara funeraria de Agamenón, que se piensa perteneció al legendario rey. de Micenas. e mediados (s.XVII a.C.)
ACADEMIA DE ATENAS
De vuelta, por la calle Patission vemos el bello edificio de la Academia de Atenas, edificado entre 1859 y 1887. Dedicada a investigar y a profundizar en el conocimiento, en ella se desarrolló casi todo el trabajo matemático de la época. Puede ser considerada como un antecedente de las universidades.
MUSEO BENAKI
Como nos sobraba tiempo, subimos por el lateral de la Plaza Sintagma, al barrio chic de Kolonaki para visitar este museo, fundado en 1931 por un acaudalado ateniense y que alberga una exposición única de la cultura griega, desde la prehistoria hasta el siglo XX.
Destaca la sala Kozani que reproduce un salón del siglo XVIII.
MONTSE LICABETO
Con la idea de ver el atardecer, nos acercamos al Monte Licabeto, que se alza a 277 m sobre la ciudad.
La subida fue agotadora hasta llegar al teleférico que asciende hasta la cumbre. Y al llegar allí estaba nublado y el sol estaba oculto. Aún así pudimos disfrutar de las magníficas vistas de la ciudad, con la Acrópolis y el mar al fondo. Corona la colina una pequeña capilla bizantina dedicada al profeta Elías.
De aquí nos fuimos a cenar al barrio de Plaka. Ruinas aparte, había que seguir conociendo la ancestral gastronomía griega, que no nos decepcionó en ningún momento.
CONTINÚA POR:
9. MIKONOS
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