GUIMERAES/ OPORTO

18:00




El tercer día de nuestra estancia en Oporto hicimos una pequeña escapada a Guimaraes, conocida como la ciudad donde nació Portugal











3er día.

GUIMARAES /OPORTO

Este día decidimos hacer una breve visita a la ciudad histórica de Guimarães, situada a 50 km al noroeste de Oporto. Habíamos mirado los horarios de trenes y, después de desayunar, salimos en el de la 8:20. El billete de ida y vuelta nos costó 7,50 y el trayecto duró 1h 15min.

La estación de tren de Guimaraes nos dejó a 1km del casco antiguo de la ciudad, habían autobuses pero decidimos ir andando siguiendo la Avenida Dom Joao, que conduce a la preciosa iglesia de Nossa Senhora da Consolaçao.






Esta ciudad, perteneciente al distrito de Braga, es conocida como la ciudad donde nació Portugal: "Aquí nació Portugal" escrito en el pequeño tramo de la muralla que se conserva, el resto fue destruido en el siglo XIX y sustituido por las fachadas de las viviendas que, en la agradable avenida, envuelven el casco de intramuros.



La Plaza de Toural era en el siglo XVII una plaza extramuros junto a la puerta principal del pueblo, en donde se realizaba la feria del ganado bovino y otros productos.



Es una localidad limpia y tranquila , con una luminosidad y un colorido de gran belleza.







Su pequeño centro histórico es precioso y en él se concentran la mayoría de los puntos de interés. Está formado por una serie de bonitas plazas interconectadas en las que pueden verse por todas partes las casas tradicionales y los antiguos edificios religiosos, cuyo origen se remonta a la fundación de Portugal.

La ciudad de origen en el siglo X. En esa época la Condesa Mumadona Dias, viuda de Hermenegildo Mendes, ordenó construir un monasterio que se convirtió en un núcleo de peregrinación y dio origen al asentamiento de una población.

El Monumento del Salado conmemora la victoria portuguesa en la batalla del Salado en 1340 y es uno de los principales puntos de reunión de los habitantes de Guimaraes.












En algunos rinconces del casco urbano, hay representaciones iconográficas de naturaleza religiosa, en Largo da Misericordia está expuesta la capilla de los pasos de la Pasión de Cristo, en el Largo da Misericorida.






El Convento de Santa Clara es el actual Ayuntamiento de Guimaraes, fue fundado en el siglo XV por el canónigo del colegio de Oliveira Baltasar de Andrade. Posee una fachada barroca en cuyo centro se encuentra la estatua de Santa Clara. El claustro de dos pisos es de tipo clásico.
 
Camino al castillo pasamos por la Iglesia de Nuestra Señora do Camo, situada en una ajardinada placita .



Mumadona, para defender el monasterio de Santa Clara que había fundado, de los ataques de los moros, también construyó un castillo en una colina que quedó unido al convento por la calle Santa Mar.En él se libró la batalla de S. Mamede (el 24 de Junio de 1128), relacionada con los orígenes de Portugal como nación. por fuera tiene una bonita imagen pero su interior es poco más que una ruina histórica importante, pudiendo explorarse en sólo unos cuantos minutos. La entrada es gratuita.

Consta de 7 torres cuadradas con almenas construidas sobre la roca, destacando especialmente la Torre del Homenaje, de 28 metros de altura, a la que se puede subir. Puede recorrerse el perímetro a través de una pasarela superior que rodea el patio de armas.





En la zona del castillo se puede visitar el Convento de la Misericordia una preciosa iglesia perfectamente restaurada, con unos azulejos en los que se ha repicado las caras de los personajes que representan al demonio.





Pero la visita que verdaderamente vale la pena es la del Palacio de los Duques de Bragança, con su maravillosa arquitectura gótica y sus impresionantes tapices y muebles del siglo XV. Se trata de una casa señorial de inicio del siglo XV, mandada edificar por el Conde D. Henrique, futuro Conde de Bragança, hijo bastardo del rey Joao I, y que le servirá de residencia junto a su segunda mujer, Constança de Noronha. El edificio está considerado como Monumento Nacional. La entrada cuesta 5€.















Terminada la visita del casco antiguo nos planteamos subir al teleférico que sube hasta a Montaña da Penha, un paseo a muy recomendado por las fantásticas vistas de las que puede disfrutarse desde la cumbre, pero decidimos volver a Oporto para visitar el mercado de Bolhao ,que siendo lunes estaba abierto, y aprovechar para hacer algunas compras de productos típicos portugueses.

Mientras esperamos la llegada del tren nos sentamos y pedimos unas tapas en la misma estación. 


OPORTO

Llegamos a Oporto por la tarde y nos dirigimos al Mercado de Bolhao pero, antes de entrar, nos sentamos en la famosa Confitería do Bolháo, situada en frente de la entrada del mercado. La gran variedad expuesta de dulces y productos tradiciones, hacen que sea difícil decidirme.







El mercado do Bolhao, el más emblemático de la ciudad, es un edificio destartalado, de 1850 con estructura de hierro forjado del siglo XIX y una arquitectura neoclásica de dos pisos repletos de puestos comerciales. Se trata de un mercado clásico de productos frescos en la que casi todos los "tripeiros" (comedores de tripas, el mote que tienen los habitantes de esta ciudad) tienen debilidad por este mercado, que dicen es la despensa de Oporto.

Aquí encontramos quesos, aceitunas, carnes ahumadas, embutidos de todo tipo, panes, tremoços (altramuces), bacalhau y mucho más. 








También hay venta de muchos productos artesanales .





Para finalizar las visitas a esta ciudad, decidimos acercarnos a los Jardines del Palacio de Cristal, que se encuentran en la parte alta de Oporto y forman un espacio verde muy agradable desde el que se puede disfrutar, con unas nuevas vistas privilegiadas, de la desembocadura del río Duero en el Océano Atlántico.



Es un lugar muy relajante , con un espectacular jardín botánico en lo alto de Massarelos por donde pasean los pavos reales, lleno de rincones agradables, fuentes y miradouros con vistas.






En el recinto está el jardín de las plantas aromáticas, el de las plantas medicinales, el jardín de los sentimientos, el jardín de las rosas o el bosque.







Una nueva imagen de la desembocadura del río Duero en el Océano Atlántico.





Uno de los lugares más agradables de todo Oporto y al que volveríamos sin lugar a dudas. Llegó la abandonar el lugar, a las 20 h habíamos quedado en el hotel con nuestros amigos Joan y Dolors que habían llegado de Barcelona.

Después de un pequeño paseo por la parte superior del puente Don Luis I, descendimos una vez más a la Ribeira para disfrutar de una cena y una estancia juntos, en el mismo restaurante que habíamos reservado el día anterior.







Al día siguiente, a primera hora de la mañana, tomamos el avión con regreso a Barcelona. Estábamos muy cansados, no habíamos parado de callejear durante los tres días pero volvíamos con la satisfacción de haber conocido bellos rincones de estas bellas ciudades. 

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