ISLANDIA EN TRECE DÍAS.
21:12Del 21/7 al 1/8 de 2013
Islandia es la isla donde Julio Verne situó su "Viaje al centro de la Tierra" y realmente
su paisaje, a veces, parece de otro planeta.
1. ISLANDIA: REYKJAVIK
21 de julio 2013
Desde el avión Islandia aparece gris y desierta atravesada por una línea que bordea toda la isla, es la Ring Road o carretera principal que lleva a los principales destinos y cuyo rumbo tomaremos durante 13 días.
Aterrizamos en el aeropuerto de Keflavik a las 3.55h (las 5.55h en España) después de alrededor de 4 horas de viaje, más dos de retraso (lo que parece va siendo habitual en las aerolíneas de Icelandic).
El día amanece frío y plomizo. Estamos a 10 grados y lloviznea un poco.
Después de pasar la aduana cambiamos moneda, no mucho porque el país acepta tarjetas de crédito hasta para comprar el periódico y como la corona islandesa (ISK) tiene el mismo valor que nuestra antigua peseta, es fácil adaptarnos al cambio.
A través de la agencia Boreal Travel hemos alquilado un coche y nada más salir de la terminal nos esperan para acompañarnos a la oficina de "Rent a car" situada a 500m, donde recogemos un Hyundai i20, con el marcador en el kilómetro 3.893.
Nos dirigimos hacia Reyjkavik, no llevamos GPS pero todo está muy bien indicado y después de atravesar un campo de lava durante 25 min, llegamos sin dificultad a la "guesthouse" que habíamos reservado por internet. Son las 6 de la mañana (ya hemos avisado de que llegaríamos tarde).
Dormimos tres horas y tomamos una ducha rápida que huele a huevos podridos y, que a partir de ahora, será un olor bastante habitual al poner el agua caliente, ya que al ser zona de aguas termales, la calefacción y agua caliente proviene de la energía geotérmica.
Después de desayunar nos dirigimos al centro de la ciudad para iniciar nuestra ruta turística.
Reykjavik es la capital de Islandia pero aparenta una ciudad de provincias por su ambiente tranquilo, sin apenas contaminación, sin ruidos de tráfico, aire puro y luz brillante.
Su nombre significa “bahía humeante” debido a la gran cantidad de géiseres y fumaratas que hay en los alrededores.
Debido a que es la ciudad más septentrional del mundo, durante el invierno sólo recibe cuatro horas de luz solar y durante el verano apenas hay noche, lo que nos permitirá aprovechar los días al máximo.
A pesar de que sólo cuenta con una población de 120.165 habitantes (la mayor de la isla) y una superficie de 103.000km2 (Akureyri, la segunda capital del país, no llega a 20.000), está considerada como la más moderna de todo Europa y es el centro cultural, económico, social y Sede del Gobierno y el Parlamento.
El nivel económico de sus ciudadanos es bastante alto y está considerada como una de las ciudades más caras del mundo, a pesar de que ahora está mucho más barata que hace años por la depreciación de la corona islandesa.
Inicamos nuestra visita deteniéndonos en el paseo marítimo ante Sólfar, la escultura más famosa de la ciudad conocida como Sun-Craf, que representa a un antiguo barco vikingo con los remos. Es realmente bonita, desde ella se tiene una buena panorámica de la bahía y al fondo el monde Esja. Es la primera foto de nuestra estancia en esta ciudad.
Sun-Craf, por la tarde |
Caminando un poco más llegamos al edificio Harpa Conference & Concert Center (Ingolfsgarour Austurbakki) que alberga salas de conciertos, un palacio de congresos y que únicamente por conocer su magnífica arquitectura moderna ya merece una visita. La luz penetra en el interior del edificio a través de su fachada de vidrios multicolores y son fantásticas las vistas a la ciudad. En el bar de abajo sirven un café muy bueno y tenemos acceso a Internet.
Subiendo por la calle Frakkastigur, llegamos al monumento más alto y popular de la ciudad, la catedral Hallgrimskirkja, de culto luterano.
El diseño de su fachada está inspirada en las bellas columnas volcánicas muy frecuentes en toda Islandia, especialmente en la cascada negra de Svartifoss.
Su construcción duró 38 años.
Su interior sobrio, alberga un gran órgano, con más de cinco mil tubos. Durante nuestra visita estaban realizando un concierto y quedamos maravillados de la formidale acústica.
Finalmente, sacamos un ticket (400 ISK) para ascender a la torre, cuyas vistas merecen la pena.
El diseño de su fachada está inspirada en las bellas columnas volcánicas muy frecuentes en toda Islandia, especialmente en la cascada negra de Svartifoss.
El diseño del templo nos recuerda a las bellas y características formas que moldean los flujos de lava basáltica en el paisaje de Islandia, siendo un claro ejemplo la espectacular cascada negra de Svartifoss - See more at: http://www.homo-architectus.com/2013/06/iglesia-hallgrimskirkja-reikiavik-luterana-islandia-arquitectura.html#sthash.colHcKsx.dpuf
en el paisaje de Islandia, siendo un claro ejemplo la espectacular cascada negra de Svartifoss - See more at: http://www.homo-architectus.com/2013/06/iglesia-hallgrimskirkja-reikiavik-luterana-islandia-arquitectura.html#sthash.colHcKsx.dpuf
Delante hay la estatua de Leif Eriksson, el primer vikingo que llegó a America 500 años antes que Colon.Su construcción duró 38 años.
Su interior sobrio, alberga un gran órgano, con más de cinco mil tubos. Durante nuestra visita estaban realizando un concierto y quedamos maravillados de la formidale acústica.
Finalmente, sacamos un ticket (400 ISK) para ascender a la torre, cuyas vistas merecen la pena.
Seguimos paseando por la calle S Skolavoroustgur franqueada de bonitas casas de colores con recubrimiento de placas onduladas (más tarde cenaremos en esta calle).
La calle tiene un rincón lleno de magníficos grafitis.
Seguimos por la calle Laugavegur, la más comercial y donde se concentran la mayoría de pubs, tiendas y restaurantes de la capital.
En esta calle se localiza la librería Eydmundsson, una de las tiendas más típicas en Islandia donde se puede leer, comprar algún libro o tan solo tomar un café (los islandeses son grandes lectores y escritores).
También se encuentra la panadería más famosa de la ciudad, Bankari Sandholt, con una selección de pastas deliciosas y los famosos kleinur (donuts islandeses) que no dudamos en degustar.
También se encuentra la panadería más famosa de la ciudad, Bankari Sandholt, con una selección de pastas deliciosas y los famosos kleinur (donuts islandeses) que no dudamos en degustar.
Llegamos al Estanque Tjörnin, en el centro de la ciudad que recibe agua caliente de un manantial geotérmico, por lo que mantiene parte de su superficie libre de hielo durante el invierno. A sus orillas se sitúan la iglesia Fríkirkjan í Reykjavík construida a principios del siglo X y el moderno (y feo) Ayuntamiento Raohus con una maqueta en 3 dimensiones de la isla.
Una gran variedad de pájaros invaden sus orillas.
Una gran variedad de pájaros invaden sus orillas.
En la plaza Austurvollur hay un edificio de basalto que alberga el Parlamento y la Domkirkja (catedral).
Paseamos por el puerto, donde los barcos salen a divisar ballenas. Un paseo agradable con una luz magnífica.
En la imagen inferior, al fondo se puede apreciar el edificio Harpa.
Seguimos caminando hasta llegar el mítico chiringuito Baejarins Beztu Pylsur (Tryggvagata, nº 1), una institución en la ciudad debido a la fama de sus perritos calientes, considerados los mejores de toda Islandia y por donde han pasado hasta Presidentes de Estado, entre ellos Bill Clinton.
Podemos afirmar que realmente eran buenísimos.
Con el coche nos acercamos a Perlan (*The Pearl), un edificio extraordinario en la colina de Öskjuhlíðcia que alberga el agua caliente que brota del subsuelo, para así transportar este calor de una manera natural a toda la ciudad. Bajo su gran cúpula de cristal alberga un restaurante giratorio, así como una cafetería, varias salas de exposiciones y el Museo Saga.
En la entrada del edificio una escultura simula una banda de música, es la obra maestra de la escultora Þorbjörg Guðrún Pálsdóttir y lleva el título "Dance".
Desde la terraza disfrutamos de unas magníficas vistas de la ciudad.
En la imagen a continuación, podemos apreciar la magnitud de la catedral Hallgrimskirkja
Y como el día es largo, seguimos con el coche hasta Grotta Lighthouse, un faro fuera de la ciudad con bonitas vistas y un bello paseo marítimo .
Y para finalizar el largo día, volvemos a Reykjiavik a cenar a un restaurante recomendado previa reserva por internet. Cuando llegamos el local esta completo y con mucha gente joven.
Rafael se decide por un plato con degustación de especialidades islandesas: bistec de ballena (minke whale), bacalao, langosta, cordero, frailecillo,… Yo, por una selección de salmón con diferentes elaboraciones y ensaladas. Cenamos bien, aunque el país es caro .
Al salir hace mucho frío, son las 21.30h y el sol ilumina la iglesia Hallgrimskirkja.
2. ISLANDIA: CIRCULO DORADO
22 de julio 2013
Para hoy tenemos programado la visita al Círculo Dorado, una de las atracciones turísticas más frecuentadas de Islandia, donde se pueden ver varias maravillas muy cercanas entre sí y a pocas horas de Reykjavik.
Iniciamos el circuito con la visita al Parque Nacional Pingvellir (a unos 50 km), declarado Patrimonio Mundial de la Unesco. Un lugar de gran importancia histórica ya que en el año 930 los vikingos instauraron el primer parlamento democrático del mundo o Alpingi. Aquí se celebraban asambleas, se decidían las disputas y se castigaba a los acusados. Pero además de esto, es una zona de gran interés geológico porque es donde se encuentra la gigantesca grieta, de 7km de longitud, causada por la separación de las placas tectónicas euroasiática y norteamearicana. Los continentes se separan entre 1-10 milímetros al año y es una zona con bastantes movimientos sísmicos.
Aparcamos el coche en el parking del centro de visitantes y nos asomamos al mirador de Hakio que ofrece magníficas vistas de todo el valle.
Seguimos por la ruta de senderismo que se interna en la gran falla Almannagjà y que asciende hasta el Barranco de Todos los Hombres, un anfiteatro natural que era el lugar en donde se reunía el Alping o parlamento islandés en la antigüedad. Desde este montículo los oradores exponían los temas a debate del Parlamento y desde la planicie los representantes del pueblo discutían y aprobaban las leyes.
El sendero es precioso, muy verde y con flores que crecen a lo largo de los altos muros de la falla.
Pronto se llega a la catarata de Oxarárfoss, formada de la precipitación del rio Oxarà por el borde de la falla.
Al llegar a la gran planicie de Pingvellir, nos internamos por un sendero hasta llegar a otra zona de fallas más pequeñas pero no menos impresionantes y que no están tan transitadas .
En este punto, y después de este magnífico paseo, retrocedemos el sendero y abandonamos esta zona hacia la siguiente visita.
Y pasamos por valles donde la naturaleza nos hace sentirnos hormiguitas.
La siguiente visita imprescindible del Círculo Dorado es la zona Geyser, una de las pocas palabras islandesas que han sido exportadas al mundo y que significa "fuente termal que erupciona periódicamente expulsando una columna caliente de vapor de agua".
Es una zona de pozas de agua hirviendo y fisuras humeantes, que desprenden olor a azufre.
El Gran Geiser está dormido pero su hermano pequeño Strokkur, que es lo más impresionante que se puede ver allí, expulsa agua cada 5 min, aproximadamente, a una altura de 20m.
¡Y allí estamos todos los turistas! rodeando una zona acordonada, con las cámaras a punto, para captar el momento en que con gran estruendo, este fenómeno físico, surge con una gran burbuja azúl y expulsa con fuerza el agua de las entrañas. Es una acción rápida de la que quedamos tan impresionados, que esperamos para repetir y poder captar alguna instantánea.
La última de las visitas imprescindible del Círculo Dorado es la Catarata de Gullfoss, una de las más impresionantes del país.
Se deja el coche en un parking y hay que bajar unas escaleras hasta llegar a un mirador.
Es impresionante, la catarata cae en dos saltos (11 y 21 m) en una grieta de 32 m de profundidad, con un caudal medio de 140 m3 por segundo. Nos podemos acercar a ella por un sendero, que la fuerza del agua moja como una pequeña lluvia, lo que además provoca un arco iris contínuo.
Hay también un mirador superior con otra espectacular perspectiva y desde donde se aprecia la grieta por donde desaparece la segunda catarata.
Con estas tres visitas damos por finalizado el Círculo Dorado y nos dirigimos al Sur, a la guesthouse de Fljotshlid donde hemos reservado habitación.
Cuando llegamos a Hvolsvollur, dejamos la ring road y nos adentramos en un zona donde los caballos y las ovejas pastan tranquilamente.
La habitación es sencilla pero agradable y con una bonita vista. El baño compartido, que es lo que más nos preocupaba, está muy limpio (hay varios) y las estancias comunes muy correctas. Todo muy nuevo y mobiliario de Ikea.
Nos aconsejan la visita a unas cataratas que están muy próximas y, como el día es largo, aprovechamos para acercarnos.
Pasamos por prados verdes, preciosos, salpicados de flores y llegamos a la catarata Porsteinslundur. En la planicie hay un busto que commemora al gran poeta islandes Thorsteinn Erlingsson.
La segunda catarata es Gluggafoss es muy curiosa porque el agua sale de un agujero (glugga) a través de una pared de roca. Antiguamente, el agua de la catarata se introducía en un tunel vertical que desapareció a consecuencia de la erupció el volcán Helka en 1947 .
Volvemos a la guesthouse y después de una sencilla cena, nos vamos a dormir.
3. ISLANDIA. HACIA EL SUR: SELJALANDSFOSS, CAMINATA POR EL GLACIAL, SKOGAFOSS, DYRHÓLAEY, VIK, KIRKJUBAEJARKLAUSTUR, SKAFTAFELL, JOKURSÁRLÓN, SCALAFELL.
23 de julio 2013
Para este día tenemos un programa muy apretado, nuestra próxima guesthouse está en Scalafell, en el sur y en ruta queremos ver muchas cosas. Además a las 10h (y a 65 km de distancia) tenemos la excursión con crampones a un glaciar que hemos reservado, a través de Boreal Travel. Y de camino, hay dos cataratas que queremos visitar.
Nos levantamos pues, prontito pero el día está tan nublado que apenas se ve nada.
Y después de 25 km, nos desviamos de la carretera principal o Ring Road por la F249 para llegar a la catarata Seljalandsfoss.
Sigue el día tan cubierto que ni siquiera vemos el indicador y seguimos varios km más por una pista que cada vez está en peores condiciones (las F sólo son aptas para 4x4). Poco a poco, vamos entrando en un valle con extrañas formaciones rocosas, un hermoso lugar llamado Dorsmork , hasta llegar a un río que hay que vadear y tenemos que retroceder.
Pero esta vez no nos la pasamos, la catarata Seljalandsfoss está casi a pie de carretera, el agua cae de un risco elevado a un gran estanque y un sendero resbaladizo la bordea, pudiendo caminar detrás de ella. Lo ideal es llevar ropa impermeable para no acabar empapados pero es tarde y justo nos acercamos a uno de sus extremos.
Son las 10 de la mañana. A pocos km de Skogar, por la carretera 221 llegamos a la lengua más accesible del glacial Myrdalsjokull. Es una carretera infame, llena de baches. Al final hay un parking donde nos esperan para hacer la caminata por el glaciar y a unos centenares de metros la lengua Solheimajokull.
Afortunadamente ha salido el sol y luce un día expléndido.
La guía, una joven islandesa, nos enseña a poner los crampones, nos da un piolet, unos guantes y nos ponemos en marcha. Con este equipo es muy fácil caminar.
Nos sorprende el profundo azúl del hielo glacial cubierto por las cenizas de un volcán que hace años erupcionó.
La guía nos va dando explicaciones, entre ellas como los glaciales se están derritiendo de forma cada vez más alarmante y que el ritmo anual en que lo hacen se ha duplicado desde el 2006, por lo que de seguir así es posible que los glaciales desaparezcan de muchas zonas de montaña durante este siglo. Es verdaderamente alarmante.
Durante tres horas vamos atravesando grietas e introduciéndonos en cuevas. Hasta nos paramos a beber el agua pura y fría del deshielo. La experiencia nos encanta.
Terminada la caminata retrocedemos 12 km para llegar a la catarata Skogafoss, que por falta de tiempo, no pudimos visitar y es una de las más grandes de Islandia. Ya desde lejos, la panorámica es impresionante. Una gran mole de agua cae por un acantilando musgoso desde una altura de 62 m y de 25m de ancho. El ruido que provoca al acercarnos es estremecedor. Se puede subir por un sendero lateral, con muchos escalones, para verla desde arriba pero no tenemos tiempo.
Como la mayoría de las cascadas Skogarfoss cuenta con varias leyendas, la más famosa afirma que tras la cortina de agua se oculta el tesoro de un vikingo. ¿Alguien se atreve a buscarlo?
La vista del valle delante de la cascada, también es digna de fotografiar.
Y con un día tan expléndido, tenemos una buena vista del glacial donde se encuentra el volcán Eyjafjallajökull, cuya erupción en 2010, mantuvo en vilo a todo el espacio aéreo.
Seguimos por la Ring Road, hacia el sur.
Para llegar a los acantilados de Dyrhólaey nos desviamos, antes de llegar a Vik, por una carretera llena de baches y dejamos el coche en un parking después de seguir por una carretera elevada.
Los acantilados son una reserva natural de aves, entre ellos los frailecillos, que tanta ilusión nos hace de ver. Y tenemos suerte, en un pequeño promontorio que cae al acantilado, vemos una numerosa colonia desde muy cerca.
Los frailecillos son los pájaros más queridos de Islandia, a pesar de que algunos también terminan en los menús de los restaurantes. Son menudos, coloridos y verlos volar es muy divertido, especialmente en sus aterrizajes estrepitosos que parecen de dibujos animados. Nos quedamos embobados viéndolos.
Desde este lugar también hay una magnífica vista de la playa volcánica de Reynisfjara con el curioso grupo de pináculos de Reynisdrangur ( las tres rocas que aparecen al fondo de la imagen inferior) y que, según la leyenda, no son formaciones rocosas sino los cuerpos de tres "trolls" gigantescos: Skessudrangar, Landdrangar y Langhamrar, petrificados por los primeros rayos de sol.
Paseamos por la playa y volvemos a refotografiar frailecillos
Cerca de allí está la playa de Reinisfjara donde se aprecian con detalle las columnas de basalto que se forman al enfriarse la lava.
Seguimos hacia Vík, la pequeña población más al sur de Islandia. Su iglesia blanca con tejado rojo resalta entre el entorno verde y la playa de arena volcánica.
Después de Vik pasamos por Eldhraun, una extensión enorme de lava cubierta de musgo de color plateado, que da una apariencia muy especial.
Desplazándonos de la ring road por Kirkjubaejarklaustur y cogiendo el desvío de Geirland, visitamos El Kirkjugólf (literalmente suelo de la iglesia), una curiosa formación de basalto que, como su nombre indica, se asemeja a la planta de una iglesia con adoquines hexagonales.
El valle donde se localiza tiene un paisaje hermoso.
Camino a Skaftafell, quedamos impresionados por las magníficas imágenes que aparecen en la carretera del glacial Svínafellsjökull (el tercer glaciar más grande que existe en la tierra) y Skaftafellsjökull (una de las lenguas del gran glaciar dentro del gran parque nacional de Vatnajokull). ¡Son impresionantes!
¡Hasta los animales parecen impactados!
Son las 21h cuando pasamos por Jökulsárlón, el mayor y más conocido lago glaciar de Islandia, que se encuentra lleno de icebers que se desprenden de la lengua del glaciar Breiðamerkurjökull.
Nuevamente, la vista es tan fantástica que no nos resistimos a hacer una breve parada a pesar de que es tarde, hace frío y mañana hemos reservado todo el día para esta zona, que pertenece al Parque Nacional de Vatnajokull y es una de las más bonitas de Islandia.
El alojamiento en Scalafell está todavía a 40km.
Cuando llegamos a la guesthouse, situada en un bonito lugar, nos recibe una joven y amable islandesa que se esfuerza en hablarnos español (ha estado una temporada en México aprendiendo el idioma). Tenemos que descalzarnos para entrar. La decoración es agradable, sencilla y funcional (marca Ikea, como va siendo habitual) y todo está impecable. Los baños son compartidos y podemos disponer de cocina y comedor.
Y aquí empieza nuestra anécdota del viaje:
En la habitación, Rafael se da cuenta de que se ha dejado la cámara de vídeo en la última parada que hicimos en Jökulsárlón (a 40km) y decidimos volver a buscarlo.
Nuestra sorpresa es que al llegar a Jökulsárlón nos encontramos, en el mismo lugar, una piedra con una nota que pone: VIDEO FOUND, 21:26 CALL.........(con dos números de móvil). Quedamos sorprendidos.
Regresamos y con ayuda de la chica de la guesthouse, nos ponemos en contacto con los teléfonos indicados. Se trata de una pareja que lo ha encontrado y proponen dejárnoslo en el centro de visitantes de Scatafell, que al día siguiente tenemos que ir a visitar.
Contentos, cenamos y nos vamos a dormir.
4. ISLANDIA: SKATAFELL (Glaciares, cascadas e icebers)
24 de julio 2013
Desayunamos y nos ponemos en marcha. Retrocedemos hacia Skaftafell pero antes volvemos a parar en la laguna de Jökulsárlón y ¡es que es difícil no detenerse ante tanta belleza!.
Esta laguna existe desde 1934 y desde 1975 creció de 7,9 km² hasta los actuales 18 km², debido a la acelerada fusión de los glaciares islandeses. Actualmente está separada del mar por una corta distancia, que únicamente atraviesa la carretera principal, pero el calentamiento atmosférico afecta la velocidad de su desplazamiento y puede llegar a transformarse en un entrante de mar lo que separaría la isla.
Subimos a una pequeña colina desde donde tenemos una panorámica inmejorable.
Los icebers se deslizan suavemente por la laguna, algunos con su tonalidad azulada, otros con vetas grises de arena volcánica.
Subimos a una pequeña colina desde donde tenemos una panorámica inmejorable.
Los icebers se deslizan suavemente por la laguna, algunos con su tonalidad azulada, otros con vetas grises de arena volcánica.
Como nosotros, empiezan a llegar los primeros turistas.
El color azul intenso se debe a la alta presencia de oxígeno, que se congeló a temperaturas inferiores a 80º grados bajo cero. También influye el reflejo de la luz en dichas partículas de oxígeno .
Desde la orilla se pueden avistar focas y aves marinas que anidan en la orilla y cuando nos acercamos a la zona de crías sin darnos cuenta, se lanzan a nosotros agresivamente. No llegan a tocarnos pero al principio impresiona, parecen los pájaros de Hitchcock. Pasamos un rato divertido haciéndolas rabiar un poco.
A continuación , nos acercamos a la playa cercana, donde los bloques de hielo llegan finalmente al mar.
Pero continuemos ruta y finalicemos la anécdota del día 23.
Llegamos a Información del Centro de Visitantes de Skaftafell, recogemos la cámara de vídeo extraviado y la batería está agotada, lo que nos extraña. Al cambiarla, vemos que nos han dejado una grabación con mensaje, ¡Qué gracia!. La pareja islandesa que lo encontraron se han grabado y hasta nos presentan a su perro. Apenas entendemos lo que dicen porque está en islandés , aunque es fácil deducirlo. ¡Un recuerdo que nos encanta!.
Cuando nos informábamos de Islandia leíamos que es uno de los países más seguros del mundo y aquí tenemos una muestra. ¡Y mucho que aprender!.
Iniciamos nuestras excursiones por Skaftafell, que es parte del Parque Nacional Vatnajokull y la zona natural favorita del país. Allí se concentra una gran parte del turismo, a pesar de que hay muy poco alojamiento cerca, a excepción de un camping con todos los servicios y desde donde salen la mayor parte de las rutas de senderismo.
Como hace buen tiempo, iniciamos un circuito que nos lleva a la cima del Mirador de Sjónarnípa, una caminata bastante larga (unas dos horas) y ascendente, que nos permite disfrutar de unas espectaculares vistas del glaciar de Skaftafellsjökul.
La vegetación es exuberante y muy diferente a las otras zonas de Islandia que hemos visitado.
Nuestro esfuerzo se ve compensado al llegar a la cima. Las vistas son verdaderamente espectaculares. ¡No queremos marchar de allí!
Como curiosidad, un 10% de la Tierra está cubierta de glaciares, y en tiempo geológicos recientes ese porcentaje llegó al 30 %. Los glaciares de todo el mundo acumulan el 75% del agua dulce.
Más tarde y, aunque estamos muy cansados, cogemos un sendero más corto que lleva a Svartifoss (40min de subida).
Somos tan malos senderistas que ni agua llevamos pero beber de los arroyos que bajan del glaciar es todo un lujo.
Antes de llegar a Svartifoss pasamos por la primera cascada Hundafoss
Poco después llegamos a un mirador donde se puede apreciar la de Svartifoss desde lejos.
Y estamos tan agotados de las dos caminatas, que a punto estamos de quedarnos con esta imagen y no llegar hasta la base. Suerte que al final nos decidimos a bajar porque desde cerca es una maravilla. ¡Realmente mágica!
Svartifoss no destaca por un gran caudal sino por su entorno único rodeado de columnas de basalto negras. Son en las que se inspiraron para la fachada de la catedral de Reykjavik.
Las columnas de basalto son el resultado de la solidificación, por enfriamiento posterior, de la lava y están siempre orientadas perpendicularmente a la superficie originaria a la capa de lava.
De aquí volvemos a la ring road y conducimos hacia el este.
Paramos por el camino y nos acercamos para ver otra lengua del glacial por un pequeño sendero solitario y tenemos una magnífica panorámica .
Mas adelante, y de nuevo por la por la ring road, accedemos por una pista para llegar Fjarsarlon, un pequeño lago lleno de icebers provenientes del glacial Fjarjokull.
Es un lugar espectacular y no tan frecuentado como en Jokursarlon. Cerca se ve el glaciar del que se desprenden trozos de hielo y, una vez más, nos preguntamos si se puede superar tanta belleza.
El único sonido es el del pequeño que juega lanzando piedras a la laguna.
No nos iríamos de allí pero hasta nuestro nuevo alojamiento, en Arnanes, aún nos quedan 80 kilómetros.
En ruta la belleza del paisaje nos sigue acompañando.
¿Y alguien sabe por qué las ovejas siempre van de tres en tres?
Arnanes Country Hotel está situado en un bonito lugar. Consiste en pequeños bungalows y, por suerte, dispone de restaurante. El plato típico de la zona son las cigalas y como ayer fue el cumpleaños de Rafael decidimos celebrarlo ( él pide cordero). La cena no puede ser más exquisita y pone la guinda a un día del que acabamos embriagados de tanta belleza.
5. ISLANDIA: FIORDOS DEL ESTE
25 de julio 2013
De Arnanes vamos a Hofn, la ciudad más al este de la isla, una localidad pequeña y tranquila pero sin gran interés. Hay un par de cortos senderos donde se puede pasear, uno pasa junto el señalizado hotel Hofn, el otro alrededor de las marismas y lagunas. Y al final el promontorio Osland (a 1km del puerto), un lugar magnífico para observar pájaros.
Cuando nos acercamos al monumento a los marinos, los pájaros de Hitchcok vuelven a atacarnos.
En realidad se trata de charranes árticos o gaviotín ártico, de nombre científico Sterna paradisaea, una ave marina de la familia de los estérnidos.
El puerto es pequeño y colorido.
Durante el viaje, a menudo vemos bolas de paja decoradas.
Y caballos por todos los rincones. En muchos lugares se pueden realizar rutas ecuestres, de hecho es uno de los negocios más rentables de Islandia. Nosotros no tuvimos ocasión por falta de tiempo pero nos hubiera gustado.
Los caballos islandeses son una raza especial que se mantiene pura desde tiempo de los vikingos, aunque sea difícil imaginar por su perfil pequeño y suave pero, la rigidez de la normativa ecuestre de este país ártico, es que caballo que sale de la isla, caballo que no puede volver a entrar.
Su alzada varía entre los 125 y los 145 centímetros. Aunque vive en estado semisalvaje, es un animal muy dócil e inteligente y una de las razas más duras que existen.
Poco después llegamos a la laguna de Lon, donde hay una enorme colonia de nidos de cisne y se ven plumas en la orilla.
En Djúpavogshreppur, a 57 km de Hofn, paramos para hacer unas fotos a la costa y, como tenemos tiempo, continuamos rodeando hacia los fiordos del Este: Djupivogur, Berufjordur, Breiddalsvik, Reydarfjordur.
El paisaje no deja de sorprendernos. Magníficos prados de algodón ártico (eriophorum scheuchzeri) de extremada belleza.
La mayoría de los islandeses creen, o al menos no niegan, la existencia de los duendes o elfos y es frecuente ver en sus jardines o en la puerta, pequeñas casitas que construyen para ellos. De hecho, las construcciones de carreteras o edificios, siempre se hacen teniendo en cuenta de que no se destruya ninguna posible vivienda de estos seres.
Djupivogur |
En Djupivogur (fiordo de Beruufjordur), una pequeña población con cuatro casas y una iglesia, vemos un comercio con colecciones de vestidos y complementos realizados con cuero de pescado. Parece ser que es un material que se utiliza desde tiempos lejanos y hasta se confeccionaban los zapatos de lobo marino. Se utilizan especies como el salmón, la ánguila, el bacalao, el tiburón, la raya y otros peces más exóticos. Los diseñadores y las casas de moda están entusiasmados con este material, y hasta marcas exclusivas como Dior, Delage, etc., lo utilizan.
Un cartel señaliza una zona de interés turístico llamada Eggin i Gleoivik, que llega a un puerto con unas esculturas de huevos, que no fotografiamos porque no entendemos el significado.
Cerca un pescador tiene una pequeña tienda-museo, no excesivamente turística, con esqueletos de peces, aves y minerales, en la entrada tiene un esqueleto de ballena. Entramos y hacemos alguna adquisición.
Al llegar Reyoarfjordur, tomamos la carretera 92 y, a los pocos kilómetros, nos desviamos por la 953 que es de tierra pero en buen estado y transitable para cualquier vehículo, hacia el fiordo de Mjoifjordur. La carretera enseguida empieza a subir un precioso puerto de montaña, con nieve y lagos medio helados.
La carretera de bajada al fiordo es preciosa y va siguiendo el curso de un río que baja en sucesivas cascadas.
Y saltos de agua azúl proveniente del glaciar.
El paisaje es magnífico y las vistas, desde la cima, sencillamente espectaculares. Mjóifjördur es un fiordo no muy profundo pero hay quien dice que es uno de los más hermosos de Islandia.
Volvemos a la carretera 92 y llegamos a Eglisstadir, alli tenemos nuestro próximo alojamiento, en una agradable guesthouse regentada por un grupo de jóvenes.
Y como aún no es tarde, decidimos aprovechar las últimas horas del día para visitar el fiordo de Seydisfjordur enlazando con la carretera 93.
Aquí , al igual que en el fiordo anterior, la carretera sube por un puerto de montaña con lagos semihelados y paisajes de una belleza que nos fascina.
Y al final del fiordo, el pueblo es el más bonito de todos los que veremos por la isla. Situado en un entorno privilegiado, con pintorescas casas de colores , edificios históricos, la iglesia de color azúl y un pequeño puerto, ofrece una estampa incomparable.
En las mayoría de las casas de Islandia, como en muchos países nórdicos, es costumbre sacarse los zapatos antes de entrar (en todas las guesthouse que estuvimos tenían un zapatero a la entrada), es una forma de proteger de la lluvia y la nieve el suelo de parquet .
Ya de vuelta, repetimos el paisaje pero los colores van cambiado con la caída del sol. Un lugar entre los más fantásticos.
Son las 21h cuando nos vamos a dormir y, a pesar de la puesta de sol, aún no es noche cerrada.
6. ISLANDIA: DE EGLISSTADIR A HUSAVIK
26 de julio 2013
Después de desayunar salimos de Eglisstadir hacia el norte rumbo a Húsavik pero, de camino, visitaremos el Parque Nacional Jökulsárgljúfur que se extiende desde la famosa cascada Dettifoss hasta el cañón de Asbirgy.
Antes, siguiendo por la ring road, o carretera principal pasamos por el desértico altiplano de Modrudalsheidi.
Azúl marino y verde fluorescente. |
Una vez en el Parque Nacional Jökulsárgljúfur, para llegar a la catarata de Destifoss hay dos opciones: desviarse por la carretera 864 ó por la 862. Nosotros decidimos hacerlo por esta última ya que habíamos leído que las vistas son mejores por este lado y que se podía transitar perfectamente.
La carretera finaliza en el parking de visitantes y en un paseo de 5 min, se llega a un mirador desde el que se contempla la cascada y unas vistas impresionantes del Cañón de Jokulsa.
Dettifoss |
Dettifoss está considerada la cascada más caudalosa de Europa. Sus aguas provienen del río Jökulsa á Fjöllum, que nace en el glaciar Vatnajokull y recoge agua de una amplia cuenca. Su caudal registrado es de 200 a 500 m3 por segundo, dependiendo de la estación y del deshielo glaciar. Tiene 100 metros de ancho y una caída de 44 m hasta el cañón Jökulsárgljúfur, lo que provoca un gran estruendo y una columna neblinosa que puede verse mucho antes de llegar al cañón.
Aquí conocemos a Mijite Jimenez y su acompañante, de Jerez de la Frontera, con los que charlamos un buen rato. Lleva la misma cámara que nosotros y está muy concentrado en sacar una buena instantánea de la cascada. Experto en fotografía me da sabios consejos y nos recomiendamos alguna visita.
Dettifoss |
Cerca, está la cascada de Selfoss, aunque no tan espectacular como la anterior.
Selfoss |
Continuando desde Deltifoss por el norte, la carretera 862 se convierte en una pista sin asfaltar, aunque no está la señal F (vehículos 4X4) y se puede transitar sin correr demasiado.
Después de media hora nos lleva a una zona de aparcamiento del parque nacional de Vesturdalur y en este punto hay un sendero circular de 2,4 km, para visitar las formaciones rocosas de Hljóðaklettar, un enigmático lugar para los geólogos, con insólitas formaciones de columnas de basalto creadas por el enfriamiento rápido de la lava .
Después de media hora nos lleva a una zona de aparcamiento del parque nacional de Vesturdalur y en este punto hay un sendero circular de 2,4 km, para visitar las formaciones rocosas de Hljóðaklettar, un enigmático lugar para los geólogos, con insólitas formaciones de columnas de basalto creadas por el enfriamiento rápido de la lava .
Es difícil imaginar que tipo de actividad volcánica provocó las retorcidas formas rocosas de este paraje pero parece que se originaron hace 8000 años y quedaron a la vista debido a la erosión producida por una inundación proveniente de un glaciar. Entre las más curiosas está la llamada "Kirkja" o iglesia, cuyas columnas curvadas crean una pequeña gruta y la "Tröllið" con su estructura en panal.
Hljóðaklettar |
La ruta asciende, ofreciendo nuevas vistas de las caprichosas formaciones de basalto, hacia una hilera de cráteres de intenso color llamada Rauðhólar.
El contraste de colores entre negro, el intenso rojo y el verde de la vegetación es increíble.
El contraste de colores entre negro, el intenso rojo y el verde de la vegetación es increíble.
Rauðhólar. |
Desde aquí, volvemos al sendero que nos lleva nuevamente hasta el parking (5km) y graciosamente nos volvemos a encontrar con Mijite Jimenez y su acompañante. Ellos han llegado en autobús pero volverán andando a Dettifoss, donde han dejado el coche. Les espera una buena caminata, aunque aparentan ser buenos senderistas.
Ya en el coche y siguiendo por la F862, llegamos a la exuberante garganta de Ásbyrgi, que se extiende a lo largo de 3,5 km y tiene una anchura media de 1km. Sus paredes se elevan hasta 100 m formando como una especie de muro, que protege el bosque de abedules.
Desde el aparcamiento sale un camino que lleva hasta el acantilado del cañón, donde hay un lago. Un poco más adelante hay un camino que sube hasta un mirador con una buena vista pero para llegar a la cima, en el punto de Información nos dicen que es preferible un 4x4 y que con un turismo tardaríamos mucho, por lo que decidimos poner rumbo a Husavik.
Confirmamos la reserva de la excursión, que hicimos por internet, con la compañía Northsailing (www.northsailing.is/home) y nos vamos hacia nuestro próximo alojamiento, el hotel Edda Storutjarnir, situado a 50 km (un poco lejos).
Nuestra siguiente parada son los pseudocráteres de Skútustaðagígar. Al parecer se les llama así porque pese a que parecen cráteres normales, son formaciones que se formaron por explosiones de vapor de agua, ocasionadas por repentinas coladas de lava, que al engullir pozas y estanques, retenían masas de agua y al calentarse incrementaban su presión y estallaban. Esas erupciones espontáneas son la causa y origen de casi todos los islotes que se aprecian en el lago Myvath.
Los pseudocráteres de Skútustaðagígar rodean el pequeño lago de Stakhólstjörn, y todos ellos fueron declarados Monumento Nacional en 1973. Hay un pequeño circuito que permite unas buenas vistas del lugar y disfrutar del paisaje.
Al lado del puerto hay algunos edificios históricos, algunos de ellos se han convertido en museos, otros en excelentes restaurantes y cafeterías, en una de ellas entramos para tomar un tentempie antes de seguir nuestra ruta.
En esta localidad, la Lonely Planet recomienda un restaurante de pescado pero, por más vueltas que damos, no vemos nada anunciado ni nada que se le parezca y nos quedamos con las ganas.
Ya en el coche y siguiendo por la F862, llegamos a la exuberante garganta de Ásbyrgi, que se extiende a lo largo de 3,5 km y tiene una anchura media de 1km. Sus paredes se elevan hasta 100 m formando como una especie de muro, que protege el bosque de abedules.
Desde el aparcamiento sale un camino que lleva hasta el acantilado del cañón, donde hay un lago. Un poco más adelante hay un camino que sube hasta un mirador con una buena vista pero para llegar a la cima, en el punto de Información nos dicen que es preferible un 4x4 y que con un turismo tardaríamos mucho, por lo que decidimos poner rumbo a Husavik.
Ásbyrgi |
En dirección norte, por la carretera 85, recorremos la costa de la península de Tjornes, que separa las bahías de Skjálfandi de Oxarfjordur, disfrutando de sus magníficas vistas.
Nos desviamos de la carretera por una pista que nos lleva al pie de un acantilado, donde casualmente descubrimos una zona de arrastre ballenera.
Llegamos a Husavik, una pequeña localidad a orillas de la bahía de Skjálfandi y una buena zona para la observación de ballenas. Bañada por las heladas aguas del océano Ártico, cada verano llegan 11 especies diferentes para alimentarse.
La población vive principalmente del turismo y de la pesca así como del comercio y la industria a pequeña escala.
Paseamos por el puerto, un rincón con mucho encanto, con casas de madera de colores y una iglesia del siglo XIX que sobresale.
Husavik |
Los hoteles Edda son residencias estudiantiles en invierno, que en verano funcionan como hoteles. Están situados en lugares tranquilos y próximos a lugares de interés. Las habitaciones son sencillas y espaciosas, los baños y aseos, repartidos a lo largo de un gran pasillo, están impecables. Disponen de restaurante propio y muchos de piscina.
El precio de la habitación son alrededor de 85€.
Aquí pasaremos dos noches. Volveremos a Husavik para la excursión de las ballenas y visitaremos la zona de Mitvath, a 40 min.
7. ISLANDIA: HUSAVIK Y MYVATH
27 de julio 2013
Nos levantamos pronto, desayunamos y volvemos a Husavik.
La excursión que hemos reservado para el avistamiento de ballenas es a las las 11h, pero como llegamos una hora antes y hay una barco que está a punto de salir, preguntamos si podemos embarcar. Nos dicen que no hay problema, únicamente que la excursión que habíamos reservado es de tres horas y ésta de cuatro, pero nos la aconsejan más y tan sólo hay una pequeña diferencia en el precio. La compañía está tan segura de que veremos ballenas que de no ser así, dicen que regalan otro viaje.
Nos dan un mono rojo que protege del frío de alta mar y también funciona como un salvavidas en caso de caer en el agua. A mi me dan una talla muy grande que me sobra por todos lados y nos reímos porque me parezco un poco a Fofito. Embarcamos en la bahía y salimos al Océano Ártico.
Hace un día precioso y la mar está muy tranquila. Primero nos acercan a la isla Lundey (Puffin Island), donde anidan una gran cantidad de aves, especialmente de frailecillos. Hay cientos de ellos, algunos pescando o nadando en las aguas de la bahía.
En la parte occidental de la bahía se divisan las hermosas montañas de Viknafjöll.
Lo primero que aparecen son familias de delfines.
En el barco nos dicen que estemos atentos al aviso de cuando divisen una ballena. La forma de situarla es nombrando una hora y teniendo en cuenta que la proa del barco marca las doce.
En este viaje conocemos a una agradable pareja catalana, Ricardo y Toni, muy aficionados a la fotografía y armados con grandes objetivos, con los que mantenemos una charla y algún consejo de fotografía.
Con gran alegría para todos, no tarda mucho en aparecer una ballena. Se trata de una Humpback Whale, también llamada ballena jorobada, que está en período de extinción, una de las especies más grandes, los adultos tienen una longitud de 12 a 16 m y un peso aproximado de 36 000 kg.
La ballena desaparece y quedamos todos a la espectativa. ¿Por qué lado aparecerá?. El barco no se mueve y todos quedamos en silencio. De repente emerge, ¡la tengo delante de mis narices!. ¡Es impresionante!, ha pasado por debajo del barco y ni nos hemos enterado. Casi no puedo hacerle fotos porque tengo puesto el zoom y me acerca demasiado. Por fin, tiro en ráfagas con gran emoción.
La ballena se aleja, batiendo las aletas al agua y con grandes saltos de cola.
Al cabo del rato aparece una segunda ballena, esta vez se trata de una Minke Whale o ballena enana, la especie más pequeña de todas las roncuales y también la más rápida.
Ya de vuelta, en el barco, ofrecen un chocolate con licor y pastas de canela, un refrigerio que debe sentar muy bien con el frío de alta mar, pero el día es más bien caluroso.
Han sido cuatro horas que han pasado volando.
Una excursión altamente recomendable.
Es domingo y Husavik está de fiesta. Cada barrio está decorado con un color y hay mucho ambiente. En el puerto las terrazas están a rebosar.
Abandonamos esta localidad para visitar la zona de Myvath.
Por el camino empezamos a ver algunas pozas de agua hirviendo.
Llegamos a Reykjahlíð y en el Centro de Información nos dan un mapa de Myvath. Desviándonos por la carretera 863, vamos a la zona volcánica de Krafla.
Krafla es una caldera volcánica de aproximadamente 10 km de diametro. Su pico más alto alcanza los 650m. Se han registrado un total de 29 erupciones de este volcán, teniendo lugar la última en 1984. En el 1724 tuvo una erupción que duró cinco años, conocida como los Fuegos de Krafla.
Krafla |
La ruta está asentada en una larga zona de fisuras de 90 km, repleta de volcanes de lodo hirviente, campos de lava, fumarolas humeantes y calderas donde hierve constantemente el agua sulfurosa.
Muy cerca del desvío hacia Krafla, se encuentra la zona de Hverir, justo al pie de la colina roja de Námafjall (Montaña de la Mina) que la carretera N1 atraviesa por alto.
Hverir es la mayor solfatara de Islandia, un conjunto de pozos de barro hirviente, depósitos de azufre y fisuras por donde emanan vapores de agua con sulfuros de hidrógeno, a veces a gran presión. Es una notable extensión de extraño terreno con colores imposibles y nubes con intenso olor a azufre.
Siguiendo la ruta, pasamos por una enorme estación geotérmica que está en funcionamiento desde 1977 y aprovecha este calor del subsuelo para producir electricidad a toda la isla.
Al final del desvío de la 863 hay un aparcamiento para acceder al cráter del Viti (infierno en islandés ya que antiguamente se pensaba que el infierno se encontraba bajo los volcanes), uno de los volcanes más conocidos de Islandia, con un diámetro de 300 metros. Sus aguas de color turquesa provienen de las lluvias, ya que las propiedades de la tierra, muy arcillosa, impiden su filtrado.
Se puede pasear por la cima, alrededor del cráter en un camino ladeado y con vistas espectaculares del área Krafla.
Cráter del Viti |
Después de este paseo decidimos ir a visitar Leirhnjukur, una gran llanura desbordaba de lava por la erupción del Krafla en 1984.
Desde del área del aparcamiento sale un sendero bien señalizado. A continuación un paso madera que rodea un lago de azufre y sigue a través de un campo de lava, que en algunas zonas aún humea.
Al final de la caminata se atraviesa una pequeña zona de nieve, que contrasta con el color negro de la lava.
Salimos de esta zona y regresamos a la carretera principal para ir al lago Myvath.
Paramos en el punto de interés de Höfði, un paseo agradable por un pequeño sendero de abedules y abetos que se adentra en el lago, creando un entorno boscoso de los pocos que se ven en la isla y que contrasta con el entorno de la zona.
Nuestra siguiente parada son los pseudocráteres de Skútustaðagígar. Al parecer se les llama así porque pese a que parecen cráteres normales, son formaciones que se formaron por explosiones de vapor de agua, ocasionadas por repentinas coladas de lava, que al engullir pozas y estanques, retenían masas de agua y al calentarse incrementaban su presión y estallaban. Esas erupciones espontáneas son la causa y origen de casi todos los islotes que se aprecian en el lago Myvath.
Los pseudocráteres de Skútustaðagígar rodean el pequeño lago de Stakhólstjörn, y todos ellos fueron declarados Monumento Nacional en 1973. Hay un pequeño circuito que permite unas buenas vistas del lugar y disfrutar del paisaje.
Seguimos por Dimmuborgir, un sendero con estructuras de lava y restos de actividad volcánica. Hacemos el circuito que lleva hasta Kirkjan (iglesia) de 2,5km y andamos alrededro de 1 h.
Desde esta gruta hay senderos que llevan hasta la cima del volcán Hverfjall. ¡Lástima que no tenemos tiempo!.
Krafla |
Al fondo el Krafla |
Cuando llegamos a Kirkjan (iglesia), tenemos que atravesarla para continuar el sendero hacia la salida del recinto.
Kirkjan (iglesia) |
Y después de un día tan intenso, que mejor forma que relajarnos en los baños geotermales de Nature Bath, muy similares a los famosos de la Laguna Azúl de Reykjavik aunque más pequeños, tranquilos y con mucho más encanto. El precio también mejor (Myvath: 18 €, Blue Lagoo:45 €).
Un magnífico baño de agua calentita y con el entorno de una puesta de sol. ¿Qué más podemos pedir?
Llegamos al hotel a las 12h relajados, con una piel suave y felices después de tantas emociones.
8. ISLANDIA: GODAFOSS, AKUREYRI Y PENÍNSULA DE TROLLASKAGI
28 de julio 2013
Salimos temprano dirección a Akureyri pero antes nos desviamos para ver Godafoss, que está anunciada en la Ring Road, muy cerca del hotel Edda.
Goðafoss (islandés: cascada de los dioses) es una de las cascadas más espectaculares de Islandia. Las aguas del río Skjálfandafljót caen desde una altura de doce metros y a lo largo de un ancho de treinta metros.
Según la leyenda, el cacique Þorgeir que era pagano, lanzó las imágenes de madera de sus dioses a la cascada, tras su conversión al Cristianismo en el año 1000.
Pocos kilómetros después llegamos a Akureyri, la capital regional del norte de Islandia que está ubicada al fondo del fiordo Eyjafjördur. A tan sólo 100 km al sur del Círculo Polar Ártico, está rodeada de montañas con nieves perpétuas, la mayor de ellas Súlur a 1.213 m sobre el nivel del mar, y Hlíðarfjall a 1.116 m.
Akureyri |
Es también puerto de partida para llegar a Groenlandia.
Lo primero que hacemos es dirigirnos a la Oficina de Turismo que está ubicada en el edificio Hof, un moderno centro cultural de convenciones. Allí nos dan información y nos dan planos de la ciudad y de toda esta península denominada Trollaskagi.
Hof Cultural and Conference Center |
Con el plano llegamos fácilmente a la guesthouse, que a pesar de estar muy bien situada es un poco lío de encontrar porque casi todas las calles terminan en "gata".
La casa es antigua pero limpia y bien conservada , con salas comunes amplias y la habitación con baño propio.
Nos acercamos a la calle principal Hafnarstraeti, la más bonita , franqueada por terrazas de café, restaurantes y tiendas para turistas .
Junto a un comercio turístico nos encontramos con dos grandes trolls.
Como curiosidad, entre los trolls hay docenas de razas distintas; como rasgo común tienen unos ojos pequeños y unas grandes narizotas, comen grandes cantidades de pescado y son partidarios de la ley del mínimo esfuerzo. Y, como son muy limpitos, se bañan en las aguas termales subterráneas al menos una vez cada siglo, incluso si no les hace falta. Tardan cuatro años en nacer, diez en andar y otros diez más en hablar.
"Once upon a time..." El troll más conocido en Islandia es Gryla, una duende maligna que se ha casado tres veces, su esposo se llama Leppaludi y se describe como un pelele. La leyenda dice que antes de Navidad, cogió a los niños traviesos, los puso en su bolso y se los llevó a su cueva oscura y fría. Allí les hirvió en una olla grande y se los comió.
Sus hijos son los muchachos Yule que, a pesar de que son hijos de esa horrible duende, aman a los niños. Antes de Navidad, es tradición que los niños pongan sus zapatos en la ventana y por la noche los que se han portado bien consiguen golosinas y algún juguete. Si han sido traviesos consiguen un recuerdo de los muchachos Yule, por ejemplo, una patata cruda. Durante 13 noches van pasando hasta que llega el último en la víspera de Navidad.
Molestar a las místicas criaturas de elfos, trolls, hadas y duendes que viven por toda Islandia se cree que trae muy mala suerte, por lo que los habitantes humanos hacen casi cualquier cosa por evitar perturbar su tranquilidad y darles la bienvenida en sus casas.
A los trolls se les considera unas víctimas de la invasión de los vikingos, que llegaron, se asentaron en sus tierras y hasta les expulsaron de ellas. Y alardearon de haber descubierto una isla que ya estaba habitada por ellos desde miles (o millones) de años antes. Por este motivo, los trolls salen poco de sus guaridas subterráneas y siempre envueltos en la oscuridad. Las viejas leyendas les atribuye su nocturnidad a que la naturaleza les ha hecho vulnerables a los rayos del sol, por lo que a muchos de ellos se les supone petrificados en lo alto de algunas montañas o cerca de alguna costa, a la que no consiguieron llegar a tiempo; hay muchos cuentos populares en los que los humanos se salvan de los trolls en el instante decisivo justo por este motivo.
Y en la imagen inferior, el hogar de un actual descendiente vikingo.
La gente de Akureyri es también muy aficionada a las flores. Su bello jardín botánico, Lystigarour Akureyrar, así lo demuestra. Hay plantas tropicales y especies de todos los países, lo que tiene un gran mérito al ser el jardín más septentrional del planeta. Un paseo muy agradable, la entrada gratuita.
Entre los principales monumentos de la ciudad destaca la Akureyrarkirkja, una prominente iglesia luterana de hormigón, muy poco estética, que sobresale de lo alto de una colina y a la que no podemos acceder porque se está realizando una ceremonia.
Eso sí, tiene unas fantásticas vistas del fiordo Eyjafjörðuy y del barrio antiguo de la ciudad .
Y en el barrio antiguo, se concentran las casas con más historia, como la Casa Laxdal que fue construída en 1795, y que nos sorprende conocer que actualmente es un restaurante español (Tascas Rincón Canario). Lástima que a esa hora está cerrado.
En esta calle hay un pequeño comercio llamada Brynja que presume de hacer los mejores helados de toda Islandia, los cubren con golosinas variadas. Por supuesto decido probarlo (400 coronas) y es delicioso, pero el chocolate caliente con el que lo cubren, se deshace demasiado pronto y tengo que comerlo deprisa.
Son las 15h cuando decidimos recorrer el fiordo y nos vamos hacia el norte. Cogemos la carretera 82 pero nos vamos desviando por carreteras secundarias y rurales. Es un zona bella y tranquila, salpicada de casas y tierras de pasto y con un paisaje diferente al resto de lo que hemos visto. Hace una tarde preciosa y el tiempo más cálido que en el sur de la isla.
La primera población que llegamos es Dalvik, un núcleo pequeño y punto de partida de los ferries a la isla de Grimsey, la única zona de Islandia que se encuentra dentro del Círculo Polar Ártico y donde dicen que la cifra de las aves supera a las personas en una proporción de 1000 a uno . No tenemos tiempo para acceder a ella pero si para dar un paseo por su agradable y relajante puerto, entre el fiordo de Eyjafjördur y las colinas de Svarfadardalur.
Dalvik |
Dalvik |
Dalvik |
Dalvik |
Ponemos gasolina y siguiendo más hacia el norte, atravesamos un tunel de 3km para llegar a Olasfsljordur, un pueblo pesquero que como toda la zona, trasmite una agradable sensación de aislamiento.
Olasfsljordur |
Seguimos más al norte y atravesamos largos tuneles de un solo carril, con pequeñas zonas de aparcamiento cada 200m que permiten desplazarse cuando, por las luces, vemos que se acerca otro vehículo en dirección contraria. Todos son gratuitos.
Y llegamos a Siglufjördur, una aislada aldea a los pies de una empinada ladera que se alza ante un fiordo de gran belleza.
Un emplazamiento tranquilo en un marco espectacular.
Siglufjördur fue la capital islandesa de la pesca del arengue y, al desaparecer esta especie de la costa norte, sufrió un inmediato declive del que nunca se ha recuperado.
Nos entretenemos en una zona del puerto contemplando a las voraces gaviotas dándose un festín con la pesca recién llegada.
Al lado del puerto hay algunos edificios históricos, algunos de ellos se han convertido en museos, otros en excelentes restaurantes y cafeterías, en una de ellas entramos para tomar un tentempie antes de seguir nuestra ruta.
De nuevo en ruta, seguimos pasando por paisajes privilegiados.
Pasamos por otro tunel de 830m que al igual que los anteriores es de un solo carril y llegamos a Hofsos, otro pueblecito pesquero. En el puerto destaca el histórico almacén de madera, de color azabache, construído en 1777, uno de los edificios de madera más antiguos de Islandia.
En esta localidad, la Lonely Planet recomienda un restaurante de pescado pero, por más vueltas que damos, no vemos nada anunciado ni nada que se le parezca y nos quedamos con las ganas.
Son 20.35h cuando regresamos a Akureyri. Decidimos hacerlo siguiendo la ruta por el sur, que son más kilómetros que si retrocedemos por el norte pero nos ahorramos muchas curvas.
Antes de llegar a Akureyri pasamos por Oxnadalur, un estrecho valle de 30km, con elevadas cimas que franquean un estrecho puerto de montaña, pero hay tanta niebla que apenas se divisa nada.
Cenamos en la guesthouse y nos vamos a dormir.
9. ISLANDIA: GLAUMBAER, BLÖNDUÓS, PENÍNSULA VATNSNES.
29 de julio 2013
El día se levanta fresquito y cuando volvemos a pasar por Oxnadalur, la espesa niebla cubre de nuevo los picos de Faafjall, con gran desilusión nuestra. Dicen que son unos de los más espectaculares de Islandia y nos hubiera gustado inspeccionar el lugar pero apenas se ve nada. Decidimos pues, tirar hacia la península Vatnsnes y por el camino hacemos alguna parada.
Al llegar a Varmahlió, tomamos la carretera 75 en dirección a Sauðárkrókur. A pocos kilómetros está la granja Glaumbær o Museo Etnográfico de Skagafjörður, centrado en las viejas granjas de turba y la forma de vida rural de los granjeros de los siglos XVIII y XIX.
El tejado de césped fue habitual en toda Escandinavia y en Islandia hasta época no muy lejana. Nunca utilizaron la paja de centeno ni la escoba de las antiguas construcciones rurales del centro y sur de Europa porque en Islandia no existe esa materia prima.
Las excelentes propiedades aislantes de este tipo de tejado retienen el calor creando un ambiente adecuado.
Para el armazón y el revestimiento de la casa, como en Islandia no había más madera que la que llegaba a la deriva sobre las olas, se utilizaron piezas de césped seco colocados de formas variadas y la falta de piedra obligó al uso de turba como alternativa y de lava, en otras.
Las casas son de muy pequeña planta y adosadas unas a otras, para poder soportar el peso del tejado, cuando hay sobre él una gruesa capa de nieve
La serie de seis casitas adosadas que mira al sur, está unida por un corredor central que evita salir al exterior cuando la nieve alcanza una gran altura. A su vez, desde estas dependencias se accede a las cuatro largas naves construidas detrás. Cada edificio tiene su dedicación específica.
La entrada vale 1000 coronas (6 €) y la visita me pareció tan interesante, que paso a relatar algunos detalles.
La entrada principal de la casa tiene un pasillo que da acceso a las habitaciones. La más antigua es la cocina, construida en el año 1750. Se pueden ver herramientas y utensilios originales de la época. Sustituyendo a la leña se usaba turba y estiércol de cordero, secado.
La más nueva es la sala común, construída entre los años 1876 y el 1879. Contenía 11 camas y siendo corriente que dos personas durmieran en una misma cama, la sala podía albergar hasta 22 personas. Durante las largas noches de invierno se dedicaban a sus labores a la luz de pequeñas lámparas de aceite, mientras que un miembro de la familia amenizaba el ambiente leyendo historias o recitando poemas épicos. En ocasiones algún narrador de leyendas o recitador de poemas realizaba una gira por las granjas, llevando además noticias de otros lugares.
En cada cama había una tabla de madera, artísticamente tallada con una oración o verso religioso. Por el día ésta se apoyaba a la pared o se utilizaba como mesa a la hora de comer y por la noche servía como protección lateral para ajustar la ropa de la cama.
En espacio tan reducido, existía el derecho a la privacidad y era de ley que, lo que se guardaba bajo la almohada, quedaba fuera del alcance de cualquiera y se consideraba bajo llave.
La sala azúl (1841) era el cuarto de los invitados, uno de ellos fue Jonas Hallgrímsson, uno de los poetas islandeses más apreciados.
Otras dependencias interesantes son el desván, la bodega, la despensa, las cuadras, ...
Según la tradición oral del siglo XI, se cuenta que Snorri Þorfinnsson, que hizo construir la primera iglesia de Glaumbaer, fue el primer europeo nacido en el Nuevo Mundo, del que se tiene constancia, alrededor del año 1000. Hijo de la vikinga Guðríður Þorbjarnardóttir, famosa ésta no sólo por haber viajado a América sino también a Roma.
Finalizada la visita, volvemos a retomar la ruta . El cielo se va despejando pero hace frío.
Cuando llegamos a Blonduos lo primero que divisamos es su extraña iglesia, de culto luterano y paramos a visitarla.
Habíamos leído que Blonduos es un lugar excelente de gambas y mariscos pero, como ya nos pasó otro vez, por más vueltas que damos, no localizamos ningún lugar donde degustarlas y nos vamos decepcionados.
De aquí pasamos a la Península de Vatnsnes, un hermoso emplazamiento con un conjunto de escarpadas colinas en la línea de la costa.
Nuestro principal punto de interés es Hvitserkur, una curiosa formación rocosa en el mar, que parece un rinoceronte. Se accede por un sendero desde el aparcamiento próximo a la carretera.
Hvitserkur significa "camisa blanca", consecuencia de la gran cantidad de deposiciones, que las aves, que habitan en la zona, le han ido depositando y coloreando. El viento y las olas han esculpido tres agujeros en esta gran formación geológica, dando como resultado una figura que recuerda a la de un rinoceronte o a un dinosaurio, aunque la leyenda cuenta que se trata de un troll que quedó petrificado por el sol del amanecer cuando intentaba destruir el monasterio de Thingeyrar.
Esta península es también conocida como la ruta de la focas y parece ser, que una de las zonas donde más se concentran es en la punta de la península, en Hindisvik, pero se trata de una propiedad privada y su entrada está prohibida. Un gran cartel así lo indica al principio del camino.
Más adelante, siguiendo por la península de Vatnsnes, vemos el signo de interés turístico de Illugastadir y acertamos al tomar el pequeño sendero que nos lleva a los miradores, desde donde podemos observar grandes colonias de focas y aves.
Hace mucho frío, las temperaturas han bajado y estamos a 10º. La lente del zoom se me ha roto y no puedo acercar las tomas con mi objetivo pero a pesar de todo, este lugar solitario nos encanta y dejamos pasar el tiempo entretenidos con los prismáticos que hay instalados en los miradores.
Tenemos que marchar y seguir la ruta que no deja de entusiasmarnos con sus bellos paisajes.
Llegamos a la pequeña población de Hvammstangi y paramos en una cafetería junto a la que hay instalados unos tradicionales secaderos de pescado. Secar alimentos al sol y el viento es un antiguo método de preservación. El pescado fresco tiene aproximadamente un 80% de agua; por debajo del 25% las bacterias tienen problemas para crecer, y por debajo del 15% también los mohos.
Los secaderos están construidos con enormes palos de madera, de los que cuelgan los pescados para que se sequen al sol y al viento. El olor es un poco desagradable.
El pescado seco se utiliza para dar sabor a diversos platos y hacer sopas. Posiblemente el más conocido en Occidente es el bacalao, abadejo u otros parientes, secado en frío durante varias semanas en las playas rocosas de las frías y ventosas costas de Noruega, Islandia y Suecia.
Siguiendo la ruta, pasamos por pueblos cuyos barrios están en fiesta y los decoran por colores (también lo vimos en Husavik), algunos están en tonos rojo, otros en amarillo, otros en verde, ... Participa toda problación y es divertido ver la imaginación de los vecinos.
Llegando a Laugarbakki, nos hospedamos nuevamente en un Hotel Edda, sencillo y correcto.
Cenamos en el hotel y nos vamos a dormir.
10. ISLANDIA: PENÍNSULA SNAEFELLSNESS
30 de julio 2013
Salimos temprano y continuamos nuestra ruta hacia el oeste, pasando a la península de Snæfellsnes, la llamada Islandia en miniatura por poseer muchas de las características de la isla: fiordos exuberantes, espectaculares acantilados, playas doradas, campos de lava y picos volcánicos, entre los que se encuentra el volcán del Snaefellsjökull, reconocido como uno de los símbolos de Islandia e inmortalizado por Julio Verne en su "Viaje al centro de la tierra".
La primera población a la que llegamos es Stykkishólmur, la mayor de la península Snæfellsnes. Está construída en torno a un puerto natural protegido por una impactante isla de basalto.
Un lugar pintoresco, con edificios de colores que rodean al puerto y algunos almacenes de madera del siglo XIX, que aún se conservan.
Destaca en el entorno su iglesia de arquitectura futurista, la Stykkisholmskirkja,
El interior de Stykkisholmskirkja contiene cientos de luces suspendidas y una gigantesca pintura de la Virgen y el Niño flotando en el cielo de una noche.
Seguimos explorando la península. A unos 15km de Stykkisholmur yace el extenso campo de lava de Bersekjahraunsvegur en un pintoresco tramo que discurre por una extensión con tonos negros carbón, amarillo sulfuroso y verde musgo.
Desplazándonós por la carretera 577, llegamos a Bjarnarhöfn, donde tenemos mucha curiosidad por visitar el Museo de Secadores o la granja donde se prepara el hákarl, típico plato islandés, que consiste en carne de tiburón con cierto grado de putrefacción.
Dentro de la granja hay una gran exposición de objetos marinos y otras curiosidades.
En las fotografías inferiores podemos ver:
- Objetos que se han extraído del estómago de un tiburón: estrellas de mar, esqueleto de una cabeza de pájaro, un trozo de piel de oso polar,...
- La piel del tiburón que es áspera y dura como un papel de lija.
- Parte de una mandíbula de tiburón donde se aprecian las filas de dientes, que alcanzan hasta 15 hileras en los tiburones más grandes.
Por medio de una serie de fotografías (imagen inferior), nos explican el proceso para el curado del hákarl.
La carne de los tiburones comida sin preparar es tóxica debido a su alto contenido en ácido úrico (el tiburón no posee riñón y concentra todo el ácido en sus músculos), y para ser ingerido es necesario que pase por un proceso largo de elaboración.
El curado del hákarl es un lento y largo proceso que comienza con el lavado y despiece del tiburón, del que se eliminan los órganos internos y la cabeza. Debido al fuerte olor que despide se suele excavar un hoyo en el suelo, algo alejado de las zonas habitadas, y se entierra allí con piedras durante mes y medio, si es verano, o tres meses si es invierno.
Tras esta operación se deja secar en un sitio oscuro y bien aireado durante tres o cuatro meses.
Secadero de hákarl |
Secadero de hákarl
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Se sirve generalmente cortado en cubitos de uno o dos centímetros. Y a los principiantes , como nosotros, aconsejan taparse la nariz cuando se ingiere un trozo porque posee un fuerte olor que recuerda al amoníaco.
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Se suele servir con un aguardiente típico denominado brennivín.
Una visita muy recomendable y de la que salimos muy satisfechos, aunque por el producto no pagaríamos mucho.
Antes de marchar, nos entretenemos un rato jugando con los animales de la granja.
De nuevo en el coche, seguimos traspasando los enormes campos de lava, con unos paisajes espectaculares y un horizonte donde van apareciendo volcanes de diversos colores.
Llegamos a Grundarfjordur (donde pasaremos la próximo noche), una población de alrededor de 1.000 habitantes, situada en una bahía y rodeada de picos nevados.
En el lado del mar, está la montaña llamada Kirkjufell, una de las más peculiares de la península y la más conocida. Tiene una curiosa forma piramidal y está casi metida en el mar formando una pequeña península.
Kirkjufell, por un lado |
Kirkjufell, por el otro lado |
Después de hacer el booking en el hotel, continuamos la ruta hacia el oeste.
El paisaje cambia sin perder la belleza.
Agua por todos los sitios.
Paramos en Ólafsvík, una ciudad con 1.003 habitantes y visitamos su moderna y bonita iglesia, diseñada por el arquitecto Håkon Hertevig en 1967. Se caracteriza por tener la forma de un pez.
Continuamos nuestro recorrido y empezamos a divisar el glaciar Snaesfellsjökull.
Tras dejar atrás Olafsvik llegamos a Hellissandur Rif, casi en la punta de la península. Esta zona fue un importante centro de pesca y actualmente es famosa porque cada verano se concentran grandes colonias de charrán ártico, un ave que emigra cada año del polo sur al polo norte, con una distancia de más de 70.000 km.
Una vez alcanzado el extremo de la península, rodeando el glaciar y dando ya la vuelta por el lado sur, encontramos el cono volcánico del Saxholl cuya erupción tuvo lugar hace unos 3.000 años, formando el impresionante paisaje que acabábamos de cruzar.
Es un cráter fácil de escalar, un pequeño sendero asciende hasta su cima y desde allí disfrutamos de unas fantásticas vistas.
Si salimos del sendero, la tierra es volcánica y resbaladiza.
Al fondo podemos apreciar el glaciar Snaesfellsjökull, asentado en el volcán del mismo nombre, que es en el que se inspiró Julio Verne.
A medida que nuestro viaje continúa por la zona sur, nos acercamos cada vez más al glaciar Snæfellsjökull.
Nos detenemos en Lonsdrangar, una playa donde se encuentra el faro de Malarrif y unas curiosas formaciones rocosas.
Desde este punto, nos encontramos, por fin, con la impresionante vista del volcán, una formación extraña, como jamás habíamos visto y perfecto para la situación de la novela "Viaje al centro de la Tierra", lo curioso es que Julio Verne no estuvo nunca en Islandia, aunque no cabe duda de que se documentó bien porque hace una descripción magnífica del mismo.
El glaciar Snæfellsjökull está asentado en algunas de las montañas más altas de Islandia, llegando a los 1.446 metros de altitud y dicen que en días claros, se puede ver desde Reykjavík. El volcán en el que se asienta está activo, aunque hace cientos de años que no presenta actividad, pero ¡quien sabe!
Intentamos subir al glaciar con el coche por un camino de gravilla pero como el intento resulta fallido, seguimos por la localidad de Hellnar, antiguo puerto pesquero que cuenta con unas cuantas granjas en los alrededores y una iglesia.
En la playa hay unas espectaculares formaciones rocosas y una cueva conocida por los cambios de colores que producen la luz natural y los movimientos del mar.
Desde esta playa, un letrero señala la ruta de senderismo que va hasta Arnarstapi, de 2,5 km siguiendo por el borde de los acantilados. El final parece que llega a una granja de focas pero no llegamos porque decidimos retroceder, es un poco tarde y tenemos que regresar al hotel.
Tomando la carretera 54, atravesamos la península Snaefellsness, dirigiéndonos de nuevo hacia Grundarfjordur, al norte.
Volvemos a pasar por la montaña de Kirkjufell, esta vez iluminada con los magníficos tonos del atardecer.
Cenamos en un restaurante, cerca del hotel. Allí nos encontramos a un grupo de catalanes, que, entusiasmados, inician el viaje con la agencia Boreal Travel y nos piden consejos. Cuando salimos el cielo sigue tiñiendo espectacularmente la montaña de Kirkjufell
Un pequeño paseo y nos vamos a dormir.
11. ISLANDIA: BOGARNES, DEILDARTUNGUHVER, HRAUNFOSSAR, REYKHOLT Y REYKJAVIK.
31 de julio 2013
Desayunamos tranquilamente y a las 9:45h, salimos del hotel para atravesar, de nuevo, la península Snaefessnes; esta vez por la carretera 56, que enlazará con la ring road y nos llevará de vuelta a Reykjavik; antes haremos unas paradas para visitar algunos sitios de interés.
Hace mucho frío, estamos a 9º cuando llegamos a Borgarnes, un pueblo con poco interés turístico, que no llega a los dos mil habitantes. Situado en una península, en el fiordo de Borgarfjördur, es de las pocas poblaciones de la costa islandesa que no se dedica a la pesca, sino a la industria y el comercio.
De Bogarnes nos desplazamos por la carretera 50 en dirección a Reykholt, una comarca que se asienta en un valle de gran actividad geotérmica.
Desde la carretera vemos grandes nubes de vapor que se elevan. Se trata del manantial de Deildartunguhver, el mayor de Europa, el agua brota hirviendo de la tierra a 100ºC (180 litros por segundo)
Seguimos la ruta hasta llegar a Hraunfossar, una serie de cascadas formadas por arroyos que caen a través de un campo de lava que fluyó de la erupción de uno de los volcanes bajo el glaciar Langjökull. Las caídas de agua se vierten en el río Hvítá de cornisas de roca porosa en la lava. El nombre Hraun proviene de la palabra islandesa "lava".
Justo encima de Hraunfossar se encuentra Barnafoss, también llamada la cascada de los niños. Su nombre se debe a una leyenda que cuenta que los niños de una granja cercana perdieron sus vidas cuando intentaban cruzarla por un puente natural de piedra, que estaba situado por encima del torrente y, que después del accidente, la madre destruyó.
A continuación hacemos una parada en Reykholt, uno de los lugares históricos más importantes de Islandia y un centro cultural durante siglos. Allí vivió y fue asesinado Snorri Sturluson, poeta, político y una de los figuras más importantes de la historia medieval islandesa.
Centro de estudios medievales de Snorrastofa, dedicado a Snorri SAturluson. |
Un poquito más adelante del centro cultural, se encuentra el estanque de Snorri, una poza de agua caliente proveniente de un manantial termal, donde se cree que venía a bañarse Snorri.
Snorri Sturluson, llegó a ser uno de los jefes más temidos de Islandia. En 1218 viajó a Noruega y consiguió la amistad del rey Haakon IV Haakonsson. En 1220 volvió a Islandia con el compromiso, que no cumplió, de someter la isla al rey de Noruega. Tuvo que luchar contra su yerno, Gissur Torvaldsson, a manos del cual murió. Es autor de La saga de los reyes de Noruega y de fragmentos de la Edda que él mismo recopiló.
Estatua de Snorri Sturluson |
Capillas de Reykholt |
Terminadas estas visitas, nos dirigimos hacia Hvalfjordur, donde un túnel de 6 km, atraviesa el fiordo por debajo del océano y nos lleva a Reykjavik. El peaje es de 1.000 coronas (6€).
Son las 15:30 cuando llegamos a Reykjavik, completando de esta manera la circunvalación de la Ring Road. La temperatura ha subido a 14 ºC y hace un día precioso.
Llegamos a la guesthouse Helga sin dificultad, una bonita casa en la periferia de la capital, donde pasaremos las dos últimas noches en la isla.
Posiblemente sea una de las mejores guesthouses del circuito. La habitación es amplia, la casa está muy bien acondicionada y tiene de todo.
El propietario, super-amable, nos facilita información al máximo. Le preguntamos por alguna pescadería, especialmente para ver el tipo de pescado que tienen y nos indica una muy cerca que nos encanta, es tal la calidad y la frescura de los productos que tienen que nos animamos a preparanos una buena cena en casa. Compramos salmón fresco y un plato preparado confeccionado con bacalao, patatas y crema de leche, que resulta exquisito.
Luego vamos al supermercado Bonus (el más famoso y económico del país) a por huevos, unas latas de la cerveza nacional Víking, fruta y Skyr (una especie de yogur bajo en grasa pero muy nutritivo y de sabores variados).
Revolviendo por el congelador del supermercado localizamos las famosas cabezas de la oveja cocida (con los ojos y todo lo que tiene una oveja viva, salvo el pelo) que recibe el nombre de “svie”. La cabeza de cordero puede servirse fresca o en conserva y es un plato muy popular en Islandia, al igual que el “hákarl” la carne de tiburón fermentada o “el slátur” otro plato de carne de oveja que se prepara de una mezcla de despojos de oveja envueltos en el estómago. Otra “delicia” bastante particular de Islandia es “el hrútspungur” que es una comida parecida al pastel compuesta de testículos de carnero macerados en suero. Rarezas gastronómicas que nos llaman la atención pero que no nos atrevemos a probar.
Volvemos al centro de Reykjavik, paseamos tranquilamente por sus calles, por su iglesia Hallgrimskirkja, entramos de nuevo al edificio Harpa Conference, hacemos algunas compras y terminamos frente al mar, ante la estampa del Sun Craf.
De vuelta a la guesthourse, preparamos una cena rápida y sin la menor dificultad, haciendo uso del microondas. Todo está buenísimo.
Nos vamos a dormir porque mañana nos espera una larga excursión y tenemos que madrugar.
12. ISLANDIA: LANDMANNALAUGAR
1 de agosto 2013
Cuando organizábamos el circuito por Islandia, leímos en algunos blogs como reiteradamente recomendaban la excursión a Landmannalaugar, una región cerca del volcán Hekla, a la que sólo se puede acceder con vehículos especiales y 4x4.
Como nosotros alquilamos un turismo, contratamos la visita con la agencia Boreal Travel.
Con un día espléndido, a las 8 de la mañana un autobús nos recoge al lado del alojamiento. Somos un grupo de unas 15 personas.
Partimos de Reikiavik, a través de las fértiles tierras agrícolas del sur de Islandia y antes de entrar en el valle, nos avisan de que haremos una única parada en una gasolinera/bar antes de llegar al valle.
Continuamos por la ruta 32 y llegamos a Hjalpassfoss, una hermosa cascada doble, situada cerca del Monte Hekla y punto de unión de los ríos Fossá y Pjórsá.
Esta cascada, aunque no es de las más altas, tiene un caudal bastante potente y un entorno verde precioso. Su nombre significa "ayuda" en islandés, por ser la primera señal de vegetación en el valle cuando se viene de cruzar las Highlands.
Cerca de las cataratas visitamos Þjóðelvisbærinn Stöng, una granja vikinga reconstruída que era la mayor de la zona. Allí se reunían los habitantes para calentarse mientras hacían sus tareas y pasaban el tiempo contando historias, recitando poemas y jugando.
En el largo vestíbulo o hall, el espacio de hombres y mujeres estaba separado por medio de una pared de madera, cuyas marcas aún pueden verse.
En la parte interior del hall, junto al comedor trabajaban la mujeres, los hombres en la zona cercana a la salida. Grandes plataformas de madera, se extendían a lo largo de toda la estancia, en ellas se sentaban para trabajar durante el día y para dormir por la noche .
Terminada la visita, continuamos adentrándonos en el hermoso y espectacular paisaje de Landmannaluger, un área montañosa, esculpida por la actividad geotérmica y formada por volcanes, campos de lava, montes de extraños colores, largos valles de fondo arenoso e infinidad de ríos y lagos.
Como curiosidad, Islandia es uno de los países más volcánicos del planeta, con más de 200 volcanes, muchos de ellos activos.
Paramos para ver de cerca el lago formado en el cráter Ljótipollur, que a pesar de que su nombre significa "lago feo", es de un el bonito color azúl. Se formó en 1477, después de una explosión volcánica y es de gran profundidad.
Después de vadear algún de río, por un camino de gravilla llegamos a la base desde donde salen la mayoría de las rutas senderismo. Aparcamos en una enorme zona de acampada llena de tiendas, un refugio y diversos tipos de servicios.
Landmannalaugar es sólo una pequeña parte de la Reserva Natural, pero tiene un especialísimo interés geológico y sobre todo una belleza paisajística excepcional, con un panorama con diversidad de formas y colores.
Después de comer un bocadillo, el guía del bus nos acompaña para realizar un recorrido circular, que iniciamos por la garganta de Graenagil, una hermosa zona.
El sendero, bastante concurrido, va ascendiendo hasta la base del Brennisteinsalda.
Brebbisteinsalda
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En la base del Brennisteinsalda nos acercamos a las solfaratas, con su característico olor a huevo podrido, consecuencia del azufre.
A continuación atravesamos Laugarhraun, el gran campo de lava. Todo un recorrido con espléndidas panorámicas.
Vista del Brebbisteinsalda desde el Laugarhraun. |
Desde aquí divisamos las coloridas montañas riolíticas de Bláhnúkur, un pico volcánico que alcanza una altura de 945 m sobre el nivel del mar.
Empezamos a descender, otros senderos marcan la ruta para llegar a Bláhnúkur, que nos hubiera gustado realizar.
De regreso al área de acampada, nos acercamos a una zona de baño caliente, donde confluyen dos corrientes: la de agua fría procedente de la nieve y la de agua hirviente que mana bajo el campo de lava. Un multitud de turistas disfrutan y se toman un relax, lástima que nosotros no tengamos tiempo. Yo me quedo con las ganas.
Ya en ruta, hacemos una parada final para la vista del gigante y legendario Hekla, el más famoso y activo volcán, que antiguamente se creía que era la entrada al infierno.
Hekla es uno de los volcanes más temidos y peligrosos de todo el país. Ha entrado en erupción unas 20 veces (una por cada diez años) la última erupción fue el 26 de febrero 2000 por lo que se esperaba que la siguiente sería en el 2010. Su nombre significa "encapuchado" porque dicen que es raro verlo despejado, pero hoy las nubes están lejos y podemos divisarlo bien.
Llegamos a Reykjavik, muy satisfechos, alrededor de las 19.30h. La excursión ha valido la pena.
Un rato de relax, una cena casera y a dormir.
13. ISLANDIA: PENÍNSULA DE REYKJANES
2 de agosto 2013
Llegó el final de nuestra estancia en este maravilloso y fascinante país que nos ha llenado los días de imágenes y experiencias difíciles de olvidar.
Tras desayunar, tranquilamente, hacemos las maletas y nos despedimos de Reykjavik, Como nuestro vuelo sale a las 15:45h. apuramos las últimas horas para seguir haciendo algunas visitas en la península de Reykjanes, en dirección al aeropuerto.
De la Ring Road, nos desviamos por la carretera 42, a través del campo de lava de Kapellurhraun y, junto a la ruta, vemos un gran número de tendederos de madera con miles de pescado secándose al sol. Nos acercamos y el olor es muy desagradable. El suelo de arena negra está lleno de raspas y las moscas hacen un festín.
Siguiendo hacia el sur, pasamos por Kleifarvatn, el lago más grande de la península de Reykjanes, con una profundidad máxima de 97 m. Después del gran terremoto del año 2000 el lago empezó a disminuir desapareciendo un 20%. Las grietas que se abrieron con el terremoto se fueron rellenando y sobre el 2008 el lago recuperó su nivel. Sus playas son de arena negra y sus aguas de un sorprendente color azúl.
Según una leyenda un monstruo con forma de serpiente y del tamaño de una ballena se esconde en este lago. Nosotros, por si acaso, no esperamos a comprobarlo.
Continuamos por al área geotermal de Seltún. Un sendero lleva a la cima de la montaña donde se encuentra una zona de fumarolas pero, como la excursión marca una hora, aproximadamente, nos conformamos viendo el paisaje desde la base y como el humo se eleva de las pozas de agua hirviendo.
Cerca se halla Graenavatn, un lago de 46 metros de profundidad que forma parte del área geotermal de Krysuvik. Sus aguas son de un color verdoso debido a las algas que allí se forman por el agua termal.
Llegamos a Grindavík, la única población de la costa sur de Reykjanes, un municipio pesquero que cuenta con un puerto en su costa lleno de embarcaderos, grúas y almacenes. Muchos de sus casi 3.000 habitantes se dedican a trabajar en la industria pesquera. La ausencia de turismo hacen de él un lugar sumamente tranquilo.
Grindavik posee además un interesante museo dedicado a explicar la industria de salar el pescado. Decidimos visitarlo, después de expresar nuestra queja porque las audioguías son en inglés, francés o alemán y no hay ninguna información en español. El local es pequeño y las imágenes, de épocas antiguas, muestran las diferentes etapas del proceso del salado del bacalao.
Dicen que la venta del pescado era tan importante, que el escudo del país fue un bacalao seco hasta 1904.
Con ayuda de un cepillo eliminaban el sobrante de sal.
Y ya listo para la venta y consumo.
A 4 kilómetros de Grindavík se encuentra su mayor atracción turística, la Laguna Azúl (Blue Lagoon), un lago artificial que recibe, de la planta geotérmica de Svartsengi , un agua rica en sales minerales, material orgánico y posee propiedades terapéuticas.
Es un hecho común que los turistas, al final del viaje, puesto que está cerca del aeropuerto, disfruten de sus aguas antes de embarcar pero nosotros, como ya estuvimos en la laguna de Myvath, decidimos prescindir a cambio de recorrer la zona. No obstante, efectuamos una visita.
Vemos que los precios rondan los 45 euros la entrada, con toalla (bastante más caro que en Myvath).
Abren todos los días, del 1 junio al 31 de agosto de 09:00 a 21:00 y del 1 septiembre al 31 de mayo de 10:00 a 20:00.
Camino entre piedras de lava que lleva al recinto. |
En las afueras del recinto. |
Dentro, desde el cristal de la cafetería, se puede ver el ambiente. Hay gente con mascarillas de barro blanquecino que recogen de unos recipientes de barro y, al igual que en Mitvath, hay unas barras en las que se puede pedir bebidas para tomarlas dentro de la piscina.
Tal vez haya demasiada concentración de turismo aunque no por ello deja de tener su encanto y las instalaciones son una maravilla. Sin embargo, ante la tranquilidad que había en Mytvath, nos decantamos por aquel lugar.
En la tienda, abierta a todo visitante, venden productos de belleza de la marca, prendas de ropa y souvenirs. Decidimos no comprar nada, porque habíamos leído que era mejor comprarlos en el Duty Free del aeropuerto, antes de salir de Islandia.
Salimos del recinto atravesando una zona de belleza salvaje, con inmensas y áridas extensiones de lava y enlazamos con la carretera 425 que bordea la costa.
Llegamos a la zona donde se aprecian las enormes grietas de separación de las placas continentales de Europa y América, con el Puente entre dos Continentes (Midlina) y experimentamos la emoción de cambiar de continente con sólo un paso.
Puente entre dos continentes. |
Ahora sí nos dirigimos al aeropuerto de Keflavik. En la oficina de Geysir, devolvemos el coche (que antes le hemos pasado la mangera en una gasolinera) y, afortunadamente, lo encuentran todo correcto.
El cuentakilómetos marca 7.518 km (iniciamos con 3.895). Total 3.625 km. recorridos. Hay que tener en cuenta que la Ring Road o carretera principal hace un recorrido circular por la isla con una longitud de 1340 Km.
Muy amables, con el mismo coche, nos acompañan hasta la termimal que está a unos 200m.
El cuentakilómetos marca 7.518 km (iniciamos con 3.895). Total 3.625 km. recorridos. Hay que tener en cuenta que la Ring Road o carretera principal hace un recorrido circular por la isla con una longitud de 1340 Km.
Muy amables, con el mismo coche, nos acompañan hasta la termimal que está a unos 200m.
Facturamos las maletas, comemos y puntualmente, a las 15:45h, emprendemos el vuelo a Barcelona.
Con nuestro equipaje |
Vista desde el avión en la que se aprecia la Ring Road. |
Son las 22:00 (dos horas de diferencia horaria) cuando aterrizamos en el aeropuerto del Prat.
Sin lugar a dudas, Islandia es un país inolvidable. Constantemente , la grandeza de sus paisajes y la fuerza de la naturaleza nos recuerda la fragilidad del ser humano. Una tierra en formación continua, cuya belleza podría desaparecer ante la inconsciencia y el egoísmo de nuestra sociedad.
Rafael y Pilar
Julio/Agosto 2013
Julio/Agosto 2013
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