9 y 10/ 7- LALIBELA
12:59
Día 9 y 10 julio – GONDER-LALIBELA
Nos desplazamos a Lalibela, la joya de Etiopía, donde realizaremos uno de nuestros sueños, visitar el impresionante conjunto de iglesias excavadas en la roca declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, que en tantos documentales hemos visto y que son una auténtica maravilla.
El vuelo de Bahir Dar a Lalibela dura poco más de 20 min . Desde el avión, vemos como el paisaje va cambiando y se vuelve árido y desierto. Entre tierras rojas y blancas se agrupan pequeños poblados de chozas.
Justo antes de aterrizar conocemos a Lee, un barítono coreano muy simpático que viaja por libre, con el que entablamos una buena relación y le ofrecemos nuestro coche para desplazarse hasta la ciudad que está un poco lejos. Al final, compartimos hotel y alguna excursión.
A la entrada de la ciudad vemos un grupo de presos, vigilados por el ejército, transportando troncos. Nos comenta Johanes que en Etiopía hacen cumplir la condena trabajando.
Lalibela es una pequeña ciudad a una altitud de casi 2.800 m en las tierras altas de Etiopía . Está rodeado por una zona rocosa y seca.
La carretera que lleva al hotel está en obras y grupos de jóvenes, chicos y chicas, trabajan duramente de forma manual, sin ningún apoyo técnico o mecánico.
Vemos también la construcción de un edificio de la misma forma, haciendo una cadena para pasarse el material de construcción, a un ritmo acelerado.
El hotel de la cadena Roa, es de nueva construcción y con alguna fase por terminar. La gente es muy amable y la cocina estupenda. Lee decide quedarse también.
Salimos a dar un paseo por los alrededores del hotel antes de comer y unos jóvenes enseguida nos abordan. Dicen que son estudiantes y así practican el idioma. Al final nos piden 20 euros porque necesitan comprar un diccionario, un truco que suelen utilizar para timar a los turistas pero con nosotros, que ya lo conocíamos, no les da resultado.
Más tarde Lee nos dice que ha conocido a unos estudiantes, que le han invitado a la ceremonia del café y les ha dado 20 € para comprar un diccionario que necesitaban. Es evidente que ha picado, pero está tan contento que preferimos no decirle nada .
Por la tarde visitamos las maravillosas iglesias de Lalibela, excavadas en la roca.
Johanes nos explica que, según la leyenda, el rey Lalibela, en un intento de crear la nueva Jerusalén en territorio africano, reunió a los mejores artistas y artesanos para edificarlas (S.XII Y XIII). Sus hombres trabajaron sin descanso durante el día y por la noche "un ejército de ángeles" continuaba con la ardua labor. La construcción duró 24 años y aún hoy en día, los expertos se preguntan cómo se pudieron hacer esas iglesias monolíticas con tanta precisión y exactitud en aquella época.
Johanes nos explica que, según la leyenda, el rey Lalibela, en un intento de crear la nueva Jerusalén en territorio africano, reunió a los mejores artistas y artesanos para edificarlas (S.XII Y XIII). Sus hombres trabajaron sin descanso durante el día y por la noche "un ejército de ángeles" continuaba con la ardua labor. La construcción duró 24 años y aún hoy en día, los expertos se preguntan cómo se pudieron hacer esas iglesias monolíticas con tanta precisión y exactitud en aquella época.
En total son un conjunto de 11 iglesias de impresionante tamaño, divididas en dos grupos por un torrente que rememora el río Jordán, en recuerdo de la ciudad de Jerusalén. Están conectadas a través de una complicada red de túneles y pasadizos, excepto una de ellas que está más separada. Algunas están horadadas en la roca y otras son
auténticos monolitos, casi iglesias-escultura, en un estilo absolutamente único
de Etiopía.
Cruz de Lalibela |
Lo primero que vemos al llegar a la iglesia Bette Medhame Alem es una enorme estructura de madera y metal, que la protege de las inclemencias del tiempo, realizada por la Unesco y nos preguntamos sino hubiera sido posible hacer algo más liviano y estético y que no rompiera tanto la armonía del lugar, claro que resulta necesario para su conservación.
Bette Medhame Alem (Casa del Salvador del Mundo), localizada en un foso de 10 m de profundidad, con 37,70 m de longitud, 23,7 de anchura y 11,5 de altura, es la mayor iglesia del mundo esculpida en una roca y reproduce la arquitectura de una basílica rectangular de cinco naves.
Alberga la Cruz de Lalibela, bastones de oración y otros objetos antiguos.
En las paredes exteriores hay unos agujeros tallados en la roca donde los ermitaños se refugian en busca de la vida espiritual a través de la oración.
Antes de acceder a las iglesias hay que descalzarse. Los zapatos se amontonan en las puertas de entrada y en la penumbra interior, hombres y mujeres ocupan lugares separados durante las ceremonias.
Por dentro las iglesias no son muy bonitas pero lo peor de todo, es la falta de limpieza en su interior. Las alfombras que debemos pisar sin zapatos y sólo con calcetines deben llevar décadas sin limpiar. En algunos blogs aconsejaban llevar, además de insecticidas, collares antipulgas y así lo hicimos, nos las colocamos alrededor de los calcetines y superamos la prueba.
Los sacerdotes enseñan la cruz, bendicen a los fieles y se dedican a orar y meditar.
Lalibela es la segunda ciudad santa del país y un importante centro de peregrinación ortodoxo. Decenas de feligreses peregrinan hasta aquí para hacer sus plegarias, con sus túnicas blancas, ayudados con un fino bastón de color marrón con una curvatura superior, objeto imprescindible para los creyentes y nos cuenta Johanes que sirve de ayuda en las largas ceremonias para apoyarse.
La segunda iglesia a la que accedemos es la de Bette Maryam (Casa de María), donde muchos fieles acuden cada día.
La devoción de los fieles es estremecedora. El lugar transmite sosiego y el silencio sólo se ve roto por algún cántico o salmodia.
El techo de la iglesia de Bette Maryam está decorado con pinturas.
En todos los templos, detrás de las cortinas se guarda un tabot, copia idéntica de la auténtica Arca de la Alianza, supuestamente guardada en una iglesia de Aksum. Los tabots nunca salen de los templos ni pueden ser vistos por los fieles durante ningún día del año, salvo en las procesiones de Epifanía.
En cada iglesia la cruz es diferente y los sacerdotes se avienen a fotografiarse, nos enseñan los libros antiguos y pinturas muy antiguas
Al final de la tarde, nos acercamos a ver la iglesia de Bette Georgis (Casa de San Jorge) , que está separada de los dos grupos de iglesias. Al ser la última que se realizó, es la mejor conservada y simboliza el arca de Noé.
Desde un pequeño mirador podemos apreciar el monolito perfecto, de quince metros de altura y tejado cruciforme. Es la más famosa de todas y verdaderamente es impresionante. Nos hace mucha ilusión encontrarnos en este lugar.
Para llegar al lugar de culto de esta iglesia, es preciso bajar unas escaleras y seguir un túnel hasta la base, 12 m más abajo.
Como las mujeres coptas-ortodoxas al entrar a los templos cubren sus cabeza con pañuelos blancos y yo , casualmente llevo uno, me lo pongo en señal de respeto, aunque para las extranjeras no es obligatorio.
Al día siguiente visitamos las iglesias que pertenecen al segundo grupo y están situadas al sudeste de Lalibela:
La iglesia de Bette Golgotha (Casa del Santo Gólgota) , es la única donde no está permitida la entrada a las mujeres, así que tuve que esperar fuera mientras ellos pasaban a visitarla. Tiene unos impresionantes apóstoles tallados en piedra que vi desde afuera.
En esta zona hay otras iglesias colindantes a las que se llega por pasadizos laberínticos, uno de ellos muy oscuro representa el infierno y que para cumplir la penitencia hay que atravesarlo sin luz.
Bette Kidus Gabriel y Rafael (Casa de los arcángeles Gabriel y Rafael) es un edificio de dos pisos con ventanas, una estructura fuera de lo común que creen podría haber tenido otra función antes de ser iglesia, quizás la residencia de la familia real.
Una foto todos juntos de recuerdo.
Salimos del recinto a través de La Tumba de Adán, un monolito de 5m de alto, con una escalera de siete peldaños que lleva a una puerta y una ventana en la parte superior, en forma de cruz , que afirman que podría representar un altar de sacrificios pagano.
Abandonamos este santuario cristiano-subterráneo, digno de figurar entre las maravillas del mundo y el resto de la tarde, lo dedicamos a pasear por los alrededores. Nos encanta relacionarnos con la gente y conocer el medio donde se desenvuelven.
La abuelita nos enseña su humilde morada.
Al día siguiente, a primera hora de la mañana, nos desplazamos a 6km de la ciudad para visitar el Monaterio de Naukto´Leab, levantado por mandato del sobrino y sucesor de Lalibela, en una cueva rodeada de
estanques naturales a los que se atribuyen propiedades sagradas, donde Nakuto La'ab se retiró para llevar una vida de ermitaño.
Afortunadamente llegamos en un momento en que están realizando una ceremonia religiosa y entramos en un escenario en el que parece que el tiempo ha retrocedido mil años.
El aspecto de los fieles cubiertos con sus shamas(tela tradicional), como si de personajes bíblicos se tratara, nos traslada fácilmente a otros tiempos.
Los fieles llevan grano y otras ofrendas al monasterio, que recoge un monje.
La experiencia es única, los cánticos de los monjes y el recogimiento de la gente es verdaderamente impresionante.
Me conmueve poder asistir a una ceremonia así y me acerco sigilosamente.
Un monje lee en voz alta las Sagradas Escrituras en gue'ez.
Los enfermos confían más en estas aguas sagradas, que en la medicina tradicional que resulta cara para ellos.
Finalizado el ritual un monje nos abre un armario en el que se guardan varios objetos de alto valor religioso e histórico.
En una habitación contigua, unos antiquísimos recipientes de piedra recogen el agua bendita cuando gotea del techo de la cueva, que dicen que es curativa y hace milagros.
El monje levanta un lienzo blanco donde se conservan pinturas muy antiguas y nos va narrando su historia, que Johanes nos traduce.
Al salida de la iglesia una niña se me acerca, es muy guapa y lleva una cruz blanca pintada en la frente. Le pregunto si puedo hacerle una foto y accede sin problemas.
No se separa de nosotros, es tan dulce que le regalo una de mis pulseras y se va corriendo muy contenta hacia su aldea, quiere enseñársela a su mamá.
En el coche de nuevo, pedimos hacer una breve parada en las aldea. Enseguida nos convertimos en centro de atención y los niños vienen corriendo a saludarnos y pedirnos caramelos, birr,...
A la mamá le compramos una pequeña figurita de artesanía y nos invita a pasar a su casa.
La niña a la que he regalado la pulsera llega corriendo y dice que quiere enseñarnos su casa. Su mamá es joven y nos hace entrar.
Es una pequeña estancia separada en dos zonas por una cortina. En las paredes hay dibujos que la niña hace para su mamá, que está enferma y nos ha traído porque allí creen que todos los extranjeros son médicos y nosotros la curaremos. Según nos traduce Johanes es problema de un mal parto, con pérdida de bebé y tiene muchos dolores.
Por el camino vemos a las mujeres transportar leña que luego venderán o utilizarán en su hogar.
Qué vida más dura y qué diferente la nuestra ! Esta es la verdadera realidad del país y entristece pensar, que no basta con nuestra generosidad y solidaridad sino que la única forma de cambiar las circunstancias sociales, es con la honestidad de sus gobernantes y a través de una correcta actuación política, de la que estos países carecen y es el drama de su pueblo.
Día 11 julio – LALIBELA-AXUM
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