RUSIA: MOSCÚ (2007)

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Del 24 de julio al 4 de agosto de 2007

En verano del 2007 visitamos Rusia, un viaje cultural al país  más grande del mundo que en tan sólo 12 días se limitaba a  las ciudades de Moscú,  San Petersburgo y que, afortunadamente,  ampliamos con la visita del "Anillo de Oro", una ruta al noroeste de Moscú que alberga distintos monasterios con magníficas cúpulas  y que además de disfrutar de su riquísima historia y  cultura, nos dio la posibilidad de conocer el paisaje ruso, sus bosques y sus gentes.  Todo un acierto del que vinimos encantados. 

Entre las dos grandes ciudades, Moscú fue la que más nos gustó por considerarla más autenticamente rusa.  San Petersburgo es más moderna, más europeizada, más turística, pero también magnífica.

Gran parte de las visitas a las dos grandes ciudades las hicimos por nuestra cuenta, mientras que la ruta por el Anillo de Oro fue organizada.

Aprender el alfabeto cirílico antes de partir, nos facilitó  movernos especialmente por  el metro de Moscú, ya que todas las indicaciones están indicadas con estos caracteres. Lo bueno de este alfabeto es que tiene muchas similitudes con el nuestro y se lee como se escribe.


A Moscú, la capital rusa, llegamos desde Barcelona en un vuelo nocturno y después de alojarnos en el hotel, iniciamos la primera visita nocturna de esta ciudad, fundada por el príncipe de Suzdal, Yuri Dolgoruki, en el siglo XII.

Monasterio de Novodevichi
Nunca olvidaremos la emoción que sentimos al pisar la Plaza Roja iluminada, un lugar que impresiona por su magnificencia y su belleza: a un extremo la catedral de San Basilio, con una vistosidad y colorido, difícil de superar; a su derecha la muralla del Kremlin y el mausoleo de Lenin,  a la izquierda el edificio Gum, un centro comercial de lujo que choca en este lugar, epicentro del comunismo.


Plaza Roja - Catedral de San Basilio
Plaza Roja - Muralla del Kremlin y el mausoleo de Lenin.

Plaza Roja - Almacenes GUM
La Plaza Manezhnaya, uno de los accesos a la Pl. Roja.
El Museo de  Historia en el otro extremo de la Plaza Roja.

Tras cenar regresamos al hotel a descansar, al día siguiente nos esperaba un intenso plan de visitas, que iniciamos viendo la panorámica de la ciudad desde el famoso mirador de Las Montañas de Gorriones, denominadas Montañas de Lenin en tiempos de la Unión Soviética.  




En el mirador habían varias paraditas turísticas donde no podían faltan las famosas matrioskas,  tradicionales muñecas rusas creadas en 189o, cuya originalidad consiste en que están huecas por dentro y en su interior van albergando nuevas figuras de vivos colores. Todas muy bonita y de varios tamaños y precios, no obstante controlamos nuestro instinto consumista para adquirirlas más adelante.



En la colina de Los Gorriones se encuentra el edificio central de la Universidad Estatal de Lomonossov, una de las "siete hermanas de Stalin", como se denominan a los siete edificios o rascacielos de estilo stalinista que se encuentran dispersos por Moscú y que  fueron erigidos para conmemorar el octavo centenario de su fundación.

Universidad de Lomonossov


Ministerio de Asuntos Exteriores
La capital de Rusia es el  centro económico, político, cultural y científico más importante del país. Considerada la ciudad más cara del mundo y el lugar donde se encuentra el  mayor número de millonarios, en contraste con la precariedad en la que vive una gran  parte de la población. 

Nos acercamos a la Plaza de la Victoria, en el Parque Pobyedi, erigida para conmemorar la victoria del pueblo soviético en la Segunda Guerra Mundial, con monumentos  a los defensores de la tierra rusa y a todos los caídos. 

Monumento memorial dedicado a la Victoria en la Gran Guerra Patria (1941-1945)























Iglesia ortodoxa de San Jorge. Pza. de la Victoria.

En la Plaza de la Victoria se puede visitar el Museo de la Guerra, que ese día estaba cerrado. 

Al salir del recinto vemos una nueva iglesia abierta al culto. La mayor parte de la población rusa es miembro de la iglesia ortodoxa y tienen una gran devoción (durante una larga etapa comunista la religión estuvo perseguida). El representante de la iglesia ortodoxa es el patriarca de Moscú.




 En su interior se respira una gran espiritualidad, las paredes están cubiertas de imágenes e iconos, no hay bancos, los devotos oran en pie y las mujeres al entrar tienen que cubrirse la cabeza. 


Siguiendo por la calle UlitsaTverskaya, muy transitada, llegamos de nuevo a la Plaza Roja. Allí  parten las principales avenidas de la ciudad.

La calle UlitsaTverskaya que finaliza en la Plaza Roja.
La Plaza Roja es la más grande y  famosa de toda Rusia (500 m de largo y 70 de ancho). Sirvió como zona de mercados, ceremonias públicas, proclamaciones y hasta para coronar a los zares. Su nombre no proviene del color de los ladrillos que la rodean, ni tampoco hace referencia al color rojo del comunismo, sino que deriva de la palabra "krásnaya" que en el antiguo ruso significaba "bonita".

Entrando a la Plaza Roja, por la puerta de invierno, se encuentra el Museo de Historia y la Catedral de Nuestra Señora de Kazán. Y si de noche la espectacular iluminación de los edificios de la plaza nos entusiasmó,  los colores del día nos dejan boquiabiertos.

A la izda. las murallas del Kremlin, en el centro el Museo de Historia, sigue la catedral de Kazan y  los almacenes Gum.
Museo de Historia
Catedral ortodoxa de Nuestra Señora de Kazán ( réplica de 1992, la original fue destruida por Stalin).




Los almacenes Gum son el centro comercial más caro y elegante de Rusia. Con una fachada de 242 m, un interior con techos de cristal, escalinatas, fuentes  y tiendas de precios desorbitados, con las marcas más lujosas: Hermès, Armani, Cartier, Dior, Hugo Boss, Louisvuitton,...hoy en día, son una representación del capialismo más puro, en uno de los lugares más emblemáticos del comunismo, como es la Plaza Roja. 

    Al otro extremo de la plaza la catedral  de San Basilio,  a la derecha el mausoleo de Lenin   (donde desde    1924 se conserva su cuerpo embalsamado)  y  las murallas del Kremlin.


La Catedral de San Basilio (o Catedral de la Intercesión de la Virgen), uno de los iconos de la ciudad, es mundialmente conocida por sus coloridas cúpulas de bulbo. Fue ordenada construir por el zar Ivan el Terrible, entre 1555 y 1561,  para conmemorar la conquista de Kazán. Frente a ella se promulgaban los indultos de los zares y se efectuaban las ejecuciones. Su interior está repleto de iconos, mosaicos y pinturas de las sagradas escrituras ortodoxas. 

La Catedral de San Basilio
Llamativas y coloridas cúpulas con forma de bulbo, fabricadas en madera.



Al salir del recinto paseamos por las orillas del río Moskova,  desde donde se obtiene una magnífica  panorámica de las murallas de Kremlin, con sus esbeltas torres, la Casa Blanca de Rusia (casa del Gobierno) y algunas cúpulas de las catedrales que hay dentro.


El Kremlin es una  enorme ciudadela amurallada de dos kilómetros de perímetro, que encierra toda la historia y el esplendor del imperio ruso: inmensos palacios, magníficas catedrales y también intrigas, asesinatos, ... Es el corazón de Rusia y el símbolo de su grandeza. Comenzó siendo una empalizada de madera que en el siglo XIII sufrió un incendio y después de varias vicisitudes, fue reconstruido por Ivan III con los mejores arquitectos italianos de la época.
Se accede a su interior a través de la torre de Kutafya (1495).

Torre de Kutafya
Torre de la Trinidad (Tróitskaya)
 Atravesamos por algunos edificios administrativos, gubernamentales y del senado.
Palacio Presidencial
Iglesia de S. Lázaro
Lo primera parada la realizamos en el cañón del Zar Pushka, considerado el de mayor calibre del mundo. Se cree que nunca fue utilizado y que fue pensado como una muestra del poderío militar desde el principio. Está adornado con relieves, incluyendo uno del zar en un caballo.

Los proyectiles que reposan junto a él nunca fueron pensados para su utilización, y de hecho su diámetro es superior a la abertura del cañón. Según la leyenda, los proyectiles fueron fabricados en San Petersburgo una pulgada demasiado grandes, a modo de broma, teniendo en cuenta la eterna rivalidad amistosa existente entre Moscú y San Petersburgo.




Próximo al cañón se halla la campana del zar Kólokol, la más grande del mundo. Fue fabricada por orden del zar Alexej en el año 1665 y derribada en el año 1701 debido a un incendio. Después de una nueva campana, utilizando el material fundido de la anterior, hubo un nuevo incendio que no resistió el agua fría con la que apagaron el fuego y se desprendió un fragmento grande de 12 toneladades.

La campana del Zar
En el corazón del Kremlin, llegamos a la Plaza de las Catedrales, una gran explanada donde se alzan majestuosamente varios monumentos y tres catedrales: La Catedral de la Dormición o Asunción, la Catedral de la Anunciación y la Catedral del Arcángel Miguel. Además de estas catedrales también podemos encontrar allí la Iglesia de los Doce Apóstoles, El Palacio de las Facetas, la Iglesia del Manto de la Virgen y el Campanario de Ivan el Grande.

Plaza de las catedrales (imagen de internet) 


Entramos en la primera, la Catedral de la Asunción o Dormición de la Santísima Virgen María (1479), que se convirtió en la principal catedral de Moscú, además de ser el lugar donde todos los zares fueron coronados. 
La gran fachada de piedra caliza está coronada por cinco cúpulas doradas. 
Dormición o Asuncion de la Santísima Virgen María
Desgraciadamente, cuando Napoleón invadió Moscú, la catedral fue saqueada por las tropas francesas y convertida en caballerizas. Muchos iconos antiguos fueron utilizados como leña.


Su interior está cubierto, sin dejar un milímetro vacío, con magníficas obras de pintura rusa antigua que en el siglo XIX fueron recubiertas de plata dorada repujada. En el altar se conserva un iconostasio de cinco series superpuestas y de casi 16 m de altura. 

Realizar fotografías en el interior de estas iglesias y catedrales está prohibido y había una vigilancia férrea a cargo de  gente mayor jubilada, bastante antipática. No obstante, no pude evitar la tentación de tirar alguna en momentos de descuido, aquí , en otros lugares y a lo largo de todo el viaje. Pequeños tesoros que no hacen mal a nadie.


Catedral de la Asunción
Continuamos por la Catedral del Arcángel Miguel (1508) que es la mayor catedral de las tres existentes. Hasta el siglo XVII fue el lugar de sepultura de los zares y grandes príncipes de Rusia. Conserva 54 tumbas y 46 lápidas de piedra decorada (1636-7). En ella también se celebraban las victorias del ejército ruso.

Destaca un iconostasio de madera dorada de 13 metros de altura, decorada con iconos de los siglos XVII-XIX y las lámparas son del siglo XVII.

Catedral del Arcángel Miguel 
Catedral de la Asunción  y Catedral del Arcángel Miguel
 Seguimos por La catedral de la Anunciación (1489) que con sus nueve cúpulas era la  preferida de los zares, el lugar donde los coronaban y donde muy a menudo  tenían lugar  las bodas y bautizos. En el interior se puede visitar el trono de Ivan el Terrible (1533-  1584).
Catedral de la Anunciación

Iglesia del Manto de la Virgen, Catedral de la Asunción y Campanario de Iván el Grande

Además de estas tres catedrales también se encuentran allí: la Iglesia de los Doce Apóstoles, El Palacio de las Facetas, La Iglesia del Manto de la Virgen y el Campanario de Iván el Grande.



La Catedral de los Doce Apóstoles (1653-56)
Campanario Ivan el Grande
Iglesia del Manto de la Virgen, Catedral de la Asunción y Campanario de Iván el Grande
Cúpulas de la Iglesia de la Deposición del Manto y Campana de la zarina
Cúpulas de la Iglesia de los Teremes
Dentro del Kremlin también visitamos el Museo de la Armería, donde se conserva una serie de riquezas acumuladas por los zares a lo largo de los siglos: joyas, vajillas, carruajes, trineos, vestidos de gala, armaduras, tronos y hasta una colección de los famosos huevos de Pascua de Fabergé, ... A la salida el Fondo Estatal de Diamantes, una deslumbrante colección de zafiros, rubies, coronas imperiales, ... (Prohibido fotografiar).

Frente al muro del Kremlin, nos paramos a ver el cambio de guardia ante la Tumba del Soldado Desconocido, que se realiza cada hora. 





En el centro del monumento está la lápida memorial de granito con una estrella de bronce de cinco puntas, y desde el centro arde la Llama Eterna. En la lápida está escrito: "Tu nombre es desconocido, tu hazaña es inmortal" (en ruso:"Имя твоё неизвестно, подвиг твой бессмертен").


Por los jardines, el Sr. Putin nos observa con cara de pocos amigos (jejeje).


Para movernos por la ciudad utilizamos el famoso metro, conocido como palacio subterráneo, el primero del mundo por densidad de pasajeros (cerca de 9,2 millones de personas lo utilizan al día), con 165 estaciones y una longitud de tendido subterráneo de 293 km. Es verdaderamente impresionante, aunque con cierto grado de decadencia. 

Buscamos en la guía las estaciones más importantes y fuimos parando en cada una de ellas.  Resultó fácil interpretando el alfabeto cirílico, ya que no había ningún rótulo en letras latinas.

Cada estación de metro, en especial las más antiguas, son una pequeña obra de arte cargada de historia. Se inauguró en 1935, durante el mandato de Stalin, y en la Segunda Guerra Mundial se utilizó como refugio antiaéreo. 

Para la decoración de la línea circular se fabricaron cientos de lámparas de bronce y no se escatimó en mármoles, mosaicos y esculturas.


Estación Kíevskaya-koltsevaya

Estación de la Plaza Revolución
Estación Arbatskaya
Estación Mayakovskaya 


Tampoco podíamos saltarnos la visita a la catedral de Cristo el Redentor, la más grande de la Iglesia Ortodoxa Rusa. Fue erigida  entre los años 1839 y 1883 como un recuerdo a la victoria contra Napoleón, en el año 1812.

En 1931  Stalin ordenó que la destruyeran para que en su lugar fuera construido un palacio soviético gigante. La fe y los credos ortodoxos no se armonizaban con la ideología comunista para la que la religión era tan sólo el "opio del pueblo", de ahí la destrucción de tantas iglesias y signos religiosos en esa época.

En los años 90, después de la caída del comunismo y la desaparición de la Unión Soviética, fue erigida de nuevo como una copia de la anterior.



















La iglesia ortodoxa rusa utiliza los iconos en el culto, que son pinturas en temple sobre madera. Los primeros llegaron desde Bizancio pero en el siglo XIV la Escuela de Moscú alcanzó su máximo apogeo con importantes artistas hasta que, a partir de la Revolución de 1917, se arrinconó  este arte en Rusia. 



Con la visita a los templos aprendimos a interpretarlos: Los iconos se disponen en grupos o Cuerpos (normalmente cuatro, cinco o seis) en un conjunto denominado iconostasio, cada uno con asunto y significado propios. El cuerpo superior del iconostasio representa los patriarcas y profetas del Antiguo Testamento. Debajo sigue el Cuerpo de las Festividades con los días festivos del calendario ortodoxo ruso. Más abajo, el Cuerpo de la Déesis, el más importante del iconostasio, representa a los santos, apóstoles, arcángeles y en el centro está el Cristo entronizado, habitualmente franqueado por la Virgen María y Juan Bautista. Sigue debajo, el Cuerpo Adicional, que representa los meses del año. Y finalmente, en el centro del último cuerpo de iconos la Puerta Real, decorada con paneles donde aparecen los cuatro apóstoles y la Anunciación del Arcángel a María, esta puerta además representa la entrada al mundo espiritual desde el mundo temporal. A la izda. de esta última fila se encuentra el Cuerpo Local con los santos estrechamente vinculados a la iglesia o lugar. 



Resultó agradable pasear por la ciudad. Los recien casados se acercaban al puente Tretiakovsobre, sobre el río Moskva, para colgar un candado en los árboles de metal que allí habían colocado.




La Galería Tretiakov es el museo de arte ruso más importante del mundo.


Tiempo de relax con un paseo en barco por el río Moscava, donde se van apreciando algunos edificios estalinistas.




























Al otro lado del puente la estatua de Pedro I el Grande (1997), un tanto horrorosa y desproporcionada en su emplazamiento.


Monumento a Pedro Iel Grande
Anuncios y promociones. El capitalismo va invadiendo la ciudad.









Ulitsa Arbat



Más iglesias ortodoxas por la ciudad. Nos encantan esos edificios con torres bulbosas de colores.



Un poco apartado del centro, se encuentra el magnífico Monasterio Novodevichy (o el de las doncellas), fundado en 1524. Fue construido como una fortaleza y varias veces sirvió para la defensa de Moscú. También funcionó como un convento para las mujeres de la familia real, tras quedarse viudas o para pasar sus últimos días . 
Un recinto  muy cuidado y agradable de visitar,  con edificios magníficos, entre ellos la Catedral de Nuestra Señora de Smolensk.

Monasterio Novodevichy











Monasterio Novodevichy







Monasterio Novodevichy

Junto al recinto del Monasterio Novodevichy, se encuentra el cementerio donde zares y grandes personajes rusos: músicos, matemáticos, políticos, militares, premios novel, ...etc, descansan en paz. Algunas tumbas son verdaderas obra de arte, otras se distinguen por su sencillez.



Por la noche asistimos a un espectáculo de bailes tradicionales presentado por el Ballet Nacional Folclórico Ruso.






Aquí terminó nuestra visita por una ciudad con una carga histórica, política y religiosa interminable, que fuimos conociendo a través de sus rincones al mismo tiempo que quedábamos fascinados. 

Pero los próximos días aún quedaba mucho por descubrir: una segunda  etapa por el circuito del "anillo de oro" y una tercera por la ciudad de San Petersburgo.







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