SUDÁFRICA

11:01

10 de diciembre 2013


Estos días en los que Sudáfrica está en el punto de mira, a raíz de la desaparición física de Mandela, el gran héroe del antiapartheid, me viene a la memoria la breve visita que realizamos a este país en el año 1996. Por entonces Madiba (título honorífico otorgado por los ancianos del clan de Mandela) hacía 6 años que había sido liberado de la excarcelación que sufrió durante más de 27 años.

Aunque nuestro destino principal era Mozambique, donde residían nuestros amigos Ignacio y Rosamari como cooperantes de Renfe, con un hijo de cinco años, nos organizaron unas salidas por los países colindantes y desde allí visitamos Zimbabwe, Swazilandia y Sudáfrica.

De Barcelona a Maputo (capital de Mozambique) teníamos que hacer escala en Johannesburgo y aunque teníamos intención de visitar la ciudad, recuerdo que unos días antes una noticia en el periódico nos alertó para no hacerlo y la misma advertencia nos hicieron al llegar al aeropuerto.

Era muy peligroso adentrarse en la ciudad y nosotros además viajábamos con niños, nuestro hijo por entonces tenía once años . Así que tras varias horas de espera, únicamente nos atrevimos a coger un autobús que nos dejaba en un centro comercial cercano. Allí nos llamó la atención ver a ciudadanos sudafricanos con pistolas en la cintura. No voy a obviar que en esos momentos y, en otros , pensamos que nos habíamos equivocado de viaje , especialmente por llevar a nuestro hijo, pero afortunadamente acabó siendo uno de los viajes más auténticos y maravillosos que recordamos.

Fuera de Johannesburgo el ambiente no era tan violento y nos organizaron alguna visita por el Parque Nacional del Transvaal y algunos safaris fotográficos por el Parque Kruguer.

En el Transvaal nos alojamos en una granja, con cultivos de plátanos, propiedad de bóers (sudafricanos de ascendencia holandesa) que disponía de restaurante/bar, en el cual estuvimos cenando y, nunca olvidaremos, la imagen de aquella noche, claro ejemplo de la diferencia abismal entre la raza blanca y la negra. Jóvenes altos, rubios y guapos eran servidos por camareros de raza negra, menudos, sumisos y muy acobardados. En aquellos momentos quedamos impresionados viendo la diferencia de clases y la posición inferior de la gente de raza negra y pensamos que algún día esta situación explotaría.

Hoy, martes 10 de diciembre, las calles de Sudáfrica se vuelcan con bailes y abrazos tras la muerte de Mandela y llegan decenas de Jefes de Estado para asistir a la ceremonia de despedida de ese gran personaje que acabó con el régimen fascista del apartheid y que evitó una guerra civil.

Desde entonces la situación ha mejorado pero queda mucho por hacer.

Mientras me propongo ir narrando ese magnífico viaje, cuelgo algunas fotos de archivo:



En la foto superior estamos descansando en la granja rodeados de plataneros. Roger lleva una flor de esos frutos.

Las fotos inferiores pertenecen al Parque Nacional del Trasvaal, una zona con espléndidas montañas, acantilados, cascadas y un verdadero santuario en lo que a vida silvestre y pájaros se refiere. Aquí, el descubrimiento de un fantástico filón de oro atrajo la inmigración de muchos extranjeros .










Catarata Berlin


Con nuestros amigos , Ignacio, Riqui, Angel, Antonio, Pilar y Laura, en la catarata Berlín.




Selva del Transvaal



Nelspruit


Nelspruit

En próximas entradas continuaré relatando este viaje, reviviendo con entusiasmo todos aquellos magníficos momentos.






























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