6. ISLANDIA: DE EGLISSTADIR A HUSAVIK

22:27

26 de julio 2013
Después de desayunar salimos de Eglisstadir hacia el norte rumbo a Húsavik pero, de camino, visitaremos el  Parque Nacional Jökulsárgljúfur que se extiende desde  la famosa cascada Dettifoss  hasta  el cañón de Asbirgy.

Antes, siguiendo por la ring road, o carretera principal pasamos por el desértico altiplano de Modrudalsheidi.





























Azúl marino y verde fluorescente.
Una vez en el Parque Nacional Jökulsárgljúfur, para llegar a  la catarata de Destifoss hay dos opciones: desviarse por la carretera  864 ó por la 862. Nosotros decidimos hacerlo por esta última ya que habíamos leído que las vistas son mejores por este lado y que se podía transitar perfectamente.
La carretera finaliza en el parking de visitantes y en un paseo de 5 min, se llega a un mirador desde el que se contempla la cascada y unas vistas impresionantes del Cañón de Jokulsa.


Dettifoss

Dettifoss está considerada la cascada más caudalosa de Europa. Sus aguas provienen del río Jökulsa á Fjöllum, que nace en el glaciar Vatnajokull y recoge agua de una amplia cuenca.  Su caudal registrado es de 200 a 500 m3 por segundo, dependiendo de la estación y del deshielo glaciar. Tiene 100 metros de ancho y una caída de 44 m hasta el cañón Jökulsárgljúfur, lo que provoca un gran estruendo y una columna neblinosa que puede verse mucho antes de llegar al cañón.
Aquí conocemos a Mijite Jimenez y su acompañante, de Jerez de la Frontera, con los que charlamos un buen rato. Lleva la misma cámara que nosotros y está muy concentrado en sacar una buena instantánea de la cascada. Experto en fotografía me da sabios consejos y nos recomiendamos alguna visita.

Dettifoss
 Cerca,  está la cascada de Selfoss, aunque no tan espectacular como la anterior.

Selfoss

Continuando desde Deltifoss por el norte, la carretera 862 se convierte en una pista sin asfaltar, aunque no está la señal F (vehículos 4X4) y se puede transitar sin correr demasiado.
Después de media hora nos lleva a una zona de aparcamiento del parque nacional de Vesturdalur, y en este punto, hay un sendero circular de 2,4 km, para visitar las formaciones rocosas de Hljóðaklettar, un enigmático lugar para los geólogos, con insólitas formaciones de columnas de basalto creadas por el enfriamiento rápido de la lava . 

Hljóðaklettar

Es difícil imaginar que tipo de actividad volcánica provocó las retorcidas formas rocosas de este paraje pero parece que se originaron hace 8000 años y quedaron a la vista debido a la erosión producida por una inundación proveniente de un glaciar. Entre las más curiosas está la llamada "Kirkja" o iglesia, cuyas columnas curvadas crean una pequeña gruta y la "Tröllið" con su estructura en panal.

Hljóðaklettar


La ruta asciende, ofreciendo nuevas vistas de las caprichosas formaciones de basalto,  hacia una hilera de cráteres de intenso color llamada Rauðhólar.  
El contraste de  colores entre negro, el intenso rojo  y el verde de la vegetación es increíble.

Rauðhólar.
Desde aquí, volvemos al sendero que nos lleva nuevamente hasta el parking (5km) y graciosamente  nos volvemos a encontrar con Mijite Jimenez y su acompañante. Ellos han llegado en autobús pero volverán andando a Dettifoss, donde han dejado el coche. Les espera una buena caminata, aunque aparentan ser buenos senderistas.
Ya en el coche, y siguiendo por la F862, llegamos a la exuberante garganta de Ásbyrgi, que se extiende a lo largo de 3,5 km  y tiene una anchura media de 1km. Sus paredes se elevan hasta 100 m formando como una especie de muro, que protege el bosque de abedules.
Desde el aparcamiento sale un camino que lleva hasta el acantilado del cañón, donde hay un lago. Un poco más adelante hay un camino que sube hasta un mirador con una buena vista pero para llegar a la cima, en el punto de Información nos dicen que es preferible un 4x4 y que con un turismo tardaríamos mucho, por lo que decidimos poner rumbo a Husavik.

Ásbyrgi
En dirección norte, por la carretera 85, recorremos la costa de la península de Tjornes, que separa las bahías de Skjálfandi de Oxarfjordur, disfrutando de sus magníficas vistas.





Nos desviamos de la carretera por una pista que nos lleva al pie de un acantilado, donde casualmente descubrimos una zona de arrastre ballenera.

Llegamos a Husavik, una pequeña localidad a orillas de la bahía de Skjálfandi y una buena zona para la observación de ballenas. Bañada por las heladas aguas del océano Ártico, cada verano llegan 11 especies diferentes para alimentarse. 
La población vive principalmente del turismo y de la pesca así como del comercio y la industria a pequeña escala. 
Paseamos por el puerto, un rincón con mucho encanto,  con casas de madera de colores y una iglesia del siglo XIX que sobresale. 

Husavik
Confirmamos la reserva de la excursión, que hicimos por interned,  con la compañía Northsailing (www.northsailing.is/home)  y nos vamos hacia nuestro próximo alojamiento, el hotel Edda  Storutjarnir, situado a 50 km. Un poco lejos.


Los hoteles Edda son residencias estudiantiles en invierno, que en verano funcionan como hoteles. Están situados en lugares tranquilos y próximos a lugares de interés. Las habitaciones son sencillas y espaciosas, los baños y aseos,  repartidos a lo largo de un gran pasillo, están impecables. Disponen de restaurante propio y muchos de piscina. 
El precio de la habitación son alrededor de 85€.
Aquí pasaremos dos noches. Volveremos a Husavik para la excursión de las ballenas y visitaremos la zona de Mitvath, a 40 min.




































 

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