11. EDIMBURGO: Queensferry, The Three Bridges, Calton Hill

5:00


Nos desplazamos Queensferry, un pueblo marinero a unos 15km al norte de Edimburgo, donde se encuentran los puentes del Firth of Foth, conocidos popularmente como"The three bridges". Por la tarde regresamos a la ciudad y aprovechando el buen tiempo subimos a la colina de Calton Hill desde se obtienen unas magníficas panorámicas.




QUEENSFERRY Y THE THREE BRIDGES

Ese día decidimos realizar una excursión a unos 15km al norte de Edimburgo, para visitar el pueblo marinero de Queensferry situado en el fiordo de Forth, el lugar donde el río Forth desemboca en el mar del Norte. Allí se encuentran los famosos puentes, conocidos como The Three Bridges .


A Queensferry llegan algunos autobuses turísticos pero a nosotros ya no había caducado, así que tomamos un autobús urbano de la compañía Lothian Buse, que nos costó unos 3 €, ida y vuelta.

El trayecto hasta llegar es muy bonito, atravesando varias zonas verdes. Bajamos en una parada después de atravesar el pueblo y cruzamos por Queensferry Crossing (segundo puente), desde donde se obtenía una buena panorámica de los otros dos. 


El puente  Queensferry Crossing (inaugurado en septiembre de 2017) es una vía rápida, de 2.700m, con doble carril de ida y vuelta y un arcén en cada lado. Ese día estaban en obras y sólo se podía pasar por el lado izquierdo del arcén. Hicimos una buena caminata pero no llegamos hasta el otro extremo.

A su izquierda se encuentra el blanco Forth Road Bridge (inaugurado en 1958), un puente colgante de autopista, construido entre 1958 y 1964, que fue por aquel entonces el mayor puente de ese tipo en Europa. Tiene una longitud de 2,5 kilómetros.

A la derecha, el rojo Forth Rail Bridge, inaugurado en 1883, es un puente ferroviario de varias arcadas que conecta Edimburgo con Fife y sirve como arteria de comunicación entre el noreste y el sureste del país.​ Ha sido descrito como uno de los monumentos más reconocibles de Escocia y en el 2015 fue declarado Patrimonio Mundial de la Unesco.


Queensferry es un pueblo encantador que, aunque turístico, es muy tranquilo. La calle principal conserva edificios reseñables como Black Castle, que data del siglo XVII, así como tiendas de recuerdos, heladerías, pubs y cafeterías donde sentarse a tomar algo. La pequeña iglesia al comienzo de la calle también merece la pena con sus bonitas vistas sobre el fiordo.





Desde su pequeño puerto se obtiene una panorámica del puente rojo Forth Rail Bridge.



Fue una excursión muy bonita que nos dio a conocer un pueblo costero con mucho encanto y en el que pasamos unas horas muy agradables.

EDIMBURGO: Calton Hill

Por la tarde regresamos a la ciudad con el mismo autobús y, aprovechando el buen tiempo, nos  dirigimos a Calton Hill, el mirador más famoso de Edimburgo que está situado en una colina, en pleno centro de la ciudad y que llama la atención por un conjunto de monumentos de estilo neoclásico, que están clasificados como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. 

Son muchos los que a última hora del día ascienden la colina, en días claros,  para contemplar las puestas de sol y también para disfrutar de las magnífica panorámica de 360 º de la ciudad. Se puede acceder fácilmente andando , aunque también hay autobuses que llegan hasta la base.

Una vez arriba, lo que llama más la atención es el National Monument, una réplica inacabada del Partenón de Atenas , que se inició en 1822 para conmemorar el fin de guerras napoleónicas. Junto a él se encuentra  Nelson Monument, una torre construida entre 1807 y 1815 para conmemorar la victoria de Nelson sobre las flotas francesa y española en la Batalla de Trafalgar, en 1805, y su propia muerte en la misma batalla.








A pesar de que hacía una buena tarde, no tuvimos paciencia de esperar a la puesta de sol que en esos días se ponía alrededor de las 21h, teníamos que cenar y no queríamos ir muy tarde a dormir, ya que al día siguiente nuestro avión salía muy temprano.

Tomamos un autobús  que nos llevó a Victoria Streeet y cenamos en el restaurante Maison Bleue. 



La cena fue exquisita, brindamos con una buena cerveza por nuestra amistad y el final  del viaje por tan bello e interesante país.


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