3. CIUDAD DE CRACOVIA (POLONIA)

16:00


La capital de Cracovia es una ciudad con  encanto. Posee un bello casco histórico peatonizado y una serie de centros de interés a los que se puede acceder fácilmente.












Nuestro alojamiento en Kaczyna estaba situada a 56 km de la ciudad  de Cracovia y por ella paseamos varios días. Hasta allí nos desplazábamos en coche y un día lo hicimos en un autobús público. La ciudad tiene mucho encanto.

CRACOVIA

Situada orillas del río Vístula, es la cuna de la cultura polaca. Fue la antigua capital del país, el lugar de las coronaciones y, más tarde, el sitio de descanso de casi todos los monarcas de Polonia.

Es una ciudad ideal para patearla, gracias a un casco histórico muy grande, peatonizado y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1978, y una serie de centros de interés a los que se puede acceder fácilmente.

El centro histórico
Iniciamos nuestro recorrido desde la base del castillo Wavel y a través de la calle Grodzka, que formaba parte de la Vía Real. Pasaban por ella monarcas después de haber triunfado en una batalla, obispos que asumían su cargo, diputados del extranjero y cortejos fúnebres de grandes polacos. Esta calle es, sin duda, la más eclesiástica y aristócrata de las calles de Cracovia y una de las más bellas y pintorescas.


Lo primero que aparece es la Iglesia de San Pedro y San Pablo, construida entre 1597 y 1619. Destacan las estatuas que representan a los doce apóstoles, situadas delante de la fachada principal. En ella se realizan conciertos de música clásica con frecuencia.


En la plaza, frente a la iglesia, se encuentra el Instituto Cervantes, dedicado a la enseñanza del español.

Como veréis por las fotografías, el tiempo se mostró  bastante inestable, con lluvia la mayor parte de los días aunque no de forma desagradable.


Seguimos por la Basílica de la Santa Trinidad, conocida como la Iglesia de los Dominicos. Esta calle esta transitada por el tranvía. 



La Plaza del Mercado (Rynek Glowny)

Desembocamos en la  espectacular y preciosa Plaza del Mercado  (Rynek Glowny),  una de las plazas medievales más grandes de Europa. Está rodeada de un hermoso conjunto de casas y edificaciones antiguas: Mercado de los Paños, Torre del Ayuntamiento, la basílica de Santa María y la iglesia de San Adalberto. Comercios, bares y restaurantes garantizan que el corazón de Cracovia está siempre lleno de vida.


La torre del Ayuntamiento se yergue altiva y solitaria ya que es lo único que queda de esta edificación del siglo XIII.



La Basílica de Santa María (Bazulika Mariacka), de estilo gótico, ocupa protagonismo en uno de los laterales de la plaza. Los primeros vestigios son del año 1220, pero fue destruida durante la invasión tártara y reconstruida entre los años 1400 y 1406.


La fachada está flanqueada por dos torres de diferente altura y la leyenda cuenta la historia de envidias entre dos hermanos para construir la torre más alta, que termina con un asesinato.

Un bombero hace sonar cada hora el Toque Mariacki y saluda desde la ventana superior de la torre principal. La historia se remonta al siglo XIII cuando los tártaros atacaron la ciudad y el centinela tocó su trompeta para avisar a los habitantes pero una flecha enemiga le cruzó la garganta.



La iglesia de Santa María tiene el altar medieval de madera más alto de toda Europa, tallado en algo más de una década (siglo XV).

Aunque estaban realizando reformas pudimos apreciar el magnífico retablo y la esplendorosa gama de colores que cubren todo el interior. El matiz dorado está presente en todas partes de forma sutil, creando un nexo de unión entre los colores pastel de los pilares y el azul turquesa del techo.



Bonitos coches de caballos se ofrecen a los turistas para dar un paseo por la Ciudad Vieja.







Ocupa el centro de la plaza la Lonja de los Paños, un edificio con arcadas. Su arquitectura alterna los estilos gótico y renacentista. La planta baja acoge un mercadillo de artesanía con dos hileras repletas de figuras de madera, paños bordados y objetos típicos polacos.






De la Plaza del Mercado continuamos hasta llegar a la iglesia de San Florián que se encuentra junto a los fragmentos conservados de las murallas municipales .

La puerta de San Florián (siglo XIV) es una de las ocho puertas que había en la muralla y que consiguió salvarse de su derribo en el siglo XX.



La Barbacana es un bastión de ladrillo de planta circular y estilo gótico, que se levantó, a finales del siglo XV, como complemento de la puerta de San Florián.



Pasada la Barbacana se llega a la Plaza Jana Matejki, cuyo elemento central es el monumento de Grunwald, que conmemora el 500 aniversario de la batalla, en la que los ejércitos polaco y lituano vencieron a las tropas de la Orden Teutónica. 

En el zócalo de la estatua está inscrito: "Gloria a los progenitores: ánimo para los hermanos",


Aprovechando un magnífico día, abandonamos la ciudad vieja para dar un paseo a orillas del Vístula, una de las zonas de ocio y recreo que los cracovianos no dudan en aprovechar en cuanto sale un poco el sol.




El río es completamente navegable por lo que no es raro ver incluso algún barco transportando mercancías.


Atravesamos el puente peatonal Passerelle Père Ojca Bernatka, de estructura moderna y con unas  originales esculturas colocadas en sus tirantes al aire , queríamos llegar a la Iglesia de San José de la que tantas fotos por Instagram habíamos visto.


El puente lleva casi directo a la plaza donde se encuentra la Iglesia de San José (Kosciol Sw. Josefa), de culto católico, en el barrio de Podgórse. Fue construida entre los años 1895 y 1909 en estilo neogótico, según diseño del arquitecto polaco Jan Sas Zubrzycki, creador del estilo que ha sido llamado gótico del Vístula (el gótico báltico de ladrillos) y  renovada en 1999.

La fachada de la iglesia es verdaderamente hermosa.





Castillo y Catedral de Wawel

A orillas del río Vístula, y a la salida del centro histórico se alza majestuoso sobre una colina el castillo y la catedral de Wawel, testigos de los más de cinco siglos que Cracovia alojó a la corte real y ejerció de capital del país. Es uno de los complejos arquitectónicos más valiosos del mundo y el símbolo de Polonia y se ha conservado tan bien porque en él estuvo alojado los mandos del ejército de Hitler durante la guerra. 

Es una visita obligada, aunque es tan extenso que se necesita emplear medio día. (Horario de  9:30 a 16:00 o 17:00 horas, dependiendo de la temporada)



En el camino que accede a Wavel y a orillas del Vístula, Cracovia tiene su propio paseo de la fama con estrellas de famosos polacos e internacionales.


En la misma orilla y al pie de la colina, se encuentra el monumento al famoso Dagrón Wavel, uno de los puntos turísticos más visitados de Cracovia. Cada 5 minutos echa fuego por la boca, y es un gran atractivo para jóvenes y niños.

La leyenda habla de un dragón que comía todo lo que se le ponía por delante. Un día cansado de él, los mejores caballeros del reino intentaron derrotarle, pero uno a uno cayeron entre sus fauces. Un simple zapatero ideó la fórmula perfecta, un cuero con forma de carnero lleno de azufre. Al comérselo, la sed se apoderó de tan horrible monstruo y, después de beberse medio río, explotó.


En la parte superior de la colina, dentro ya de la plaza central, la catedral y el castillo dividen la atención entre historias de familias reales, reliquias, guerras, huesos de dragón y extraños centros de poder. 





El Castillo de Wawel se convirtió en la primera residencia de los reyes de Polonia. Con el traslado de la capital a Varsovia el castillo quedó en el abandono, siendo saqueado por el ejército prusiano y ocupado por los austriacos, que lo convirtieron en un importante punto de defensa. Se construyeron murallas y el interior del castillo fue modificado para su nueva función. Con la llegada de la Segunda Guerra Mundial el palacio se convirtió en la residencia del gobernador general de la Polonia ocupada.

Después de  numerosos e intensos avatares, el castillo fue reconstruido.


Actualmente se puede visitar el Palacio Real, cuya fachada está parcialmente en período de restauración. Está dividido en diferentes estancias, que se visitan por separado. Son las siguientes:

Wawel Perdido (muestra el aspecto de la colina hace 1.000 años), Salas de Estado (valiosas pinturas, muebles italianos del siglo XVI, hermosos tapices, techos de estuco y numerosos elementos originales), Apartamentos Reales (aposentos privados del rey.. Solamente se pueden visitar con una visita guiada ), El Tesoro de la Corona y la Armería (piedras preciosas, numerosas armas y armaduras y algunos objetos de gran valor como la espada de coronación de los reyes polacos), Museo de Arte oriental (alfombras, sedas, tapices, cerámica china y porcelana japonesa).

La visita que más nos gustó fue la de los Apartamentos Reales. Al tiempo que se recorren las estancias reales la guía, en español, nos fue explicando la historia de Polonia y fue verdaderamente interesante.


A continuación visitamos la Catedral de Cracovia, uno de los edificios sagrados más importantes de Polonia. Reconstruida en el siglo XIV tras quedar destrozada en diversas ocasiones cuenta con una historia de más de 1.000 años y desde su construcción se convirtió en el centro del poder eclesiástico y monárquico de Polonia, por lo que constituye el lugar de coronación tradicional de los monarcas polacos.

La visita a la catedral es gratis pero hay que sacar ticket si se desea acceder a los siguientes puntos de interés: La Cripta (donde se encuentran las sepulturas de los reyes polacos y algunos héroes nacionales) y La Torre de Segismundo (Zygmunt Bell), donde se encuentra la famosa Campana de Segismundo, una impresionante pieza de más de doce toneladas, construida en el año 1520. Aún es posible oírla repicar en algunas ocasiones especiales, cada año.



En la entrada principal de la catedral hay colgados unos huesos de mamut y rinoceronte.


Desde una ventana de los Aposentos Reales hay una bonita imagen de la catedral.


La campana de Segismundo es una de las más grandes jamás construidas. Hacen falta ocho hombres para hacerla sonar.



Desde la torre se obtienen unas vistas magníficas de la ciudad.






BARRIO JUDIO

Un poco más alejado, en el antiguo gueto de Crackòvia del distrito de Kaziemierz,  comenzamos a percibir el impacto del holocausto. En las sinagogas, cementerios y librerías judías el recuerdo de la barbarie nazi está todavía muy vivo.


Casas muy viejas y sin reformar, que algunos judíos de Israel están reclamando.



En el distrito de Kazimierz, se encuentra la Sinagoga Vieja (Stara Boznica), construida en el siglo XV por los judíos checos que llegaron a Cracovia. Durante la Segunda Guerra Mundial fue utilizada como almacén por los nazis, tras lo que quedó prácticamente destruida. Tras la guerra fue restaurada y elegida para albergar la colección judaica del Museo Histórico de Cracovia y alberga elementos litúrgicos y antiguos documentos que muestran la historia de los judíos en Cracovia.


Volvemos al barrio de Podgórse, donde se encuentra el antiguo gueto, para visitar La Fábrica de Oscar Schindler, célebre por la película "La Lista de Schindler" de Spielberg.

Aunque por fuera está intacta, por dentro nada tiene que ver y ahora alberga una exposición permanente titulada "Cracovia bajo la Ocupación Nazi entre 1939 y 1945". La exposición muestra la historia de la ciudad, desde finales de 1939 hasta la "libertad" de la época comunista, en la que se vio sumergida con el fin de la guerra.

El museo solamente cuenta con carteles en inglés bastante dispersos y resulta complicado seguir el hilo de las exposiciones, por lo que si no se dispone de un guía no aconsejamos su visita. 

Precio adultos: 24PLN 9:00 a 20:00 horas.Lunes: entrada gratuita (excepto primer lunes del mes) de 10:00 a 16:00 horas. 







En el mismo distrito de Podgórse, se encuentra la plaza Plaza Bohaterów que era la principal del gueto, donde se seleccionaba a los judíos que iban a ser transportados al campo de concentración o para asesinarlos. En esta plaza se encuentra el monumento de las sillas, un homenaje de Roman Polanski en recuerdo  a todos ellos. En la misma plaza está la Farmacia del Águila,  la única del gueto durante la ocupación y lugar de refugio de muchos judíos. 




La Plaza Nueva de Cracovia (Plac Nowy), popularmente conocida como la Judía, es un lugar muy concurrido por los jóvenes. La forma actual de la plaza se estableció en los proyectos de 1808 y 1844. En el centro encontramos un edificio, en forma de rotonda, y alrededor de éste una serie de puestos cubiertos.

La rotonda es conocida como Okrąglak y no es más que un pabellón de ventas del año 1900, que albergó un matadero de aves de corral. Actualmente en él se encuentran tiendas de abastos, carnicerías, locales de comida rápida,... Periódicamente se realizan conciertos de música en la cubierta del edificio y hay un mercadillo donde se pueden comprar antigüedades.

Es también la sede de varios festivales y eventos, como el Festival de la Cultura Judía o Festival de la Sopa.


En los alrededores del barrio judío se pueden encontrar muchos cafés. y restaurante.

 En la la Calle Miodowa 24, se encuentra el restaurante comunista Kuchnia Domova, donde degustamos la comida polaca. Pedimos: Bigos (parecido al chucrut), Pieroti (empañadillas) y Kotlet schabowy (Carne empanada ). Todo muy bueno y barato. Cuatro menús, nos costaron alrededor de 50 euros.



Nada que ver con el restaurante Chtopskie Jadto, situado en la calle  Swietej Agnieszki 4, donde otro día nos pusimos las botas, con el siguiente menú : Dumplings (trozos de masa rellenos, que se cuecen en un líquido), goulasch, parrillada de carne de cerdo, ternera, pollo stuffed cabbage (plato regional de col rellena) con salsa de tomate. Todo servido con patatas asadas, vegetales y salsa a elegir. ( 200 zlotys -50 euros- para cuatro personas).


Y es que en Cracovia se  comer muy bien  y no es muy caro.

Lo peor fue la vuelta, con unos cuantos kilos de más! 

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AUSTWICH I Y BIRKENAU






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