8. MARRAKECH: VISITAS CULTURALES, ZOCOS.

18:02




Durante los dos días siguientes de nuestra estancia en Marrakech, hicimos algunas visitas culturales y continuamos conociendo la ciudad, los zocos y los ambientes más recónditos de la Medina.













7 y 8 de octubre, 2018

MARRAKECH

Después de un buen desayuno marroquí en el que, sobretodo, no puede fallar el zumo de naranja recién exprimido, las tortitas y el té a la menta, nos pusimos en marcha .

El segundo día de nuestra estancia en Marakech, la agencia nos envió una guía local con la que hicimos algunas visitas culturales:  El Palacio de la Bahía, La Puerta Bab Agnaou, la Koutoubia, una farmacia bereber, ....y nos deleitó con algunas nociones generales de la historia de la ciudad. Al día siguiente, por nuestra cuenta, realizamos el resto. Dejamos  algunas pendientes que nos hubiera gustado visitar, especialmente La Madraza, que por reformas estaba cerrada. Una buena excusa para volver.
Gracias a la buena situación del riad siempre nos desplazamos andando.

El Palacio de la Bahía

Fue la primera visita que realizamos con la guía.

Este palacio fue construido a finales del siglo XIX por dos poderosos grandes visires. Su nombre significa “el palacio de la favorita” y consta de dos partes, cada una construida en épocas diferentes. La más antigua alberga una serie de estancias dispuestas en torno a un patio pavimentado de mármol, con cipreses, naranjos. La decoración, una mezcla de arquitectura árabe y la andaluza, es muy bella.





La parte más moderna es un enorme palacio de planta irregular con lujosas estancias que dan a patios plantados con árboles. El principal está enlosado de mármol y lo rodea una galería de columnas estriadas, mientras que el centro lo ocupan tres fuentes, era el que utilizaban las concubinas del visir y da a la sala principal de recepciones, que consta de una decoración espléndida. Para su construcción y decoración se contrataron a los mejores artesanos y se utilizaron materiales muy valiosos, como el mármol de Meknès, cedro del Atlas Medio y azulejos de Tetuán.

Como curiosidad, para facilitar los movimientos del obeso dueño de la casa casi todas las habitaciones se situaron en la planta baja.




En la actualidad la zona privada del palacio es residencia real y es utilizado para recibir a dignatarios extranjeros. También tiene instalaciones del Ministerio de Cultura marroquí.

La Puerta Bab Agnaou 

De las diecinueve puertas de la Muralla de Marrakech que rodea por completo la Medina, la más destacada es la denominada Puerta de Bab Agnaou, cuyo nombre en beréber significa “carnero negro sin cuernos”. Fue construida en el siglo XII y, está labrada sobre piedra de color ocre con tintes rosados. En otros tiempos conducía al palacio almohada y es una de las obras maestras del arte de aquella dinastía.

Esta puerta, en el pasado, fue utilizada como lugar de exposición de cuerpos y cabezas de ajusticiados.








Koutobia

Es la gran mezquita de la ciudad y su torre o minarete es el edificio más alto, y lo seguirá siendo, ya que no está permitido construir ninguno que lo supere. Se terminó de construir en 1147, para celebrar la victoria sobre los almorávides pero, tras finalizar la construcción, se dieron cuenta de que no estaba bien orientada hacia La Meca, por lo que el edificio fue derruido y se volvió a construir uno nuevo. Aún se pueden ver los cimientos de la primera mezquita, de la que sólo se conservó el minarete y cuyo interior sólo lo pueden visitar los musulmanes.

Mas tarde sirvió de modelo para la Giralda de Sevilla y para la torre Hassan de Rabat.



Sin duda, el mejor lugar para disfrutar de la belleza de  Koutobia,  es desde los jardines que se encuentran en su lado oeste,  un lugar bonito y tranquilo.



Farmacia

La guía nos acompañó a una farmacia bereber especializada en diversos productos totalmente naturales. Ungüentos; polvos, pigmentos, hierbas, flores, esencias y miles de productos para poner solución a gran cantidad de problemas cutáneos, alergias, dolores estomacales, de garganta e incluso para decorar o ambientar el hogar con las mejores de las fragancias.

Aunque es una visita enfocada por completo a los turistas, fue interesante oir las explicaciones de todos los productos y adquirimos alguno.





Hotel Mamounia

Muy cerca de la mezquita de Koutobia se encuentra este hotel mítico, en cuyas habitaciones se alojaron personalidades tan célebres como Winston Churchill y Ricard Nixon.

Inaugurado en 1923, se eleva sobre el emplazamiento de una residencia que perteneció, en el siglo XVIII, al hijo de un sultán alauí y de la que sólo se conserva el magnífico jardín de 130.000m2, plantado con olivos y naranjos. El hotel original fue diseñado por Henri Prost y Antoine Marchisio, que combinaron los estilos art decoración y moruno.

La visita es gratuita y,  tan sólo por ver la arquitectura del hotel, pasear por sus jardines y tomar un copa, ya vale la pena. Aunque también se puede disfrutar, por un precio no excesivo, de un magnífico spa o del restaurante.






 Museo de Marrakech


El principal atractivo de este museo es la belleza arquitectónica del edificio, especialmente su patio central que está cubierto. Se trata del último vestigio que queda en Marrakech del arte de los almorávide (grupos de soldados-monjes bereberes del Sahara).

Se extiende en una sola planta, con una superficie de 2.100 metros cuadrados y, en las estancias que rodean el patio central, se puede ver una variada muestra artística marroquí de los siglos XVIII y XIX:  armas, hasta manuscritos, monedas, joyas, cerámicas, grabados, ...





La Kuba

Es un pequeño torreón que se encuentra en una hondonada, que tiene su origen en el siglo XII y perteneció a la primera y original Mezquita Ben Yusef , asentada en ese espacio. De forma rectangular, con arcos de herradura y lobulados, esta pequeña torre está coronada por una cúpula redonda muy decorada.

Cuando llegamos estaba cercada y en reformas pero los operarios nos permitieron verla y, al marchar, les dimos una pequeña propina.



El zoco de la Medina.

Desde la Plaza Jemaa accedimos al zoco de la Medina, el gran centro de actividad comercial, donde los olores y los colores se masifican en un laberinto de callejuelas llenas de puestos y tenderetes que se agrupan por las clases de producto que venden.

Fuimos pasando por las zonas donde se concentraban los plateros, los chatarreros, cesteros, carpinteros, los vendedores de ropa y los artesanos de todo tipo de especialidad y aprovechamos para hacer alguna compra, siempre utilizando el regateo.














 












Plaza Rahba Kedima,

Más conocida conocida como "plaza de las especias" es una de las plazas a las que se entra o sale del zoco. Allí se ven sobre todo los trabajos de los artesanos en cestería y en los laterales tiendas de especies.

En ella se encuentra el Café des Epices, donde comimos bien  y pasamos un rato muy agradable, con las bonitas vistas a la plaza.







Plaza de Jamma el Fna

No quisimos despedirnos de Marrakech sin pasar nuestras últimas horas en Plaza de Jamma el Fna, siempre muy animada.

Desde la terraza del Café de France, donde nos sentamos a  tomar un té y unos refrescos, disfrutamos de una magnífica puesta de sol.







Regresamos al riad, donde a la hora convenida un empleado de la agencia nos vino a recoger y nos acompañó al aeropuerto de Menara, el segundo más importante del país y muy bonito, situado a 6km de la ciudad.



Nuestro vuelo de regreso salía las 23:10h, llegando a Barcelona las 02.25. 

El viaje fue un acierto en cuanto a la ruta, los hoteles, los riad y las visitas. Magnífica la excursión y la noche en el desierto con jaimas, preciosa  la ruta de las kasbahs y los espectaculares paisaje. Moha, nuestro conductor y guía, un excelente profesional que supo hacernos disfrutar de los contrastes del país y apreciar la cultura y la hospitalidad marroquí.





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