AMSTERDAM (abril 2009).
21:53
"Obra de ingenería, terreno comido al mar, lugar donde la creación humana un día fue capaz de vencer la fuerza del agua."
Holanda en primavera nos pareció una buena opción para nuestras breves vacaciones de Semana Santa. Una ciudad que ya habíamos visitado en otras ocasiones pero que, en esta época, añade un atractivo más con los inmensos campos de bulbos que florecen.
Llegamos a Amsterdam en avión, en un día gris y lluvioso. A través de internet habíamos reservado una habitación en un hotel céntrico, que resultó viejo, rancio y que nos desilusionó de entrada pero, como la idea era parar poco en él, enseguida nos animamos y nos dispusimos a recorrer las calles.
Nuestra idea era hacer campamento en Amsterdam y desde allí recorrer la zona con un coche de alquiler. De Amsterdam ya habíamos visitado, en anteriores ocasiones, el museo de Van Gogh (¡me encanta!), la casa de Ana Frank, el museo de Rembland, el Rijksmuseum... Así que, esta vez, nos limitaríamos a pasear, a la vuelta de nuestras excursiones.
Estación central, uno de los nudos más importantes de la red de ferrocarriles de los Paises Bajos |
Nuestro hotel estaba tocando a la plaza Damm, una plaza en el corazón de la ciudad, rodeada de edificios notables, entre los que destacan el Monumento Nacional, el Palacio Real y el obelisco, siempre muy ambientado, punto de encuentro para ciudadanos y turistas de la ciudad.
Esta plaza se encontraba la primera presa del río Ámstel, en el siglo XVIII y donde se situaba el mercado central. Desde aquí parten decenas de canales que sirvieron para desecar, ampliar la superficie edificable y crear una importante red de comunicaciones.
La ciudad nació, en el siglo XII, de un pequeño puerto pesquero en el río Amstel, con sus casas agrupadas alrededor de un dique (dam) , de ahí su nombre. La población se fundó en una zona marisqueña, lo que obligó a edificarla sobre pilares y, como en Venecia, a organizar sus edificios alrededor de una serie de canales.
Siempre que hemos visitado Amsterdam hemos realizado un paseo en barco por los canales, es muy agradable, ayuda a situarse y te van explicando la historia y los rincones más interesantes.
Hay más de 2.500 casas flotantes ancladas en los canales, con todas las comodidades de un piso convencional y la bicicleta como el medio de transporte más popular. Son cien kilómetros de canales, unos 1500 puentes que los cruzan y alrededor de 90 islas.
Un detalle curioso que llama la atención es la inclinación hacia delante de las fachadas de muchos de sus edificios, que además de contar con un gancho en la parte superior, trata de facilitar la subida de mercancías con la técnica de la polea. La inclinación de la fachada evita que la mercancía golpee las ventanas durante el proceso.
Es una ciudad pequeña que se puede atravesar andando de punta a punta, a pesar de la incomodidad de tranvías y bicicletas que, en la mayor parte de las zonas, tienen prioridad ante el peatón.
Por supuesto, no nos resistimos a comprar algunos bulbos con la intención de plantarlos en casa.
Sex-shops y locales de espectáculos, todo bien ambientado y lleno de turistas.
Condones de todo tipo y sabores. Muy graciosos.
Por la noche, profesionales del sexo ofrecen abiertamente sus servicios en medio de una iluminación roja, de ahí su nombre.
Al día siguiente , las nubes se fueron y resultó agradable pasear con sol.
Magna Plaza, es el centro comercial más importante de la ciudad, cerca de la Plaza Dam. |
Desde Amsterdam, y con el coche que alquilamos, nos acercamos a visitar los siguientes lugares:
- Markem
- Haarlem
- Jardines de Keukenhof
- Zaanse Schans
- Alkmaar
- Gran Dique de Oosterschelde
- Enkuizen
- Edam
- Volendam
- Delf
- Kinderdijk
- Brielle
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