6. De Gijón a La Regalina (Cadavedo)
17:26Seguimos disfrutando de la costa asturiana, por lugares tan maravillosos como: Luanco, Cabo Peñas, Avilés y Faro San Juan, Cabo Vidio, Playa del Silencio, La Regalina en Cadavedo y Cudillero.
De Gijón a Cadavedo
La ruta transciende por preciosas localidades, cabos y faros con paisajes espectaculares, playas idílicas y rincones maravillosos.
Luanco
Después de visitar la Laboral Ciudad de la Cultura, en Gijón, tomamos rumbo a Luanco, una villa marinera con un encanto especial que incluye un casco urbano, un puerto y dos playas espaciosas, una de ellas lleva el mismo nombre que la villa y, la otra, es la playa de la Ribera.
Aparcamos el coche en el parking gratuito de la plaza del Ayuntamiento y salimos por la calle que bordea la playa de La Ribera, que nos introduce por el casco antiguo.
Detrás se suceden una serie de pequeñas callejuelas de ambiente marinero. Nos llama la atención una casa con una fachada muy pintoresca y nos paramos a hacerle una foto.
Pasamos por la plaza Baragaña, un bello rincón rodeado de coloridos edificios.
Junto al casco antiguo, siguiendo el paseo marítimo, llegamos al puerto.
Es un puerto de tradición marinera y uno con las mayores dimensiones de todo el Principado. En él se pueden ver pequeñas embarcaciones de recreo y otras dedicadas a la pesca.
Al final del dique nos paramos a ver una interesante exposición de fotografías con la historia del pueblo y las familias. Entre todos los edificios destaca el del Gremio de Pescadores, de color azúl, actualmente reconvertido en restaurante y que a esas horas estaba cerrado.
Cabo Peñas
Tomamos la carretera que lleva al Cabo Peñas, a pocos kilómetros. Aparcamos el coche junto al faro y seguimos por el sendero que le rodea.
Avilés
Siguiendo la ruta, llegamos a Avilés, la villa más antigua de la costa cantábrica, que nos sorprende por la belleza de su antiguo casco histórico .
Aparcamos el coche en el Centro Niemeyer, que es gratuito, y para pasar al casco antiguo cruzamos la pasarela que conecta un lado del río con el otro.
A finales del siglo XIX, la iglesia vieja de Sabugo se quedó pequeña para acoger a todos sus feligreses y hubo que construir una nueva, más grande y más moderna. La Iglesia Nueva de Sabugo o de Sto. Tomás de Canterbury se realizó con la ayuda económica de los ciudadanos, muchos de ellos emigrantes a Cuba que habían conseguido hacer fortuna.
Aunque sólo pudimos ver su exterior, porque se encontraba cerrado, las formas de los edificios y su enclave nos parecieron espectaculares.
Faro San Juan
De Avilés nos desplazamos unos kilómetros al Faro de San Juan, situado en la llamada Punta del Castillo. Desde aquí disfrutamos de una bonita panorámica de la costa y nos acercamos por un pequeño camino al lugar donde la ría de Avilés tiene la salida al mar.
Cabo Vidio
Llegamos a Cabo Vidio por el pueblo de Oviña . Es uno de los cabos más importantes de Asturias, desde el que se puede divisar Estaca de Bares o el Cabo de Peñas. Está situado en un acantilado muy escarpado y vertical, que se alza a unos 80 metros sobre el mar.
En este cabo se encuentra otro faro, que se construyó en 1950, junto con dos viviendas. Emite una señal luminosa de 4 destellos cada 20 segundos y puede divisarse a unas 16 millas cuando hay mal tiempo y hasta unas 35 millas en los días claros.
Bordeando el faro en el sentido de las agujas del reloj se obtienen unas vistas espectaculares..
Playa del Silencio
Aunque teníamos reservado el alojamiento en el pueblo de Cudillero, lo pasamos de largo y avanzamos unos 20 km, para visitar dos lugares que nos hacía mucha ilusión conocer: La Playa del Silencio y La Regalina.
Para llegar a la Playa del Silencio nos dirigimos hacia el pueblo de Castañeras. Desde allí seguimos las indicaciones y nos desviamos hacia una carretera circular bastante estrecha. Antes de acercarnos a las inmediaciones de la playa, dejamos el coche en un pequeño parking de pago (2€) situado a la izquierda y andamos un poquito hasta llegar a un mirador, situado en lo alto del acantilado, desde donde se obtiene la panorámica más bella de esta maravillosa playa.
Ermita de la Regalina
A continuación, nos fuimos hasta el pueblo de Cadavedo, donde se ubica la ermita La Regalina, de la que habíamos visto fotos por internet.
La ermita de color azúl y blanco, fue construida en 1931, a instancias del Padre Galo, que quería convertir el sitio en un lugar de peregrinación para honrar la patrona de Cadavedo, la vírgen de Riégala, llamada cariñosamente "la Regalina".
Junto a la ermita hay unos preciosos hórreos asturianos, uno de ellos se asoma por el acantilado a la playa de la Ribeirona, la más concurrida de Cadavedo.
El lugar es de una belleza apabullante. No hay que emplear mucho tiempo en visitarlo y verdaderamente vale la pena desplazarse para verlo.
Finalmente nos desplazamos a Cudillero, un pequeño y pintoresco pueblo marinero, famoso por las casas de colores que se cuelgan en la montaña y forman un anfiteatro. Habíamos estado en él en un viaje anterior pero teníamos un gran recuerdo que nos apetecía regresar.
Es uno de los principales reclamos turísticos del Principado de Asturias y uno de los lugares que encontramos con más ambiente.
Aparcamos a la entrada del puerto, en la zona habilitada para el turismo y dimos un pequeño paseo, antes de que se hiciera de noche.
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